Lo reveló elDiarioAR, hace un año. El expediente provocó un estruendo en el negocio del futbol, generó expectativa en el más alto nivel, sacudió a los gigantes que actuan en la industria del entretenimiento y provocó cortocircuitos en la cúpula del Frente de Todos. Pero entró en la dimensión desconocida durante todo 2021, pese a que Alberto Fernández se declaraba ante su entorno como uno de sus principales impulsores. Finalmente, cuando el tema parecía haber quedado dormido, tuvo su resolución esta semana.
El secretario de Comercio Roberto Feletti firmó la resolución 2022-11-APN y le dio respaldo al dictamen de 138 páginas que la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia había presentado el 23 de diciembre pasado. Ahora The Walt Disney Company, el conglomerado que en 2019 compró Twenty First Century Fox a nivel global y se quedó en Argentina con el 64% del mercado de las señales deportivas, tiene un año y seis meses de prórroga para desinvertir y habilitar la competencia en un rubro en el que ostenta una elocuente posición dominante: es dueña de Fox Sports, Fox Sports 2, Fox Sports 3, ESPN, ESPN 2, ESPN 3, ESPN+ y ESPN Extra pasaron a tener un sólo dueño.
Con sus tres señales deportivas básicas, Fox ocupa el 32,7% del mercado de televisión paga y, con las cuatro de ESPN, Disney concentra otro 31,3% del mercado. Por fuera, sólo existe TyC (32,4%) y DeporTV (3,5%). Sin embargo, Defensa de la Competencia incluyó en su dictamen un mecanismo que obliga a Disney a responder antes y no seguir postergando una situación que, de facto, ya lleva tres años. Hasta que la desinversión se lleve a cabo, la fusionada tiene que transmitir de manera abierta y gratuita eventos deportivos relevantes de cada una de las competencias definidas como “contenidos fundamentales” de que dispone (Libertadores, UEFA, NFL, MLB, Fórmula 1, entre otras) y transmitir bajo esta modalidad un partido de River o Boca cada fecha del torneo local de fútbol. Según especifica el dictamen, esos contenidos deben estar disponibles “para todas las señales de televisión abierta y paga que requieran la retransmisión”. “Pusimos un ancla ahora porque no queremos que nos sigan bicicleteando un año más. Tienen 20 días hábiles” le dijo a elDiarioAR una fuente del Gobierno que trabajó en el tema y conoce bien el procedimiento a seguir.
Desde Disney dijeron a este diario que por el momento no van a hacer comentarios y no está claro si elegirán la vía del reclamo judicial o buscarán hacer una oferta que conforme a las autoridades. A cargo de la firma en América Latina está el abogado argentino Diego Lerner, aunque lo más probable es que el tema se eleve al board de la compañía en Estados Unidos, como sucedió hace poco más de un año, cuando la empresa entró en un conflicto con TNT Sports por el botín del torneo local. El accionista principal de TNT es Turner Internacional, propiedad a su vez de la poderosa AT & T.
Desde Disney dijeron a este diario que por el momento no van a hacer comentarios y no está claro si elegirán la vía del reclamo judicial o buscarán hacer una oferta que conforme a las autoridades.
La división en el Gobierno
Desde el inicio, el tema que le interesaba saldar al Presidente para promover la competencia y cuestionar la concentración dividió al Gobierno. Entre los funcionarios que tuvieron intervención en el caso estaban el ex secretario de Medios Francisco Meritello -entrevistado por elDiarioAR sobre el conflicto hace casi un año-, el ministro de Deportes Matías Lammens y el gerente de Relaciones Institucionales de YPF, Santiago Carreras, que representa la postura de Máximo Kirchner en el mundo del fútbol. Ninguno de ellos parecía tan dispuesto como se decía el Presidente para avanzar con un pronunciamiento que complique a Disney. Tampoco Sergio Massa, a quien en el oficialismo admiten como cercano a Lerner, el CEO de Disney.
Mientras Paula Español estuvo al frente de la secretaría de Comercio, el expediente parecía haber quedado archivado sin fecha y la llegada de Feletti coincidió con la definición de un caso que el gobierno tenía pendiente desde hace dos años. Como siempre, son muchos los que interpretan que la resolución del tema contó con el impulso y el aval de Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, en las oficinas del gobierno que trabajan en el área de defensa de la competencia afirman que el dictamen tuvo el aval del ministro de Desarrollo Productivo Matías Kulfas y que solo se dilató porque se cumplieron con todos los pasos necesarios hasta llegar a la definición.
Si bien la operación se firmó en 2019, durante el primer año de la pandemia todo estuvo paralizado y el gobierno nacional prácticamente no intervino en el caso. En 2021, basado en el artículo 14 de la ley 27.442 de Defensa de la Competencia, sancionada en 2018, se abrió un proceso que comenzó con el “informe de objeción”, una instancia intermedia que le da oportunidad de adaptarse a la ley a las empresas que ostentan posición dominante. Hubo dos audiencias especiales de acuerdo en las que Disney ofreció su “propuesta de remedios” para mitigar la concentración en el mercado: la primera fue el 21 de mayo artículo y la segunda el 27 de octubre. En ese segundo intento, la empresa propuso incluso un comprador para los derechos de los que decía desprenderse: MediaPro, un grupo empresario español creado en 2006 y con el cual tanto Disney como Lerner tienen emprendimientos en común.
Los fundamentos
Dueña de una capacidad de lobby que se siente fuerte en el negocio del fútbol y trasciende las fronteras, la multinacional dilató todo lo que pudo la presentación de la información que demandaba la CNDC y fue representada en el expediente por el poderoso estudio Marval O'Farrell Mairal. Sin embargo, el dictamen firmado por el presidente de la CNDC Rodrigo Luchinsky y los vocales Guillermo Pérez Vacchini, Balbina Griffa Díaz y Pablo Lepere rechaza los ofrecimientos de Disney por considerar que la empresa apuntaba a desprenderse de contenidos que generaban una décima parte del rating del conglomerado, tenían un alcance en el tiempo limitado y no facilitaban la competencia efectiva en el mercado.
Para la CNDC, “la operación genera un incremento sustancial en la concentración en el mercado de comercialización de señales deportivas básicas, con un aumento en el poder de mercado y de negociación de las empresas. Los efectos unilaterales más significativos son la alta probabilidad de que las empresas incrementen los precios de este tipo de señales a sus clientes (...) Dado el tipo de comercialización que utilizan las partes, es también altamente probable que se produzcan efectos de cartera, extendiendo el mencionado poder de mercado adquirido con la operación al resto de sus señales, en detrimento de los consumidores. Por último, este tipo de comercialización de venta paquetizada podría retrasar o impedir la innovación aguas abajo, en el mercado de televisión paga y/o de servicios audiovisuales no licenciados”.
Según el pronunciamiento estatal, Disney puede elevar los precios del abono y sacar beneficio también ante los cableoperadores que demandan sus contenidos. En uno de los pasajes del dictamen, los miembros de la Comisión señalan de hecho que la empresa que concentra el 64% del share ya obtuvo beneficios de su posición dominante. “Con posterioridad a la fusión, Disney modificó las condiciones de negociación, ofreciendo las señales fusionadas de manera conjunta, incrementando el precio percibido por las básicas y premium, limitando la venta de contenidos a otras OTT -plataformas vía Internet- e incluso retirando contenido del servicio premium hacia su propia OTT. Estas conductas evidencian la voluntad de ejercer el poder de mercado que, de aprobarse la operación, alcanzaría Disney”, dicen.
El dictamen también apunta a que la compañía que conduce Lerner en América Latina no pueda elevar la proporción entre lo que cuestan sus servicios y lo que vale el abono que pagan los consumidores. La comisión consultó a distintas empresas distribuidoras de señales pagas sobre el impacto del costo del abono de Fox y Espn en el total del abono básico: el resultado fue 20% en los casos de Telecom, Telecentro y AMX, 35% en el de Telefónica y hasta 50% en Colsecor, una entidad de origen cordobés que reúne a cooperativas que en 270 localidades de la Argentina de 21 provincias.
Desde que avanzó con la fusión, Disney vació de contenido las señales de Fox y concentró sus actividades en ESPN, hacia donde migraron los periodistas más conocidos y la mayor parte de su actividad. La única excepción era Fox Premium, dueña del 50% de los derechos de televisación del torneo local. Según fuentes del mercado le dijeron a elDiarioAR, el objetivo de la empresa era apagar los canales de Fox desde el 1 de febrero y mudar todos sus contenidos a su propia OTT, la plataforma Star+, algo con lo que ni siquiera Lerner estaba de acuerdo.
El dictamen no apunta a que la megafusión se resuelva con la venta de Fox sino de parte de los derechos del conglomerado. Eso generó contó comentarios de respaldo de voces que son críticas del gobierno nacional. El profesor de la Universidad Torcuato Di Tella y consultor de empresas en temas regulatorios, Marcelo Celani, por ejemplo, afirmó que “La CNDC subordinó la fusión Disney-Fox e impuso medidas conductuales adicionales. La confirmación de esta posición está en línea con los cambios de aire a nivel internacional en materia de fusiones”.
DG