“Vendo leche Vidalac”, dicen tres anuncios de diferentes usuarias de Facebook en Marketplace, la sección para compras y ventas de la red social. Ofrecen cajas de leche en polvo que llevan el sello “prohibida su venta y/o comercialización”. Es la leche de la misma marca que hace menos de 24 horas el Ejército argentino descargó en el centro Conin de Las Heras Mendoza y que estaba destinada a comedores y merenderos. Las vendedoras responden comentarios, dejan sus número de teléfono y una, incluso, ofrece repartos a domicilio. Esta última vive en el barrio 26 de enero, ubicado a tres minutos en auto, por la calle Lisandro Moyano, de la fundación que dirige Abel Albino.
“Nosotros sabíamos que esto iba a pasar. La posibilidad de que pasara con tantísimos kilos estaba. Iba a pasar”, le dice a elDiarioAR Diego Álvarez, director de Conin, sobre la oferta en redes sociales. Ahora la Oficina Fiscal N° 6 de Mendoza trabaja en una denuncia por defraudación en perjuicio de la administración pública que tramita bajo el expediente 64679/24. Mientras tanto, una de las mujeres que ofrece la leche en redes sociales parece estar enterada de que hay una investigación en curso y aunque le responde mensajes a este diario que la contacta para intentar una compra se muestra esquiva.
–Hola. ¿Te queda leche para vender?
–Audio: Hola, ¿cómo estás? ¿Cuántas estarías necesitando? Y, te consulto, ¿podés pasar por casa porque realmente no estoy entregando a domicilio?
–¿No hacés entregas en el centro? ¿Dónde queda tu casa?
–Audio: No, no hago entregas en el centro. Soy de Las Heras, del barrio 26 de enero
–¿El 26 de enero es el que está cerca de Panquehua? Quiero comprar varias, pero quisiera saber la fecha de vencimiento. ¿Me pasás una foto de eso?
–Sí, ahora te envío. Bancame un momento que estoy comprando.
La comunicación nunca se reanuda. Ante la insistencia por una respuesta, aparece el “visto”. En las publicaciones hechas en Facebook la gente deja comentarios de indignación y enojo: “¿Esa no es la leche que entregaron a los comedores?”; “Y si se la dan a cualquiera. Hasta en los negocios del barrio la he visto”, dicen algunos. Otros piden precio insistentemente. La operación continúa por privado.
Días atrás, elDiarioAR recorrió el centro Conin de Las Heras y entrevistó a Andrea Ceccarelli, su directora. Consultada acerca de cómo sería el operativo de distribución y cómo se ocuparían de que la leche llegara a quienes la necesitan y no fueran a lucrar con ella, respondió: “No somos un organismo de control. Nosotros tenemos doce merenderos apadrinados y los hemos visitado a todos. Hemos visto que realmente se estén cocinando los alimentos que nosotros les damos, que lleguen a los beneficiarios, y con esos 12 veníamos trabajando muy bien, los conocemos, sabemos su dinámica, pero ahora, bueno, no somos un organismo de control”. Hoy, como Álvarez, confirmó que se radicó una denuncia.
El objetivo del Gobierno, según expresaron en reiteradas oportunidades sus funcionarios, es cortar con los “intermediarios” para que la ayuda social llegue directamente a quienes la necesitan y evitar los “curros”. La venta de la leche en polvo destinada a comedores, en un contexto en el que alrededor de 10 millones de chicas y chicos en Argentina comen menos lácteos que en el 2023, es un paso en falso.
El enojo de los movimientos sociales y un pedido de ayuda contrarreloj
La idea de distribuir los alimentos que el Gobierno tenía almacenados en galpones de Villa Martelli y Tucumán a la Fundación Conin a través del Ejército surgió luego de que el Ministerio de Capital Humano, que conduce Sandra Pettovello, fuera intimado por la justicia a entregar los alimentos que tenía almacenados en galpones ya que la mercadería estaba próxima a vencer.
La existencia de toneladas de alimentos sin distribuir fue denunciada por una investigación periodística del sitio web El Destape y recogida por el Poder Judicial a través de la denuncia de Grabois.
Como Pettovello venía denunciando la existencia de “comedores fantasma” vinculados a líderes piqueteros o de organizaciones sociales, optó por entregarlos a Conin, una fundación dirigida al polémico Abel Albino, un pediatra del Opus Dei que niega el uso del preservativo en la prevención del VIH.
Finalmente, la Cámara Federal porteña confirmó la cautelar del juez Sebastián Casanello que le ordenó al gobierno elaborar un plan de distribución inmediata de los alimentos almacenados para comedores populares y merenderos.
El problema detrás de esto es que Conin no tiene la logística necesaria para distribuir tanto volumen de alimentos. Tampoco las herramientas para controlar que no sucediera lo que está pasando. Entonces, en Mendoza, al igual que en otros puntos del país como el AMBA y Rosario, la fundación de Albino pasó de relegar a piqueteros y organizaciones sociales a pedirles ayuda.
Pablo Soloa, dirigente del Movimiento Evita en Mendoza, le dijo a este medio: “Según el método de ellos (del Gobierno), le daban la leche a Conin y pedían los datos de las personas, etc. O sea, nos empezaron a poner trabas a nosotros para entregarla porque supuestamente así iban a controlar que nadie la vendiera porque ellos piensan que nosotros la vamos a vender. No nos la entregaron a nosotros y aún así les pasó”.
Alejandra, una militante del Movimiento Evita que trabaja en un comedor del departamento de San Martín, explicó a elDiarioAR lo que sucede en su municipio. “Ha sido bastante confusa la manera de proceder. Conin, aparentemente, se ha comunicado con el municipio de San Martin y ellos les han pasado los datos de los merenderos. Así, Conin se comunica directamente con los referentes de esos merenderos. El municipio tiene esos datos porque casualmente desde las organizaciones sociales estamos gestionando hace tiempo la entrega de mercadería para los merenderos del departamento. Utilizaron esa base de datos y se la enviaron a Conin para que se comuniquen directamente con los referentes de los merenderos. A estos referentes les pasaron dos direcciones hoy: una para retirar leche que les entrego Conin y otra para que les entregue leche el municipio”.MM/MG