Apple contra Facebook y Google: la manzana ofrece más privacidad

7 de mayo de 2021 13:12 h

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La noticia pasó casi desapercibida. Con la última actualización del nuevo sistema operativo (la versión 14.5) para sus iPhone y iPad, desde el fin de semana pasado, Apple le permite al usuario elegir si quiere que las aplicaciones instaladas en sus dispositivos recopilen datos privados e información personal con fines publicitarios. Hasta ahora el usuario no podía elegir y las apps recopilaban toda esa información por defecto. Ni siquiera se tomaban la molestia de avisarle al usuario lo que hacían. Tampoco se podía impedir.

Pero las cosas cambiaron, al menos en los iPhones. Ahora, cada vez que el usuario instale una nueva app, el nuevo iOS le preguntará si acepta o rechaza compartir sus datos personales, la información de rastreo, etc, con anunciantes y/o con agencias de publicidad que venden esos datos para generar anuncios más personalizados. Estos avisos son posibles gracias al acceso de esos millones de datos digitales (big data), que a su vez generan un perfil de usuario mucho más preciso. Con el celular “abierto” las empresas que recopilan la información pueden saber con precisión quirúrgica los gustos, hábitos y las preferencias de una persona. Saben por ejemplo, por dónde camina, el historial de lo que busca en instagram o en Google, qué sitios visita, todas sus compras, si viaja, con quién chatea, qué series y películas mira, qué otras apps instaló y usa con más o menos frecuencia, si recibe newsletters, si juega, qué tuitea, de qué club es hincha, a quién vota, si tuvo Covid y un casi infinito menú de opciones. La famosa huella digital que cada usuario genera.

Las dos empresas más perjudicadas con esta medida de Apple son Google y Facebook, que dominan ampliamente y con comodidad el mercado de la publicidad digital. Su modelo de negocios principal es el marketing de datos. Recordemos que Google es la dueña de Android, el sistema operativo presente en más del 75% de los móviles de todo el mundo (en algunos países supera el 90%). Y a su vez, Facebook es la propietaria de Whatsapp e Instagram. Para quedarse con estas dos apps, entre el 2014 y el 2016, la empresa de Mark Zuckerberg pagó por ellas más de 20 mil millones de dólares.

Todas estas apps son “gratuitas”. Facebook y Google no le cobran dinero al usuario por usar cualquiera de sus aplicaciones y servicios (como Gmail, Chrome, YouTube, Mapas, calendario, Photos, Drive, Whatsapp, etc), pero a cambio reciben un pago en otra moneda, que tiene una cotización mucho más valiosa que unos pocos dólares: datos personales. Cuando algo es gratis, el producto sos vos.

Ambas empresas se convirtieron en gigantescas aspiradoras de datos digitales. Como un manantial, reciben de a miles de millones de datos por segundo. Datos crudos estructurados y no estructurados que luego procesan, clasifican, desgranan, estudian, etc. para convertirlos en información muy valiosa para sus anunciantes. De esa manera, cada anunciante, partido político o institución, puede llegar capilarmente con su anuncio a la persona que le interesa. 

Por supuesto que el sorpresivo movimiento de Apple generó protestas, sobre todo de las empresas que venden publicidad. Es que los datos de los usuarios de iPhone, si bien son menores en cantidad que los de Android, son muy valorados en la industria publicitaria por el alto poder adquisitivo que tienen sus propietarios. Pero la respuesta de la manzana fue categórica: “Los usuarios son los dueños de sus datos  y deben decidir si desean compartirlos y con quién”, dijo la compañía en un comunicado. 

¿Cuál es el interés detrás de la decisión de Apple? La postura personal de Tim Cook siempre fue a contramano del modelo de Facebook. Pero se intensificó en los últimos años, sobre todo tras los escándalos que tuvo la red social como el affaire Cambridge Analytica (2018). Cook calificó la situación como “grave” y pidió por una mejor legislación en temas de protección de datos personales. Y felicitó a Europa por la aprobación del Reglamento General de Protección de Datos (conocido como GDPR). 

Pero por supuesto que la jugada de Apple no es casual ni caprichosa. Por un lado puede hacerlo porque, a diferencia de Google y Facebook, su principal revenue no es la publicidad sino la venta de productos de hardware, como iPhone, el smartwatch, iMac, accesorios, etc. Pero a su vez Tim Cook, dicen algunos analistas, planea vender su propia publicidad para dar pelea en esa industria, dominada por Google y Facebook. De esta manera, les ofrecería a los anunciantes datos de sus usuarios pero de forma directa, sin intermediarios.

Hasta hoy, el 96% de los que instalaron la última versión iOS no le permitieron a Facebook espiar sus movimientos. El tiempo dirá si con esto tendremos una nueva internet. Pero, al menos, hay algo nuevo y diferente que seguramente modifique el mapa publicitario.