Con la caracterización de “narcoterrorismo” sobre la situación en Rosario, el Gobierno anunció este lunes una batería de medidas de mano dura para intentar contrarrestar el aumento de la violencia ligada al narcotráfico que causó conmoción en los últimos días en la ciudad más poblada de Santa Fe. A partir de mañana la Casa Rosada enviará personal e infraestructura militar, encabezará un operativo de saturación callejera con agentes policiales, buscará junto a la Justicia de acusar a los detenidos de “terroristas”, enviará al Congreso una “ley antibandas”, y prometió avanzar contra el lavado de dinero y la portación de armas.
Esas fueron algunas de las medidas que anunció el Comité de Crisis en Rosario, integrado por el Gobierno nacional y el de Santa Fe: lo encabezan la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, y su par de Defensa, Luis Petri, y el gobernador Maximiliano Pullaro. Los tres, junto con el intendente Pablo Javkin, brindaron esta mañana una conferencia de prensa, un día después del asesinato a sangre fría de un empleado de una estación de servicio de 25 años, baleado por un sicario.
“En las próximas 24 horas estarán llegando personal de las Fuerzas Armadas, vehículos, transporte y logística”, anunció el ministro de Defensa, primero en hablar en la intervención a la prensa. Según el funcionario, las fuerzas armadas darán “apoyo a la seguridad interior” siempre respetando la ley de Seguridad Interior, que le pone límites estricto a los militares para actuar dentro del territorio nacional. Petri justificó el operativo oficial ante la “intempestiva narcoterroristra” que sufre la ciudad.
“Las Fuerzas Armadas son garantes de la paz. Cuando la paz está en peligro, se hace necesario su auxilio en el marco de la ley de seguridad interior”, afirmó el ministro, antes de darle el micrófono a Bullrich. La asistencia de las Fuerzas Armadas está contemplada en el artículo 27 de la Ley 24.059.
“Necesitamos terminar con el hormiguero y no agarrar hormiga por hormiga. Esto no es un problema de ganar, sino de hacerles la vida difícil”, dijo Bullrich a su turno.
Fue la ministra de Seguridad la que anunció que el Ejecutivo le va a pedir a la Justicia “la utilización de la ley antiterrorista” contra los narcos detenidos, lo que duplica las penas. Además dijo que se utilizará el uso de la figura del arrepentido. Bullrich aprovechó para cuestionar a los diputados que rechazaron la ley Ómnibus, donde se declaraba la emergencia en seguridad y se le daban amplias prerrogativas al Ejecutivo al respecto.
Sobre el envío de una “ley antibanda” al Congreso puso como ejemplos las políticas de mano dura aplicadas en El Salvador, Italia y Estados Unidos. “Cada integrante llevará al pena de la banda”, dijo la ministra, alcanzando incluso a los funcionarios o policías que puedan ser “comprados” por los narcos. “Ir a fondo contra el dinero es la manera de desestructurar esa red y capital de las bandas para comprar presos, sicarios y funcionarios”, señaló la ministra.
“Mientras se voten estas leyes, vamos a pedir a la Justicia medidas excepcionales a la altura del desafío que tenemos de narcoterrorismo”, amplió Bullrich sobre una política para “sacar las armas” que hay en los barrios de la ciudad. “Vamos a tener reuniones confidenciales con los jueces para tener la capacidad de controlar que Rosario no sea la ciudad con más armas del país”, adelantó.
El “cerco” policial se ampliará de dos a cuatro zonas calificadas como peligrosas. La ministra detalló que habrá un operativo de “saturación” en distintas zonas de la ciudad. Y especificó operativos de controles nocturnos, con una ventana de horario entre las 17 y las 7.
El envío de agentes de la Policía Federal, la Gendarmería Nacional, la Prefectura Naval, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y el Servicio Penitenciario como asistentes a la Policía de Santa Fe significará en principio el involucramiento de unos 450 agentes federales. No hubo detalles sobre la cantidad de militares destinados.
Pullaro le dio un fuerte respaldo a las medidas anunciadas por el Gobierno. “Están muy bien las nuevas normas que necesitamos”, dijo. Y volvió a advertir a los delincuentes involucrados en el narcotráfico: “Van a pasar la vida pudriéndose en la cárcel”. El mensaje que dejó ayer el sicario que mató al playero de 25 años reclamaba “el respeto de los derechos” de los presos como que puedan tener contacto con sus familias e hijos.
MC