Fernando Sabag Montiel, el hombre que gatilló un arma sobre la cabeza de la expresidenta de la Nación Cristina Fernández de Kirchner el 1 de septiembre de 2022, declaró este miércoles, en el inicio del juicio por el atentado, y reconoció que su intención fue matarla. La primera jornada finalizó a las 17.30 y el proceso será retomado el miércoles próximo a las 9.30.
Argumentó que lo quiso hacer porque, a su criterio, la ex vicepresidenta del Frente de Todos es “corrupta, roba y hace daño a la sociedad” y aseguró que “cualquier persona siente lo mismo”. “Yo el día del atentado apunté a la cara”, aseguró. “Gatillé una vez, no dos, y no le volví a dar recarga al arma porque fui interceptado”, completó.
Sabag Montiel, principal acusado del intento de magnicidio, aseguró además que es apolítico, que no es libertario ni antikirchnerista y que el atentado no tuvo connotación política. “Yo soy apolítico antes que nada, el incentivo por las cuales cometí el atentado no es por tener una posición en las antípodas del kirchnerismo o estar en un sector contrario. Mantengo mi calidad de apolítico, es por un tinte personal. El atentado fue con un fin personal y no para beneficiar a ningún sector político”.
Cuando le pidieron que se explayara, señaló: “Son cuestiones de incomodidad con lo establecido. No habría que redundar mucho. La doctora Kirchner es corrupta, roba y hace daño a la sociedad”.
Consultados sobre qué efecto creía que podía generar el crimen, anticipó “una desestabilización, una temida guerra civil, un enojo grande de la sociedad”. “A veces es mejor que no haya pasado de que haya pasado (sic)”, completó.
Sabag aseguró que gatillar en la cabeza de la expresidenta fue un acto “en contra de su voluntad”. “En el momento en que lo hago sentí que no lo quería hacer pero lo tenía que hacer”, dijo frente al tribunal. Fue consultado sobre si se siente arrepentido de lo que hizo. “Me sentiría más arrepentido si hubiera pasado. Con cargar a mis costas que me hubiera manchado las manos (sic)”.
Sabag mencionó entre sus motivaciones que el gobierno de Fernández de Kirchner lo “empobreció”, sin embargo era dueño bienes y autos. “Mis autos estaban rotos y no los podía reparar”, replicó. “Mientras más quería comprar las cosas más caras se volvían”.
Sabag Montiel, que se presentó al juicio con un cartel que decía “me tienen secuestrado”, desligó además a su entonces pareja Brenda Uliarte, otra de las acusadas, y a Nicolás Carrizo, integrante junto a Uliarte de la llamada “Banda de los Copitos” porque vendían esa golosina. “Con Brenda nunca compartimos la decisión de perpetrar el atentado (...) Yo la quería matar y ella quería que muera. Pero yo nunca le planteé o le ordené que lo haga, ni le di el arma diciéndole ‘hacelo vos’. Ella quería ser una espectadora del momento más que una partícipe”.
Dijo que “le tenía afecto por su situación de vulnerabilidad”. “La quería ayudar porque sufría amenazas. Amor, no sé. Sería cariño, compañerismo. Amor.. tendríamos que haber estado más tiempo y el atentado fue una interrupción. Ella empezó a mentir, es muy mentirosa”.
En relación a Carrizo, dijo que le plantaron un arma. “Mi relación con Carrizo fue breve, fugaz y corta. Lo conocí en una fiesta y solo tuvimos 4 o 5 meses de vínculo y solo por una cuestión laboral”.
Sabag Montiel, Uliarte y Carrizo son los principales acusados. Sabag Montiel está acusado como autor material de los hechos; Uliarte, como coautora; y Carrizo, como supuesto coordinador del atentado.
En el celular de este último fueron halladas comunicaciones vinculadas con la agresión en las que los acusados hablaban de su 'modus operandi'.
Supuestamente, Sabag, Uliarte y Carrizo simularon ser vendedores de “copitos” para urdir la trama.
Los jueces Sabrina Namer, Adrián Grünberg e Ignacio Fornari son los encargados de dar el veredicto del caso.
La vista oral se inició el miércoles a las 10:30 en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 6 de Argentina, situado en el imponente Edificio Comodoro Py de Buenos Aires.
El proceso se desarrolló en la sala AMIA, la más grande del complejo.
El testimonio de Sabag Montiel
Sabag Montiel, un ciudadano brasileño que tenía 35 años en el momento del atentado, se acercó a la vicepresidenta del Gobierno de Alberto Fernández mientras ésta saludaba a un grupo de seguidores que la apoyaban desde hacía varios días frente a su domicilio, en respuesta a un alegato de la Fiscalía contra la exmandataria por presunta corrupción durante sus dos períodos presidenciales.
Según pudo verse en las imágenes captadas por las cámaras de televisión, Sabag Montiel trató de disparar una Bersa Thunder 32 contra Fernández, sin que el proyectil saliese del cañón del arma.
Acto seguido, Fernández fue puesta a resguardo por miembros de su custodia mientras sus simpatizantes capturaron a Sabag Montiel y lo entregaron a la Policía.
Horas después de que se produjese el intento de magnicidio, el presidente Alberto Fernández convocó a los argentinos a manifestarse contra la violencia y tildó el atentado contra Cristina Fernández de “ataque a la democracia”.
Casi 300 testigos llamados a declarar
En un esfuerzo por esclarecer los hechos del 1º de septiembre de 2022, el Tribunal Oral Federal 6 convocó a casi 300 testigos. Este extenso listado incluye a figuras políticas, personal de seguridad, personas del entorno de los acusados y expertos en diversas áreas.
Entre los citados a declarar se encuentran la propia Cristina Kirchner, quien también es querellante en la causa, y miembros de su equipo de seguridad que estuvieron presentes durante el intento de magnicidio. La lista también abarca a expertos forenses, analistas de inteligencia y testigos presenciales que pueden aportar detalles cruciales sobre los eventos y las motivaciones detrás del ataque.
El papel de los acusados y la “Banda de los Copitos”
Los principales acusados enfrentan cargos graves que incluyen tentativa de homicidio doblemente calificado por alevosía y el concurso premeditado de dos o más personas, agravado por el uso de arma de fuego. Sabag Montiel, quien intentó disparar a quemarropa contra Kirchner, es considerado el autor material del ataque. Uliarte, su novia, y Carrizo, líder del grupo de vendedores de copos de azúcar conocidos como la “Banda de los Copitos”, son acusados de ser cómplices activos en la planificación y ejecución del atentado.
La “Banda de los Copitos” utilizaba su negocio de venta de copos de azúcar como una pantalla mientras vigilaban la residencia de Kirchner, integrándose en las concentraciones de apoyo a la vicepresidenta. Este grupo es objeto de minucioso escrutinio durante el juicio, con testigos clave proporcionando información sobre sus actividades y conexiones.
Un juicio extenso y detallado
Debido a la cantidad de testigos y la complejidad del caso, se espera que el juicio se extienda entre seis meses y un año. Las audiencias se llevarán a cabo cada miércoles en los tribunales de Retiro, bajo la supervisión de los jueces Sabrina Namer, Adrián Grunberg e Ignacio Fornari.
La fiscal Gabriela Baigún liderará la acusación, respaldada por los abogados de Cristina Kirchner, José Manuel Ubeira y Marcos Aldazábal. Las defensas de los acusados argumentan diversas estrategias, desde la incapacidad mental de Sabag Montiel para enfrentar el juicio hasta la alegada falta de conocimiento de Carrizo sobre el plan de asesinato.
CRM con información de agencias