Una veintena de pares de manos de diputados opositores dentro en el despacho de Martín Menem, al borde de las 21, dándole las puntadas finales a nuevas modificaciones a ley ómnibus del Gobierno. El asesor presidencial estrella Santiago Caputo, después de las 22, custodiando el acuerdo con su propia presencia. Y Ramiro Marra cerrando filas con los diputados libertarios a medianoche en el anexo de la Cámara baja. Con esas tres escenas casi simultáneas en la noche de martes el presidente Javier Milei quedaba muy cerca de conseguir la mayoría de firmas en el plenario de comisiones de Diputados para que su iniciativa de “Bases y Principios”, lo que se confirmó pasada la 1:30 de la mañana de este miércoles.
Entonces, por fin, el oficialismo consiguió la cantidad de firmas necesarias para tener el dictamen de mayoría. De esta manera, la ley ómnibus quedó habilitada para ser debatida en una sesión, que podría realizarse este mismo jueves o viernes y cuyo debate promete ser maratónico y picante.
Al finalizar el plenario de las comisiones de Legislación General, Presupuesto y Hacienda y Asuntos Constitucionales, el presidente de la comisión cabecera, el libertario cordobés Gabriel Bornoroni, detalló los cinco dictámenes despachados, en cantidad de firmas y con sus respectivos autores.
• El de mayoría: 55 firmas (34 en disidencia), de La Libertad Avanza, el PRO, la UCR, parte del bloque Hacemos Coalición Federal, que conduce Miguel Pichetto, y otros espacios como Innovación Federal, que responde a los gobernadores massistas, y de legisladores referenciados en Martín Llaryora, mandatario de Córdoba.
• El primero de minoría: 45 firmas, de Unión por la Patria.
• El segundo de minoría: 3 firmas, de la Coalición Cívica-ARI, que integra el bloque de Pichetto pero se abrió.
• El tercero de minoría: de Margarita Stolbizer (GEN) y Mónica Fein (Partido Socialista), que también integran el bloque de Pichetto y tanbién se abrieron.
• El cuarto de minoría: de Christian Castillo (FIT).
Una jornada de negociaciones incesantes
Otra vez la oficina del jefe de la Cámara baja se convirtió en el verdadero centro de operaciones para el futuro de la extensa ley. Allí diputados del PRO, la UCR, Hacemos Coalición Federal e Innovación Federal discutieron ya de noche la letra chica del proyecto en diálogo directo con la Casa Rosada para que no termine fracasando por el magro número de votos propios del oficialismo.
El scrum de los opositores aliados que desfiló por el despacho del titular libertario para cerrar el acuerdo estuvo integrado, entre otros, por los macristas Cristian Ritondo, Silvia Lospennato, María Eugenia Vidal, Diego Santilli, Martín Maquieyra y Damián Arabia; los radicales Rodrigo de Loredo, Karina Banfi, Soledad y Carla Carrizo; y los federales Miguel Pichetto, Emilo Monzó, Nicolás Massot y Oscar Agost Carreño, junto con Carlos Albertos Fernández (de Innovación Federal). Son las espadas legislativas que le van a garantizar al oficialismo la media sanción de su ley, aunque en la votación artículo por artículo puede que algunos capítulos de la ley ómnibus se caigan porque el Gobierno no dio el brazo a torcer en todas sus exigencias.
“Vamos a firmar”, acotó en la noche del martes uno de los diputados opositores tras la cumbre en el despacho de Menem y mientras apuraba el paso para salir del Congreso, cruzar la avenida Rivadavia y subir a la sala 2 del Anexo C de Diputados, donde se reunía el plenario de comisiones desde las 21, tres horas después del horario original al que se había agendado. Algunos vecinos hacían un acotado cacerolazo en la vereda del Parlamento.
Si bien La Libertad Avanza tenía el apoyo de la mayor parte de la oposición blanda, ese acompañamiento no era total. Parte de los radicales referenciados en Facundo Manes terminaron diferenciándose del resto del bloque, la Coalición Cívica también decidió cortarse sola de su interbloque encabezado por Pichetto, y lo mismo los socialistas santafesinos junto con Margarita Stolbizer. Todo, sin contar los de rechazo que hubo de Unión por la Patria y la Izquierda.
“Estaban escribiendo el dictamen de los gobernadores”, dijo una fuente parlamentaria sobre la reunión a puertas cerradas definitoria para el dictamen oficialismo, donde se condensó el frenesí de otros encuentros de alto voltaje que hubo durante el martes: por un lado el entrerriano Rogelio Frigerio visitando en Casa Rosada al ministro del Interior, Guillermo Francos, y a Caputo; y por otro el santafesino Maximiliano Pullaro en un gira a los diputados de la UCR, el PRO y HCF en la misma Cámara baja. Al fin de la noche se sumó en las negociaciones el cordobés Llaryora a través de sus embajadores en Diputados.
Según una diputada que estuvo en las reuniones con el oficialismo, el Gobierno no se aprestó a conceder en su dictamen la eliminación de las retenciones sobre algunas economías regionales, que el proceso de privatización de un sinfín de empresas públicas no contemple al Congreso y que la actualización de las jubilaciones tenga un “empalme” que no sea perjudicial por la alta inflación de las últimas semanas. Serían artículos completos que caerían en la votación en particular en el recinto este jueves.
Otros ítems de la ley ómnibus que los mandatarios provinciales y la oposición aliada habían exigido al Gobierno para que sea parte del texto final eran que se elimine el aumento de 2 por ciento a las retenciones a la soja, el maíz y el trigo, y que la liquidación del Fondo de Garantía de Sustentabilidad pueda servir para saldar las deudas de las cajas jubilatorias de 13 provincias. Además reclamaron también que la Nación cumpla la disposición de la Corte Suprema sobre la coparticipación de la Capital Federal, que la recaudación del blanqueo de capitales sea coparticipable, que se bloquee la eliminación del Fondo Fiduciario para el Desarrollo Provincial (FFDP) y el Fondo Fiduciario Federal de Infraestructura Regional (FFFIR), y que se determine en el texto el salario mínimo docente. Por eso el acompañamiento fue “en disidencia”.
“¿Tienen el borrador del dictamen? ¿Por qué no hablan de él? ¿Por qué no lo defienden?”, se quejó el jefe de la bancada de Unión por la Patria, Germán Martínez, cuando al inicio del debate en comisiones aún se desconocía la letra final del dictamen del oficialismo y diputados de las ex tribus de JxC habían vuelto al despacho de Menem para seguir puliendo el texto.
“Más temprano que tarde vamos a tener una cantidad de diputados que se van a dar cuenta de que es un gravísimo error darle a este Presidente facultades porque quieren atropellar todo”, cerró Martínez. “LLA no tiene los números para aprobar este mamarracho”, alertó a su turno Myriam Bregman.
El debate se extendía hasta después de la medianoche porque el kirchnerismo había anotado a una decena de legisladores para hacer uso de la palabra y dilatar lo más posible la sesión. Luego jugaron al fleje del reglamento, dejando trascender que no presentarían su dictamen de rechazo para que sus firmas no se contabilizaran y obligando a LLA a buscar al menos 57 firmas para validar su despacho. Hasta entonces tenían 51.
El plenario reúne a 115 diputados para firmar dictamen. Con el total de las firmas libertarias y fuerzas provinciales, más 17 del PRO, ocho de los 16 radicales, cuatro de los nueve de HCF y los cuatro de Innovación Federal, el despacho oficialista completó 55 adhesiones, de las cuales 34 fueron “disidencias parciales”.
“Nosotros no creemos que la política va a ser la solución, creemos que la solución son los ciudadanos. Necesitamos que el Estado nos quite el pie de encima a los argentinos, para que podamos trabajar, para que podamos emprender”, dijo el libertario bonaerense Santiago Santurio. Fue de los pocos oficialistas que se animó a tomar la palabra en el debate mientras fuera de la sala, en la puerta a la terraza que tiene el Anexo C, el legislador porteño Marra aleccionaba a Oscar Zago, jefe del bloque de LLA, sobre el futuro de la votación. Fue una primera victoria pírrica para Milei en el primer paso de la ley ómnibus en el Congreso.
MC/JJD