Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.
Ritondo y Santilli presionan a Macri

Una foto con Karina para confirmar un acuerdo con La Libertad Avanza en la Provincia de Buenos Aires

Javier Milei reunió a su mesa política para anunciar el inicio de acuerdo con Diego Santilli y Cristian Ritondo en la provincia de Buenos Aires.

María Cafferata

18 de marzo de 2025 06:47 h

0

Mauricio Macri se enteró de la visita a la Casa Rosada la noche anterior, durante un zoom de la mesa PRO. El expresidente llegó a dar un renuente OK, casi una puesta en escena de un acuerdo forzado, y eso fue todo: no había lugar para él en la mesa bonaerense encabezada por Javier y Karina Milei. Sí había, en cambio, para los dos principales impulsores del acuerdismo en el partido amarillo, Cristian Ritondo y Diego Santilli, que organizaron el encuentro en Casa de Gobierno y vienen presionando para cerrar una alianza electoral en la Provincia de Buenos Aires para hacerle frente a Axel Kicillof. Con Macri o sin Macri.

La previa fue tensa. El domingo a la noche, Mauricio Macri encabezó una encuentro virtual con el resto de la mesa ejecutiva del PRO, compuesta en su mayoría por los pocos leales que le quedan –como Fernando de Andreis, Jorge Macri y María Eugenia Vidal– y los dos principales exponentes del acuerdismo bonaerense, Santilli y Ritondo. Se conversó sobre las alianzas potenciales y Ritondo comentó, casi al pasar, que al día siguiente se daría un encuentro de alto voltaje político en la oficina de Karina Milei, en donde se buscaría dar inicio oficial a las conversaciones para cerrar un acuerdo electoral en la Provincia de Buenos Aires.

Macri dio su visto bueno. En su entorno insisten en que el expresidente no le cierra la puerta a un acuerdo con LLA, sino que es el oficialismo el que no da muestras de querer acordar. Sus detractores internos, en cambio, deslizan que no tenía otra: “Está a una jugada del jaque mate. Si decía que no podíamos salir, a las 12 horas, con un comunicado con la mitad de los dirigentes del PRO pidiendo un acuerdo con LLA. ¿Y qué van a hacer? ¿Pedirnos a todos que nos desafiliemos?”, razona, irónico, un dirigente de peso del PRO bonaerense. 

El referente del ala acuerdista aludía, así, a otro hecho que había generado tensión en la previa del gran encuentro en la Casa Rosada. ¿Cuál? El pedido de Facundo Pérez Carletti, secretario general del PRO, de desafiliar a Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich. El santiagueño, aliado de Macri, proponía fijar de una vez una postura partidaria ante la fuga de dirigentes amarillos que pasaban a integrar las Fuerzas del Cielo. “Si tu partido en tu distrito toma una decisión y vos jugás por afuera no podes seguir formando parte del partido. Lo dice la carta orgánica”, razona un dirigente que abreva a esta iniciativa. 

Facundo Carletti no está solo: en el ala macrista del PRO —cada vez más reducida pero con control del partido— son varios los que insisten en que llegó el momento de transparentar las lealtades y “dejar ir” a quienes ya están pintados de violeta. Un mensaje cuyo principal destinatario son los bullrichistas, que aún integran el partido pese a identificarse más con el gobierno libertario que con Mauricio Macri. La propuesta de Pérez Carletti no llegó a mayores, pero el reclamo está presente en gran parte del macrismo residual. Y se percibe con claridad cada vez que un dirigente del PRO se mueve respondiendo a las directrices de LLA. 

Un momento de tensión similar se vivió en la Cámara de Diputados el mismo lunes, poco después de que Presidencia publicitara la foto de los hermanos Milei con Ritondo Santilli. Por esas horas, Martín Menem trabajaba para convocar una sesión para tratar el DNU del acuerdo con el FMI el miércoles. Era una jugada arriesgada: ese mismo día la oposición había emplazado las comisiones para dictaminar la creación de una comisión investigadora para el caso Libra y, además, se esperaba una nueva convocatoria en defensa de los jubilados afuera del Congreso. Menem había solicitado apoyo y, cuando Silvana Giudici escribió en el grupo para pedir firmas para acompañar el pedido de sesión, más de un diputado del PRO pegó el grito en el cielo. 

Finalmente,el pedido de sesión llegó con la firma de los más grandes impulsores del acuerdo electoral con LLA. Ahí estaban Ritondo, Giudici, Santilli, Alejandro Finnochiaro y los bullrichistas Damián Arabia y Laura Rodríguez Machado. Un respaldo orgánico a LLA que le daba un nuevo empuje a la foto de Casa Rosada. 

Una foto vale más que mil palabras

La imagen fue un mensaje en sí mismo: Karina Milei, la principal impulsora de la lógica del armado electoral 100% puro, sonreía junto a Ritondo y Santilli y prometía “erradicar el populismo de la Provincia de Buenos Aires”. Y la foto la coronaba el propio Milei con su presencia, quien suele dejar esos manejos a su hermana y sus armadores, como Sebastián Pareja y Lule Menem. Para los viejos lobos de mar de la política, la foto significaba una sola cosa: Karina, finalmente, se prestaba a bajar el hacha de guerra y admitía sentarse a negociar con una parte del PRO para ganar PBA.

El Gobierno se siente débil después de lo de Libra y el operativo de seguridad que terminó con el fotógrafo herido. El acuerdo con el PRO tiene que ver con fortalecerse y mostrar que el miércoles, a diferencia de Macri, van a cerrar un acuerdo con el FMI por más quilombo que haya en la calle”, reflexiona uno de los dirigentes que impulsa, puertas adentro, el acuerdo con LLA. Realidad o expresión de deseo, en el PRO bonaerense perciben que el Gobierno ahora los necesita más y por eso está más dispuesto a conversar. 

El encuentro, sin embargo, es recién el primer paso. “Hoy empieza un camino en común”, insistió Ritondo, a la salida del encuentro, ante las preguntas de los periodistas, ratificando una cautela que permea en el resto del PRO bonaerense. Incluso los más rebeldes intuyen que en PBA, en pos de armar un frente común para evitar la victoria de Unión por la Patria, el PRO y LLA cerrarán un acuerdo. Pero nadie se anima aún a definir las condiciones de esa acuerdo.

Para lugares y nombres en las listas, insisten en el PRO, falta tiempo. Hasta entonces, la línea acuerdista del partido amarillo seguirán negociando, ya en conversaciones informales, para cerrar un acuerdo lo más orgánico posible. Es decir, con todos (o casi todos) adentro. El objetivo es traer a otras fuerzas, como la UCR más acuerdista. No será fácil: la UCR que lidera Maximiliano Abad suspendió, poco después de que se diera a conocer la foto, el encuentro pautado para este martes en La Plata. La cumbre, de la que iban a participar centenares de dirigentes e intendentes del ex Juntos por el Cambio, venía siendo organizada hace semanas, pero ante el guiño elocuente de Ritondo al Gobierno, en la UCR optaron por bajar la velocidad.

El PRO tomó esta decisión con ironía: saben que tendrán que negociar con prudencia con el radicalismo. Saben, incluso, que todo el proceso de cerrar una alianza con LLA, estará repleto de avances y retrocesos. Del otro lado de la General Paz, después de todo, la elección porteña se presenta como una bomba de tiempo. “La elección en CABA va a ser sangrienta y va a funcionar como catalizador de muchas ruptura”, profetiza un dirigente amarillo.

MC/JJD

Etiquetas
stats