Nora Cortiñas, cofundadora de Madres de Plaza de Mayo, aseguró este jueves que el pedido de juicio político a la Corte Suprema “llega muy tarde”, y consideró que “estos jueces han hecho mucho daño ya”, al hablar ante la Comisión de Juicio Político de la Cámara baja que trata el pedido del Ejecutivo para analizar la conducta de los máximos jueces.
Luego de asegurar que el pedido de juicio político es “imprescindible”, Cortiñas opinó que “las voces que se escuchan y leen en contra de este juicio político son interesadas y se difunden por quienes son los beneficiarios en el proceder de los jueces”. En ese sentido, citó a “los grupos mediáticos, como Clarín, y los grupos económicos concentrados; muchos de ellos fueron clientes de Rosenkrantz”, uno de los jueces del tribunal.
En su intervención junto a la presidenta de la Asociación Argentina de Juristas, Claudia Rocca, hizo alusión a una sentencia avalada por la Corte que conmutó la pena a represores de la última dictadura cívico-militar: “Y también los represores, los genocidas, los violadores de derechos humanos en Argentina, como lo prueba la sentencia del dos por uno”.
“Estaremos juntos para impulsar los proyectos que más convengan para llegar al juicio. Si estos jueces tuvieran un mínimo de dignidad, estarían renunciando”, sentenció la madre Línea Fundadora.
Además, Cortiñas apuntó contra el presidente del tribunal supremo Horacio Rosatti, y pidió “no olvidar nunca” el caso de Patricia Isasa, una detenida-desaparecida que lo acusó de haber apañado, como intendente de Santa Fe, al represor que la torturó y violó durante la última dictadura, quien se desempeñaba en esa dependencia municipal.
La referente de Derechos Humanos señaló que “la Constitución exige que todos los funcionarios públicos tengan idoneidad para ejercer su cargo, y Rosatti y Rosenkrantz fueron designados por un decreto y eso los descalifica”. “Estos jueces se han convertido en legisladores que se permiten derogar leyes y reemplazarlas por otras leyes ya derogadas”, aseveró.
Previamente, Rocca había leído los detalles de su pedido de enjuiciamiento en agosto de 2022, incluyendo una decena de causales de “mal desempeño”, comenzando por uno contra Rosenkrantz que consistió en su intervención en 56 fallos que involucraban clientes de su estudio jurídico, lo que “viola la garantía de imparcialidad”.
Asimismo, fue contra los jueces Rosenkrantz, Rosatti y Juan Carlos Maqueda por extenderse en sus facultades constitucionales en el fallo por el Consejo de la Magistratura: “Todo lo resuelto no podría tener otro desenlace que la crisis actual”, dijo, afirmando que la medida “sobrepasa el poder que le corresponde” a la Corte.
“No nos merecemos una persona como Rosatti”
Patricia Isasa, quien de adolescente en 1976 fue detenida, torturada y violada, contó que el represor que la vejó fue durante más de una década fue empleado en la Municipalidad de Santa Fe, entonces gobernada por Horacio Rosatti.
Al exponer en la comisión, la mujer relató los obstáculos que debió sortear para que el represor fuera condenado, y reveló que Rosatti la ignoró cuando en una reunión en febrero de 1998 le quiso advertir sobre el prontuario criminal de su empleado.
“Todo el mundo me decía que era el matón de Rosatti, que era el intendente de la ciudad de Santa Fe. Vos podés ser el intendente pero podés no saber quienes son tus empleados. Y aunque los conozcas, por ahí no conocés el currículum de tus empelados. Entonces me pareció que lo que correspondía era entrevistarse con él y decirle realmente quién era Ramos”, recordó.
“Lo detienen a Eduardo Alberto Ramos a fines de 1977. Trabaja en la represión en el 76 completo y 77 hasta fines de noviembre de 1977. Ahí es detenido por hechos comunes: privación ilegal de la libertad, robos reiterados y abusos. Es condenado por estos hechos a 16 años de prisión. Se lo muestro a Rosatti. También tenía causas por corrupción de menores. Si lo comparamos con Robledo Puch, este es un bebé de pecho”, detalló.
“Además de esto, es la persona que me secuestró, que entró a mi casa a cara descubierta, que nos torturó. No le conté (a Rosatti) lo de la violación porque me costó décadas hablar de esto”, continuó. Isasa le planteó a Rosatti que Ramos no podía ser empleado de la Secretaría de la Cultura por su falta de idoneidad y por haber sido juzgado por un delito doloso, pero no tuvo la reacción esperada.
“Ramos era amo y señor de ese lugar, me hizo de todo, pero de todo. Apenas entré me ató de todas maneras, me puso una capucha, nos pateaba, nos maltrataba. Un compañero se logró desatar, abrió la ventana y se quiso matar”, evocó. Contó que “Rosatti no se comprometió a nada” respecto a la situación de su empleado.
“Ni blanco ni negro. Dijo 'qué barbaridad' o algo así pero no hizo nada. Yo no me quedé con eso y seguí denunciando”, agregó Isasa, y destacó que Ramos fue condenado y detenido en 2005 por delitos de lesa humanidad. Concluyó aclarando que no quiere que “castiguen” a Rosatti por su conducta “incompatible con el cargo”, sino en pos de una Justicia “proba”.
LC con información de agencias