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Robert F. Kennedy Jr, el mago de MAHA

El presidente Donald J. Trump exhibe en la Oficina Oval de la Casa Blanca la orden ejecutiva que el 13 de febrero consagró a Robert F. Kennedy Jr como 26°secretario de Salud y Servicios Humanos de EEUU y lo pone al frente de la flamante Comisión MAHA (Make America Healthy Again).
17 de marzo de 2025 11:43 h

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Los alimentos sanos aumentan su precio y las guerras comerciales sus incertidumbres, las Bolsas caen, las empresas se agachan, la oposición demócrata se divide sobre cómo oponerse al poder presidencial recargado y Donald J. Trump ordena bombardear en Yemen a los rebeldes houthis (aliados de Irán que atacan con drones el tráfico naval de petróleo por el Golfo Pérsico) pero antes el Presidente pronuncia en Fox News una palabra que empieza con R: Recesión (aunque dice que otra palabra, transición -es decir, un eufemismo-, sería más adecuada). La inflación bajó en EEUU hasta un 2,8% interanual el último mes. Un descenso liderado por tarifas aéreas más bajas posibles gracias a la retracción del precio del combustible para aviones (lo cual es bueno) pero debido también a una caída en la demanda de pasajes aéreos (lo cual es muy malo y las aerolíneas anticipan meses de ajustarse los cinturones sólo en sentido figurativo). Entre los precios cuyo promedio hizo bajar la inflación no estaban los de bienes de consumo y alimentos (al salir del supermercado no pagamos en marzo menos que en febrero, o pagamos más).

Para Robert F. Kennedy Jr., titular del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) del gobierno Trump, la situación es preocupante. Porque entiende las crisis sanitarias y las epidemias de enfermedades contagiosas como deficiencias alimentarias agudizadas al extremo y que sufren los pobres más que los ricos. En el decreto que Trump firmó consagrando al hijo del asesinado fiscal general Robert F. Kennedy y sobrino del asesinado presidente John F. Kennedy como 26° secretario de Salud y Servicios Humanos de EEUU, el presidente de MAGA (Make America Great Again) lo ponía al frente de la flamante Comisión MAHA (Make America Healthy Again) con mandato de investigar las raíces de la crisis sanitaria, y arrancarlas, haciendo foco sobre las enfermedades infantiles crónicas.

La G de Great (Grande) del acrónimo MAGA (nombre de la línea interna de Trump ahora dominante en el Partido Republicano) por la H de Healthy (Saludable) en el acrónimo MAHA. Sin perder volumen, porque la palabra maha significa grande, poderoso, fuerte en sánscrito (lengua clásica de la antigua India que sobrevive por la literatura, por la religión hindú y por usos crípticos o New Age de su léxico, como en el nombre de esta Comisión confiada a un confiable acólito de teorías conspiratorias).

Entre los bienes que hacen crecer el costo de vida de los hogares y decrecer el poder adquisitivo de los salarios medios o bajos, nada se compara al aumento sin freno acumulado en el año por el precio de los huevos. La epidemia animal de gripe aviar hizo que escalara un 10% más en el último mes y ya había subido 15% el mes penúltimo (el consumo, sin embargo, no baja). La administración republicana atribuye la zoonosis a la negligencia criminal del “peor presidente de la historia nacional” (el impune demócrata Joe Biden). La administración del presidente n°46  (y como siempre los chinos) cargan la culpa -según el presidente n° 45 y 47- de la corrosión ovípara de los ahorros domésticos en curso (que sin embargo cada familia podría morigerar si cada hogar conviviera con gallinas ponedoras propias).

El virus más contagioso del mundo y el ministro de Salud más anti-vax de la tierra

En Texas y los estados del Suroeste de EEUU, fronterizos con México, una epidemia humana demasiado humana de sarampión avanza. Multiplica los contagios, las internaciones hospitalarias, y alcanzó la mortalidad. El sarampión es una de las enfermedades más contagiosas del mundo: más contagiosa que el Ebola, la poliomielitis, la viruela. En un aula donde nadie esté vacunado, el promedio de contagios de cada persona infectada es 18. Y el virus se contagia ya en los cuatro días anteriores a que sean perceptibles los síntomas de la enfermedad y en los cuatro posteriores a que dejen de sentirse. Robert F. Kennedy, Jr, un pura sangre de linaje familiar ultra demócrata, es anti vacunas como el presidente Trump.  

La información difundida por el Ministerio Kennedy (Department of Health and Human Services, HHS) escasa y confusa, con las aclaraciones posteriores, se volvió más abundante sin dejar de ser ambigua. Cuando la evaluación epidemiológica reconoció el grado alcanzado en sus contagios constatados por la enfermedad, Bob F. Kennedy Jr. redactó un artículo editorial con los lineamientos trazados por su Departamento para la prevención y tratamiento del sarampión.

Casi sin advertirlo y sin importarle, Robert F. Kennedy Jr., 26° secretario de Salud y Servicios Sociales de EEUU, ha impreso ya, antes de cumplirse los 100 primeros días de la segunda presidencia de Donald J. Trump, un giro completo de 180° a los principios rectores de la salud pública nacional y ha deshecho y rehecho un modelo de comunicación fundado en la autoridad de la investigación científica académica. Hasta ahora, el mensaje de su Departamento, nítido y claro, no había conocido contradicción ni reformulación: "La mejor defensa contra el sarampión es la vacunación no la alimentación". Bob Jr ha invertido los términos y postergado las vacunas al último lugar.

Curiosamente, o no, el Secretario (en EEUU los ministros del Ejecutivo son secretarios del Gabinete presidencial) posteó esta guía oficial sobre qué hacer para enfrentar la crisis en la plataforma de la cadena televisiva de noticias derechistas Fox (entre cuya amplia teleaudiencia nacional es tan mayoritario el electorado oficialista como marginal el opositor) y sólo después en el sitio web del Departamento de Salud. A las vacunas fabricadas por la industria farmacéutica se las caracteriza como dadoras de un rango de idoneidad inmunológica particular porque, asegura el Secretario, las personas vacunadas se contagian en proporciones más pequeñas que las no vacunadas.

La vacunación es una decisión personal, según este Secretario de salud pública cuya afinidad con las posturas inmuno-escépticas de Trump en su primer mandato fue el motivo capital para que el presidente eligiera a este tercer candidato presidencial de las elecciones de 2024 que se bajó de la carrera antes de la jornada electoral del primer martes de noviembre. La libertad avanza, insiste este funcionario a quien no le son ajenos los catecismos anarco-libertarios, cuando el Estado no interfiere en la intimidad de la conciencia y el albedrío.

Yo quiero tomar vitamina y estoy pila pila

La vacunación es una opción entre otras que el Estado asegura para quienes la procuran. No hay ahora estímulo alguno del Gobierno Federal dirigidos a acrecer, siquiera en esta emergencia, la preferencia por esta opción y el número de vacunaciones. Los centros de vacunación y las vacunas existen, sin carteles en la ruta que los publiciten y adviertan de su proximidad (la situación, desde luego, es diferente en los estados azules, pero Texas y la Frontera Sur son rojos como la corbata de Trump). Tal presencia muteada de las autoridades sanitarias aguijonea en la audiencia el declive en la tasa de vacunación que se registra en EEUU desde 2021.  

La mejor defensa contra las enfermedades crónicas y las enfermedades contagiosas es una buena dieta alimentaria, define el Secretario. En las discusiones que siguieron al poste de su plan sanitario, el Secretario se reveló parcial: menos anti vacunas, cuyos méritos y deméritos ahora le aburre discutir, que deslumbrado ante los prodigios que obra la Vitamina A en la prevención del contagio. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Academia Americana de Pediatría (AAP) recomiendan la Vitamina A como suplemento en la dieta de pacientes con sarampión porque la dolencia vacía las reservas de Vitamina A del organismo enfermo.

Hay estudios que prueban que un racionamiento vitamínico asegurado desde la infancia disminuye la exposición al contagio de sarampión (como también reduce el riesgo de otras patologías). Sin embargo, la misma AAP es rotunda en su campaña contra la desinformación que cunde desde el Departamento de Salud: “La Vitamina A no es en absoluto ni una prevención ni una defensa contra el sarampión: sólo las vacunas inmunizan”. La epidemia de 2025 es la peor desde el brote de 2019, en la primera presidencia de Trump, cuando se vio peligrar el status del sarampión como enfermedad eliminada. (En paralelo, también Europa vive en este trimestre el mayor brote epidémico de sarampión de los últimos 25 años).

Curiosamente (o tampoco), pero sin advertirlo, el secretario Kennedy Jr. ha impreso ya un giro completo de 180° a los principios rectores de la salud pública en EEUU y ha contradicho décadas de consistente comunicación dirigida a la ciudadanía desde su Departamento. Invirtió el mensaje nítido y claro, hasta ahora incontrovertido: la mejor defensa contra el sarampión es la vacunación, no la alimentación.

Mis papas mágicas y mi grasa buena

Para combatir la epidemia de sarampión, Bob Jr. no quiere que vacunarse sea obligatorio por ley para nadie. Para ganar batallas en la guerra contra la epidemia de obesidad, busca cómo ilegalizar para todos las papas fritas en aceite y sustituirlo por sebo vacuno. Enfrentar desde la infancia la epidemia de obesidad, transversal a todas las edades, cumple por partida doble el cometido fundacional de MAHA.

El Secretario avanza con una de sus ideas: la de prohibir las papas fritas en aceite, reemplazándolo por sebo de ternera (beef tallow). También para esta prédica apeló Bob F. Kennedy Jr a Fox News. Viajó a Florida con el periodista Sean Hanny. En un local de Steak n’ Shake pudo felicitar esta cadena de fast-food fundada en 1934 en la ciudad de Normal (Illinois) que desterró para siempre el aceite de semilla vegetal y que desde el 1° de marzo vende sus French Fries fritas según la receta MAHA.

La nota de Fox News contra el aceite vegetal y a favor del sebo vacuno salió al aire el lunes 10. Vemos al Secretario de Salud sentado en una mesa del local de Steak n’ Shake  con el periodista y lo oímos perorar sobre la obesidad y contra los alimentos ultraprocesados. Después muerde en cámara una papa crocante: People are raving about these fries!

El Secretario se siente honrado de que la cadena de comidas rápidas que fríe las papas como le gustan a él y como le encantan a la gente haya usado su nombre y apellido (dos sustantivos) para enriquecer el idioma con un neologismo (un verbo saludable). Es un honor que Steak n’ Shake proponga por X que en inglés a partir de ahora freír papas en grasa vacuna desaturada se diga RFK’ing the fries. Los “aceites vegetales” (seed oils), tuitea el Secretario, son un “veneno” que, “hemos descubierto”, “alimenta la epidemia de obesidad.

Ciencia e impaciencia

Poco demoró el estupefacto asombro inicial del nutricionismo catedrático en articularse como protesta didáctica resonante en los medios progresistas. Es la fritura la que si no mata, engorda; en qué se fríen las papas es irrelevante, explica Christopher Gardner, profesor de la Universidad de Stanford, a la Radio Pública Nacional (NPR) de EEUU.

En su refutación, Dariush Mozaffarian, profesor de la Universidad de Tufts, sólo deja en pie de la iniciativa del Gobierno de Trump el interés por la obesidad. No sólo carece de importancia en qué se fríen las papas. De por sí, los aceites vegetales no son venenos: al contrario, son antídotos que “reducen el colesterol, disminuyen los riesgos cardiovasculares. En los alimentos ultra procesados puede haber aceites vegetales, pero no son los aceites el origen de sus perjuicios para la salud. ”Los auténticos villanos“ –repasa en breve inventario para NPR- son ”las harinas muy refinadas, el almidón, y los azúcares, y también la sal y otros conservantes, los aditivos químicos, y los contaminantes del packaging adheridos o traspasados a los alimentos que envuelven“.

Los dos profesores temen que la nota de Fox News sea recibida como convite a la desacomplejada ingesta de junk-food, cuando, coinciden, nada engorda tanto como comerla mucho. En la nota se ve a RFK Jr rechazar virtuosamente, u ostentosamente, un milk-shake. Pero antes de que el Secretario llegara y se sentara a su mesa, se ve a Sean Hanny mandar a bodega un combo completo, y pedir después otro para que su entrevistado no comiera solo.   

AGB/MC

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