“En algunos medios están insistiendo con la posibilidad de que el ‘Pacto de Mayo’ se postergue: no hay chances de que esto ocurra”. El mensaje del portavoz presidencial, Manuel Adorni, apenas duró 10 minutos en su lista de difusión de WhatsApp: lo borró sin dar explicaciones, mientras el propio Javier Milei se hacía eco de la incertidumbre que había planteado temprano por la mañana el ministro del Interior, Guillermo Francos. “No hay problema, si no es en mayo, será en junio o julio, pero las reformas estructurales las vamos a hacer”, soltó el Presidente en un video con el canal C5N tras el homenaje a Carlos Menem en la Casa Rosada.
La estrategia de poner un manto de duda al pomposo acuerdo nacional mileísta agendado para el 25 en la ciudad de Córdoba salió de la usina creativa de su propio creador, Santiago Caputo, supo elDiarioAR. La narrativa oficialista abrió el paraguas ante el demorado panorama que tiene la ley Bases y el paquete fiscal en el Senado. ¿Sin las leyes sancionadas, qué sentido tendría el evento con los gobernadores?
Casi al mismo momento en que el Gobierno comenzaba a plantear el compás de espera del Pacto de Mayo esta martes, funcionarios de la jefatura de Gabinete, que conduce Nicolás Posse, ingresaban al Congreso para visitar algunos despachos de senadores y recibir sus reclamos a las leyes que desde la semana pasada se tratan en distintas comisiones. Los planteos son múltiples y varían de acuerdo a cada bloque, pero tienen que ver con los alcances de los superpoderes para el Presidente, los beneficios que otorga el RIGI, el blanqueo de capitales y hasta la restitución del impuesto a las Ganancias.
La de este martes fue la segunda avanzada en menos de 48 horas: este lunes el primer contacto con los opositores lo había hecho José Rolandi, virtual vicejefe de Gabinete. La intención era acercar posiciones con aquellos legisladores de bloques “dialoguistas” que más cuestionamientos plantearon, como son Guadalupe Tagliaferri (CABA-PRO), Martín Lousteau (CABA-UCR) y Edgardo Kueider (Entre Ríos-Unidad Federal). También hay reclamos de patagónicos como la rionegrina Mónica Silva y la neuquina Lucila Crexell, referencias en sus gobernadores. Con apenas 7 senadores propios, La Libertad Avanza necesita sí o sí del apoyo del macrismo, los radicales y las fuerzas provinciales para que avancen sus leyes.
“El contacto fue técnico. Se plantearon las diferencias y reparos. Los representantes del Gobierno se fueron con esos puntos, pero no dieron ninguna señal de que habrá cambios. Saben que el paquete así como está, no va”, comentaron a elDiarioAR en un despacho opositor sensible para el oficialismo.
Luego del atraso de la semana pasada, la intención de LLA era tener este martes dictamen de la ley Bases en el plenario de comisiones de Asuntos Constitucionales, Presupuesto y Legislación General, así como del paquete fiscal en Presupuesto. Pero hoy comenzó la segunda jornada de expositores invitados –aún hay pendientes invitados hasta del PRO y la UCR, no solo del kirchnerismo–. Entonces el oficialismo buscará firmar los despachos el jueves –este miércoles la agenda la domina el primer informe de gestión de Posse en el Senado–, para ir al recinto la semana próxima. Pero si hay cambios a los textos, las leyes deberían volver a Diputados para su sanción definitiva. Con todo, ya sería post 25 de mayo.
“Están llegando tarde. Estas conversaciones las tendrían que haber empezado a hacer ni bien entró la media sanción de Diputados. Ahora les llegó el agua al tanque de que tienen que hacer un mapa de los cambios”, se quejó un operador parlamentario de la oposición.
En el oficialismo entienden que los cambios ya se están incorporando a las leyes. “Estamos dispuestos a aprobar una ley con modificaciones precisas, se tomaron en cuenta los cambios racionales”, afirmó el presidente provisional del Senado, el libertario Bartolomé Abdala, en una ronda con medios antes del inicio de la segunda jornada de exposiciones en el salón Azul. “Una semana más, una semana menos, los países siguen igual”, desdramatizó sobre la demora en la sanción, pero lanzó: “Si no se llega quiere decir que ganó la politiquería de los que no desean que salga la ley para el Pacto de Mayo”.
Suspenso y gobernadores que no
En las filas de LLA no conciben un escenario de rechazo de la ley Bases. “No hay nada que haga peligrar la aprobación de la ley, por más que tenga que volver a tratarse en Diputados”, recogió este medio también en el oficialismo. Esa línea daba a entender que, pese a que las expectativas en un principio eran otras, en la Rosada celebran lo conseguido hasta ahora sobre el Pacto de Mayo: que gran parte de los mandatarios provinciales hayan confirmado su presencia en el acto que se realizará en el Salón de Pasos Perdidos del Palacio de Justicia de Córdoba y que promete una puesta en escena cinematográfica. Con las dudas planteadas este martes desde el propio Gobierno, ahora la película se volvió de suspenso.
El giro “dialoguista” de Milei a partir de su discurso ante la Asamblea Legislativa del 1° de marzo se pareció más a una fuga hacia adelante que a una genuina voluntad de la Casa Rosada por tender puentes con los gobernadores. Sin embargo, más de dos meses después, la vieja práctica del “toma y daca” volvió a ser una realidad en la relación del actual oficialismo con las provincias, aunque en Balcarce 50 lo nieguen a rajatabla. “Simplemente contemplamos los intereses de las provincias”, aclaran, suspicaces, cuando se les consulta por el acuerdo alcanzado, entre otros, con el gobierno de Misiones para reactivar obra pública suspendida a cambio de que sus representantes en el Congreso acompañen la ley Bases.
Uno de los pocos en poner reparos a esa estrategia desplegada por el oficialismo fue el gobernador de La Rioja, Ricardo Quintela, uno de los mandatarios más opositores al gobierno nacional. “Al Pacto de Mayo no voy a ir”, sostuvo el riojano en una entrevista con FM Milenium, en la que calificó a la iniciativa ideada por el asesor presidencial Santiago Caputo como una “imposición” ya que, a su entender, no existió “una conversación previa” para delinearla. “Varios gobernadores no nos vamos a someter a eso”, lanzó Quintela, en un posicionamiento similar al tomado por su par bonaerense Axel Kicillof. “Hubiera concurrido si el Presidente nos diera a las provincias lo que corresponde”, ratificó el economista. Esa intransigencia de Quintela y Kicillof es compartida por el mandatario de La Pampa, Sergio Ziliotto, el fueguino Gustavo Melella, y el formoseño Gildo Insfrán.
Pero el Gobierno le quita importancia el rechazo de esos cinco gobernadores al Pacto de Mayo. “Los que no acompañen la ley Bases en el Senado, se quedan afuera”, sostuvo el propio Milei la semana pasada durante una entrevista con El Observador. En esa conversación, Milei se dedicó a subestimar, como de costumbre, las consecuencias que podría traerle a su gestión un virtual nuevo traspié en el Congreso. “Si nos bloquean la parte fiscal, nosotros no tenemos un problema de resultado fiscal, ese problema lo tienen las provincias”, amenazó, para después añadir, optimista de cara a las elecciones de medio término del año próximo: “Si no puedo meter las reformas ahora, las meto el 11 de diciembre de 2025”.
Son alrededor de 150 los invitados que espera el oficialismo en el acto que se celebrará el próximo sábado 25. El inicio está previsto para las 18, varias horas después de que Milei concurra a la Catedral Metropolitana de Buenos Aires para participar de su primer Tedeum como presidente. En el Palacio de Justicia de Córdoba, además de los 19 gobernadores, el Gobierno espera que se haga presente la cúpula de Iglesia Católica, los miembros del Estado Mayor Conjunto, representantes de la Confederación General de Trabajadores (CGT) y los jueces de la Corte Suprema de Justicia.
El documento que firmará el Presidente junto a los gobernadores, con sus 10 puntos “refundacionales”, contará con un detalle más que simbólico: tendrá la misma estética del acta de declaración de la independencia de 1816. A esa particularidad se le sumará otra: la entrega a cada mandatario de una medalla conocida como Orden de Mayo. Se trata de una distinción ya existente, pero que fuera creada a mediados del siglo pasado para condecorar únicamente a figuras extranjeras que tuvieran algún gesto para con el país. Por ese motivo, Milei deberá modificar por decreto la cláusula que excluye a los argentinos de la posibilidad de ser galardonados.
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