Alberto Fernández se aprestaba después del mediodía de este martes a partir a Nueva York con rumbo a Washington, donde mañana se reunirá con el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, uno de los principales, si no el principal, acontecimiento de la agenda internacional de su mandato. Poco antes de abordar, Fernández fue recibido por el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en la sede del Organismo de la Avenida 1 y 46 de esta ciudad.
Fernández encabezó anoche una cena con un grupo de “inversionistas” en el Council of the Americas, organizada por la siempre amigable Susan Segal. Fue su única actividad en los dos días que pasó en Nueva York. Argentinos casi todos los presentes, el Presidente recibió preguntas puntuales sobre la situación política en el país, no exentas de alguna toma de posición y críticas. Fue, por momentos, un encuentro incómodo.
La noche, con todo, terminó en el Hyatt Park de la 57 y 7º, el hotel donde se alojó el Presidente, con un brindis por el cumpleaños del secretario general de la Presidencia Julio Vitobello.
En la cena del Council of Americas, el Presidente defendió, desde luego, su gestión. Tomó el impulsó inicial de Segal, que había valorizado la gestión del gobierno argentino durante la pandemia. Básicamente, el Presidente habló de los dos años consecutivos de crecimiento económico -la Argentina sin embargo está profundizando el parate de los últimos meses- y las cifras de creación de empleo.
Cuando se llegó al momento de las preguntas, un representante del gigante AmBev, dueño de Quilmes, fue al punto y le preguntó al mandatario por su reelección. Fernández reiteró las definiciones que viene dando en las últimas semanas: “Haré cuanto pueda para garantizar el triunfo del peronismo y evitar el regreso del liberalismo a la Argentina”.
Fuentes de la delegación mencionaron que un representante de la banca JP Morgan, de quien no trascendió su nombre, habló del escenario de “incertidumbre económica” y lo asoció al las gobiernos peronistas.
Fernández no perdió la compostura, pero soltó un relato sobre cómo los gobiernos de corte “liberal” generaron pobreza y retroceso económico en la Argentina. Mencionó a la dictadura militar y dio los nombres de Carlos Menem y Fernando de la Rúa.
El mismo comensal cuestionó que la dirigencia argentina no perseverara en asumir un compromiso básico de 10 puntos para salir de la crisis de la última década. “¿A quién se le ocurriría pedirles a (Joe) Biden y (Donal) Trump que se pongan de acuerdo? ¿A quién que (Emmanuel) Macron acuerde con la oposición que está incendiando París?”, respondió el Presidente.
La cena tuvo un capítulo económico específico: se habló de las posibilidades de la Argentina de produccion minera, de la industria farmacéutica y del litio, del que la Argentina es principal proveedor a los EEUU. Será tema con Biden.
WC