Aliados en conflicto

El gobierno de Milei admite que Ficha Limpia “no interesa” y se tensa la cuerda con Mauricio Macri

La novela de Javier Milei y Mauricio Macri sumó esta semana un nuevo capítulo. El fracaso de la sesión en la Cámara de Diputados que iba a tratar la ley de Ficha Limpia, un proyecto motorizado por el bloque del PRO, expuso una vez más los desacuerdos entre el oficialismo y su principal aliado en el Congreso. Pese a que La Libertad Avanza había dejado trascender que contribuiría con el quórum, el debate nunca pudo comenzar y la iniciativa que buscaba impedir a dirigentes con condena en segunda instancia por hechos de corrupción, como la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, ser candidatos a cargos electivos nacionales, perdió definitivamente estado parlamentario.

“No hubo orden alguna para que se cayera Ficha Limpia en Diputados”, aclaró una alta fuente de la Casa Rosada, en un intento por matizar la polémica generada luego de que varios diputados libertarios se ausentaran este jueves del recinto. Algo que, sin embargo, también ocurrió con el resto de las bancadas. Sin ir más lejos, ni Cristian Ritondo logró cohesionar del todo a su tropa: los amarillos contaron con llamativos faltazos que contribuyeron a no llegar al número de 129 presentes necesario para dar inicio a la sesión.

En Balcarce 50 confesaban fuera de micrófono que Ficha Limpia es un tema que “no interesa demasiado” al oficialismo. Una posición que choca de frente contra las apreciaciones de los propios miembros de La Libertad Avanza en la Cámara baja, como el diputado correntino Lisandro Almirón, quien tomó la palabra en el recinto y rechazó la “rotunda” ausencia de muchos legisladores de su espacio.

Es que la posición tomada por el Gobierno también se contradice con lo dicho por el propio Milei el pasado 1º de marzo, cuando en la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso prometió que “las personas condenadas por corrupción, en segunda instancia, no podrán presentarse como candidatos en elecciones nacionales”. Tras realizar esa afirmación, fue aplaudido por todo el recinto. Sin mencionarlo de forma explícita, el mandatario aludía al proyecto de Ficha Limpia.

Recientemente, el encargado de explicitar ese giro discursivo oficial fue el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. “Creo que no es bueno que se piense que se sanciona una ley para proscribir a Cristina Kirchner”, sostuvo durante una entrevista con LN+, el fin de semana pasado, donde el ministro coordinador aclaró que está de acuerdo con “la sustancia” (de la ley), pero no con la “circunstancia”.

Así y todo, lo sucedido ayer dejó descolocados a los referentes del PRO, que acusan al oficialismo de romper un compromiso previo. Para los macristas, nada es casualidad: sospechan que Milei prefirió hacerse el distraído y alimentar así su apuesta a polarizar con el kirchnerismo de cara a 2025, permitiendo que la expresidenta continúe en carrera pese a su doble condena en la causa Vialidad.

“¿Queremos o no queremos un país sin corrupción? ¿De verdad nos interesa que los corruptos condenados no puedan seguir ejerciendo cargos públicos o queremos simular y usar esa debilidad como un instrumento de presión en otras negociaciones?”, fueron las “preguntas inquietantes y profundas” que se hizo Macri en su cuenta de X, en un tiro por elevación a aquella supuesta estrategia que comenzó a plantease la Casa Rosada. Curiosamente, la misma que desplegó él durante su presidencia, cuando apostó al enfrentamiento directo con Cristina. El desenlace es conocido: terminó en 2019 pavimentándole el camino de regreso al poder como vicepresidenta.

Esas sospechas de pactos espurios acrecientan todavía más la desconfianza que cruza desde siempre la relación entre La Libertad Avanza y el PRO. En los pasillos de la sede de Gobierno no faltan incluso aquellos que dudan de las buenas intenciones de Macri y, en duros términos, acusan al expresidente de intentar subirse al tema de la Ficha Limpia únicamente para beneficio propio.

Por su parte, en el PRO observan de reojo los movimientos de los senadores kirchneristas y sus eventuales apoyos a Ariel Lijo y Manuel García-Mansilla, los elegidos de Milei para cubrir las vacantes en la Corte Suprema. Macri es un férreo opositor a la candidatura del juez de Comodoro Py para ocupar un sitial en el máximo tribunal.

El expresidente sabe que los diputados que le responden demostraron ser un sostén para la gobernabilidad de Milei. Pero en el oficialismo hace tiempo que se esfuerzan en remarcar que lo que menos quieren es un cogobierno con el PRO. De hecho, Santiago Caputo se lo dejó claro a Macri durante la reunión que mantuvieron cara a cara a comienzo de octubre, en la escribanía que pertenecía al padre del asesor. El cónclave entre dos figuras que lejos están de profesarse mutuo respeto fue fructífero para las intenciones del Gobierno, que logró el acompañamiento del bloque PRO en varias votaciones clave. Una moneda que, sin embargo, sigue sin ser devuelta por Milei.

PL/JJD

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