La oposición en la Cámara de Diputados pidió una sesión especial para el próximo martes a las 15 para tratar la modificación a la Ley de Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), que ya tienen dictamen y está orientada a limitar el poder que hoy tienen los presidentes de gobernar por decreto, y también para rechazar el decreto 846/2024, que le permite al Poder Ejecutivo reestructurar deuda en moneda extranjera sin cumplir con los requisitos establecidos en la Ley de Administración Financiera.
El pedido lleva las firmas de legisladores de Unión por la Patria, Encuentro Federal y Democracia para Siempre, que son los radicales que se fueron del bloque UCR, que conduce Rodrigo de Loredo, por considerar que el radicalismo no debe apoyar las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei sino oponerse a ellas. A ellos se les suman los seis diputados de la Coalición Cívica, los cinco del bloque de Izquierda y el diputado santacruceño Sergio Acevedo, estaría asegurado el quórum necesario.
En este sector calculan que tienen el número necesario para cumplir los dos cometidos: rechazar el DNU sobre deuda del tándem Javier Milei-Luis Caputo y darle media sanción a la modificación de la ley que regula los DNU presidenciales.
La Constitución Nacional, en su artículo 99, exige que cualquier modificación a la ley que regula los DNU sea aprobada por mayoría absoluta. Esto significa que la oposición deberá juntar al menos la mitad más uno de los integrantes del cuerpo (no ya de los presentes, que sería mayoría simple). En concreto, al menos 129 votos. No es fácil.
El proyecto de modificación de la Ley 26.122 que regula los DNU propone dos cambios importantes. El primero es que cualquier decreto perderá vigencia si no es ratificado por ambas cámaras en un plazo de 90 días corridos desde su publicación en el Boletín Oficial (actualmente los DNU tienen validez hasta que el Congreso, mediante el rechazo de ambas Cámaras, disponga lo contrario). Es decir que se elimina la sanción tácita. Ahora será el Congreso el que deba pronunciarse para que el DNU siga vigente. Si no, cae. Con la ley vigente, cuya autora es Cristina Fernández de Kirchner, es al revés: el DNU queda firme apenas es publicado en el Boletín Oficial y sólo pierde vigencia cuando las dos cámaras del Congreso dedicen rechazarlo.
El segundo cambio establece que cualquiera de las Cámaras puede rechazar un DNU y que eso sería suficiente para anular un decreto.
Milei ya anticipó que si la norma se aprueba la vetará porque considera que tiene la intención de realizar “un golpe de Estado”.
El segundo punto del temario se refiere al DNU 846/2024, que le permite al Ejecutivo reestructurar deuda en moneda extranjera sin cumplir con los requisitos establecidos en la Ley de Administración Financiera (LAF). Eso implica que ya no será necesario conseguir dos de tres posibles mejoras en términos de plazo, intereses o quita de capital para llevar a cabo un eventual canje de deuda.
El artículo 65 de la LAF exigía que cualquier canje de deuda en moneda extranjera debía mejorar al menos una de las siguientes condiciones: plazos, intereses o montos.
Sin embargo, el nuevo DNU elimina esta limitación para las operaciones en moneda extranjera, lo que, según explican desde el mercado, abre una mayor flexibilidad para el Tesoro en momentos en los que vencimientos de deuda presionan las reservas.
Para la media sanción de la reforma de la Ley 26.122 se requieren 129 votos (mayoría absoluta), mientras que en el caso del rechazo del DNU de canje de deuda es por mayoría simple.
Tras el pedido de la oposición, el oficialismo podría convocar a otra sesión con temario propio, para el miércoles 13, un día después.
Martín Menem, a fondo para desactivar la sesión opositora
Según pudo saber elDiarioAR, el presidente de la Cámara de Diputados, el riojano libertario Martín Menem, está apremiado porque sabe que la oposición puede conseguir el número para avanzar en ambos propósitos. “Los gobernadores son conscientes de la importancia del decreto 846 para la estrategia financiera del Gobierno.
En otras palabras, el jefe de la Cámara baja señala que esta sesión puede entorpecer las negociaciones por el Presupuesto 2025 con los gobernadores, una forma de agregar presión a la oposición e infundirle temor en un contexto de ajuste y en que los gobernadores buscan asegurarse el envío de fondos para avanzar en sus gestiones de gobierno. Un detalle es que el pedido de sesión tiene la firma de un amplio abanico de legisladores, pero no hay diputados que respondan a los gobernadores ni aparece Miguel Pichetto, jefe de bloque de Encuentro Federal.
En la oposición opinan exactamente lo contrario que Menem respecto del DNU 846. Según pudo saber elDiarioAR, el presidente del bloque Democracia para siempre, el bonaerense Pablo Juliano, que responde a Facundo Manes, y Nicolás Massot, de Encuentro Federal, les transmiten a los gobernadores, a través de los diputados que les responden, que “a las Provincias la caída de ese DNU las fortalece en el Congreso, porque el ministro Caputo no les puede seguir dando la espalda sin cumplir nada, ya que hoy no sólo no va a la comisión de Presupuesto, sino que puede hacer lo que se le canta con la deuda sin control parlamentario”.
“El DNU 846 le permite a Milei optar porque no se sancione el Presupuesto 2025, porque le da potestades plenas a Caputo para renegociar la deuda sin control parlamentario, algo que es totalmente inconstitucional. Si logramos rechazar en ambas cámaras este DNU, el Presidente va a tener que negociar realmente con los gobernadores la ley de Presupuesto, donde podrá abordarse la reestructuración de deudas pero sin cheque en blanco a Caputo”, dicen en el bloque de radicales que responden a Manes y al presidente del partido, el senador Martín Lousteau.
MC/JJD