Cristina Fernández de Kirchner salió a pedirles el voto a los afiliados del PJ para ser presidenta del partido, en las elecciones que se realizarán el próximo 17 de noviembre. Ese día, en que los peronistas celebran el día de la militancia, su lista se enfrentará a la que encabeza al gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela. “No busco nada para mí. El pueblo ya me otorgó honores que nunca pensé alcanzar”, expresó la mandataria en la misiva, que —según se hizo saber— se distribuyó entre los afialiados de todo el país.
En esta última carta, que al final lleva su firma, la mandataria expresa un contenido similar al de la carta abierta que publicó en sus redes sociales hace 18 días en la que “aceptó” el pedido de sus propios seguidores para postularse a la conducción del partido.
La presidencia del PJ se encuentra acéfala desde que el excompañero de fórmula de CFK, el expresidente Alberto Fernández, renunció sumido en el ostracismo político por el fracaso del gobierno del Frente de Todos y hundido definitivamente por la denuncia por violencia de género que presentó en su contra su expareja Fabiola Yáñez.
En su carta, Cristina, sin dar nombres, buscó diferenciar su intransigencia con el gobierno de Javier Milei del colaboracionismo en que, según ella, incurren otras figuras del peronismo, lo que probablemente sea una pista sobre la línea discursiva de su campaña contra Quintela. “Las imágenes de legisladores y gobernantes de nuestro partido apoyando a Milei en el Congreso; votando favorablemente medidas como el RIGI (Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones) o validando su veto contra los jubilados y las universidades, es algo que no podemos ignorar, ni aceptar”, sostuvo.
Para la ex vicepresidenta de Alberto Fernández, este es un momento en el que el PJ debe asumir una “responsabilidad histórica” y convertirse en la herramienta política capaz de reconstruir un Movimiento Nacional y Popular que, junto a otras fuerzas políticas y sociales, “protagonice los mejores momentos de la Patria”. Aseguró que es fundamental “volver a unir las esperanzas con las acciones para poder construir objetivos y llevarlos adelante con el coraje y la decisión de iniciar un proceso de ordenamiento interno”.
Según Cristina, el panorama actual exige acciones claras, y el PJ debe estar a la altura para responder a una crisis que afecta los intereses del país y de sus ciudadanos. “Porque es la Patria la que está en peligro y la que nos convoca en este momento de odio y destrucción que encarna el gobierno de Javier Milei y su socio, Mauricio Macri”, cuestionó.
Esta última carta de Cristina —que se titula La patria nos convoca, tiene el sello del PJ y las fotos de Juan Domingo Perón y Eva Duarte, juntos, y la de Néstor Kirchner, al lado— se difundió dos días después del glacial saludo que se dio con el gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, en La Plata, durante un acto de Abuelas de Plaza de Mayo, en medio de la tensión por la interna del PJ.
Kicillof, que fue viceministro y ministro de Economía de la segunda presidencia de Fernández de Kirchner, de quien además fue uno de sus funcionarios más cercanos y valorados, no se pronunció a favor de la postulación de la exmandataria a la conducción del PJ. Más bien se le atribuye favoritismo y apoyo al otro candidato, “El Gitano” Quintela.
Como otras tanta veces, en esta carta Cristina volvió a apelar al recuerdo de los logros obtenidos entre 2003 y 2015, durante los gobiernos de Néstor Kirchner —su esposo— y los suyos propios, resaltando la “movilidad social ascendente; el desendeudamiento, primero del Estado y después de las familias y las empresas; jubilados con dignidad; pibes con futuro que estudiaban con su computadora; trabajo bien remunerado que permitía planificar, progresar y ahorrar; escuelas y hospitales como nunca antes; pymes creciendo y exportando; ciencia y tecnología en pleno desarrollo; plan de obras públicas inédito; integración latinoamericana”
JJD