“¿Tendrá el encuentro anunciado para hoy con el presidente venezolano Nicolás Maduro?” preguntaron los periodistas al presidente al presidente Luiz Inacio Lula da Silva, durante la conferencia de prensa ofrecida junto a Alberto Fernández en el Salón Blanco de la Casa Rosada. Los rumores acerca de esa cita corrieron entre “verdades y mentiras” durante los últimos días. Y, todo indicaba que hoy iría a concretarse a las 16 hora. Pero la incertidumbre sobre la venida del mandatario venezolano a la Argentina, según confirmó el propio Lula, indujo a cancelar esa bilateral.
Poco después llegó la confirmación oficial de que Madura no viajaría a Argentina.
Las relaciones con Venezuela dejaron de ser un tema tabú, tanto para Brasil como para la Argentina. A principios de diciembre del año pasado, cuando todavía era presidente electo, Lula da Silva recibió una misión norteamericana liderada por Jack Sullivan, consejero de Seguridad Nacional; Juan González, asesor para América Latina y Ricardo Zúñiga, secretario adjunto de Estado para el Hemisferio Occidental. La agenda de esa audiencia incluyó cuestiones referidas a la región sudamericana y, especialmente, dialogaron sobre cómo podría ayudar el gobierno brasileño a erigir un puente entre Washington y Caracas.
De allí que no debe sorprender que el nuevo gobierno, haya tomado al asumir como una de las primeras decisiones diplomáticas la de recuperar la sede de la embajada brasileña en el país sudamericano, cerrada durante la gestión de Jair Bolsonaro. El ex mandatario apoyó desde un inicio a Juan Guaidó, un político venezolano que ejerció la presidencia en el “exilio” durante algunos años; pero que desde el año pasado está afuera del tablero político internacional.
No por acaso, el presidente brasileño manifestó hoy “que reconocerlo ficticiamente como presidente venezolano (a ese político) fue una cosa abominable contra la democracia”.
Ante la persistencia de las dudas periodísticas sobre cómo será el recomienzo de las negociaciones con Caracas, Lula fue enfático: “Así como estoy en contra de la ocupación territorial de Ucrania por parte de Rusia, también me opongo al bloqueo contra Caracas y las amenazas de ocupación”.
Alberto Fernández reveló sus coincidencias con el colega. “Argentina forma parte de un Grupo de Contacto (que negocia con los venezolanos en México) y puedo asegurarle que ha dado resultados positivos”. Indicó que la cumbre de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (CELAC) necesariamente debe convidar a todos los países miembros, “y Venezuela sin duda es uno de ellos al igual que Cuba”. En ese sentido, el Presidente argentino añadió: “Nuestra preocupación es que los venezolanos vivan en convivencia democrática y sean respetados sus derechos”.
Durante la conferencia en el Salón Blanco, Lula defendió la “autodeterminación de los pueblos”. Para él es un tema clave “mantener el Atlántico Sur como un área de paz y seguridad” según manifestó recientemente su asesor en relaciones exteriores, Celso Amorim. Y en ese sentido, hoy el líder brasileño expresó: “Mi papel en este tercer mandato será construir la paz”. En su visión, el elemento central es “profundizar las negociaciones. Cuanto más se negocia más chances hay de llegar a un acuerdo”. Recordó cuando en 2005, se constituyó el Grupo de Amigos de Venezuela y señaló: “En ese entonces se lograron grandes avances y ahora estoy convencido que lo volveremos a lograr. Y Caracas será tratada como todos los demás países, con respeto”.
EG/MG