Patricia Bullrich consiguió su foto de familia con la UCR. Sin euforia, el buró radical se mostró con la candidata a presidente de JxC y se alineó detrás de la táctica nacional que definió el comando de campaña de la dirigente del PRO que tiene, como mandamiento primario, seleccionar como rival electoral a Sergio Massa, aquí y ahora el duelista con quien pelea por un lugar en el balotaje contra el minarquista Javier Milei.
De la reunión con la UCR, Bullrich se llevó un puñado de bendiciones. La más relevante fue el apoyo radical, expresado por Martín Lousteau, a la incorporación de Carlos Melconian como jefe de equipo económico y futuro super ministro en un eventual gobierno bullrichista. El fallido candidato a jefe de Gobierno porteño respaldó el programa “heterodoxo” que Melconian armó con el equipo de la Fundación Mediterránea.
El radicalismo movió más rápido y enfático que Mauricio Macri, con quien el miércoles se reunió Bullrich antes del encuentro con la cúpula de la UCR. Una de las tareas que le toca a la candidata es tratar de administrar la tirria entre el expresidente y buena parte de la dirigencia radical. En el encuentro del miércoles, el senador formoseño Luis Naidenoff, deslizó un reproche por el coqueteo de Macri con Milei. Bullrich, ecuménica, gambeteó el asunto.
Aunque la hoja de ruta de la campaña de Bullrich consiste en confrontar con Massa, para muchos radicales, entre ellos Naidenoff, el problema es Milei. En Formosa, La Libertad Avanza (LLA) quedó segunda detrás del peronismo, y si ese resultado se repite en octubre, Naidenoff perderá su banca en el Senado. Algo similar ocurre en Jujuy: el triunfo de Milei arrastró a la boleta de senadores, y JxC quedó segundo, casi empatado con Unión por la Patria (UP), en el territorio de Morales. En la UCR ven complicado que ambos resultados puedan revertirse.
En general, en las provincias, el “enemigo” electoral que más afectó a JxC fue LLA más que el peronismo. En Córdoba, según observa una fuente de la UCR, “Juntos perdió 500 mil votos” y, según esa lógica, la elección de octubre es mejorable en volumen y porcentaje. En algún punto, aunque se disputan un lugar en el balotaje, en las provincias UP y JxC comparten el interés de tratar de crecer a expensas de una potencial sangría de votos de Milei.
Apuestas
En el Senado, Alfredo Cornejo comentó con sus pares que la elección de Mendoza, donde su principal rival es Omar De Marchi, abre algunos interrogantes. En esa provincia, en general, no suele haber triunfos aplastantes y el coqueteo de De Marchi con Milei podría, eventualmente, tener un efecto electoral sobre todo porque La Libertad Avanza quedó primera en las PASO nacionales, 15 puntos arriba de JxC. Si bien las elecciones provinciales no suelen replicar las nacionales -y la primaria presidencial verificó ese dato porque los resultados son cambiantes respecto a las locales- en Cambia Mendoza, siguen con atención las novedades. Detectan, sobre todo, que parece haber un corrimiento de “voto útil” desde el peronismo, que hizo una muy mala elección, hacia De Marchi. Hubo, de hecho, algunos acuerdos entre el diputado, que supo ser jefe de campaña de Horacio Rodríguez Larreta, y dirigentes territoriales del PJ.
En la UCR creen que el resultado puede ser ajustado pero que la provincia no está en riesgo. Si De Marchi diera el batacazo podría, en cierto modo, considerarse que es el primer gobernador de LLA.
Además de Mendoza, la UCR apuesta a que Maximiliano Pullaro gane en Santa Fe, donde tuvo una gran PASO no solo porque vapuleó a Carolina Losada sino porque, además, el frente de frentes, derrotó por 35 puntos al peronismo. Pullaro se encamina a ganar la provincia en unos días. A su vez, el radicalismo tiene expectativas en el Chaco donde derrotó por unos puntos a Jorge Capitanich en las PASO pero luego, en la primeria presidencial, UP ganó la provincia lo que se leyó como una señal de reordenamiento interno luego de las dispersiones para la pelea por la gobernación. El radical Leandro Zdero apuesta, sin embargo, al balotaje chaqueño.
Ese potencial crecimiento territorial tiene, como contracara, el riesgo de que la UCR pierda volumen y presencia, sobre todo en manos de Milei, en el Congreso nacional. Para que eso no ocurra, “necesitamos que Bullrich no se hunda. Si sale segunda o tercera, que no quede lejos de sus rivales”. Si en octubre se repitiera el resultado de las PASO, el radicalismo quedaría con 36 diputados y 14 senadores. Según la cuenta de un operador radical, “la UCR pierde ocho bancas en Diputados y 4 en Senado, aunque suma -si se repite la PASO- a Maxi Abad por la provincia de Buenos Aires”.
La expectativa está, en paralelo, en que haya una mejora de Bullrich y eso permita recuperar otras bancas. La cuenta que hacen en la UCR es la siguiente. En Buenos Aires, se necesitan 700 votos para que entre Sebastián Salvador, en Catamarca 2.000 votos para que entre Luis Vergara, en Entre Ríos, se necesitan 10.000 votos para entre María Jarolavsky, 3000 para que entre Ricardo Buryaile por Formosa y 10 mil para que Patricia Gimenez ingrese por Mendoza.
PI /MG