Reacciones a la denuncia

Aún en shock, el peronismo se divide entre una enérgica condena a Alberto Fernández y el silencio de su entorno

Aún en estado de shock, la mayoría de la dirigencia peronista ensayó una rápida condena a Alberto Fernández luego de que su expareja Fabiola Yáñez lo denunciara por episodios de violencia de género, que habrían incluido golpes cuando ambos vivían en la Quinta de Olivos y “terrorismo psicológico” en la actualidad, mientras ella reside con el hijo de ambos en Madrid.

Fernández, que por decisión del juez federal Julián Ercolini no podrá salir del país ni tener ningún tipo de contacto con Yáñez mientras avanza la causa judicial, publicó un comunicado escueto en el que afirma que “la verdad de los hechos es otra” y asegura que lo demostrará en el marco de la investigación judicial.

Su círculo íntimo, con la salvedad de algunas exfuncionarias que decidieron solidarizarse con Yáñez, optó por el silencio público y las declaraciones en off the record. En un apoyo al expresidente, ponen en duda que las fotos y el video -que no tomaron trascendencia pública pero forman parte de la causa- hayan sido producto de la violencia de género e insinúan incluso que obedecieron a cuestiones relacionadas con la salud mental de la exprimera dama.

“Durante cuatro años Fabiola fue hostigada por la (entonces) oposición y sectores del propio espacio; le decían ‘Fiambrola’, la criticaban por sus gustos y por su escasa formación política. A nadie parecía preocuparle el daño que eso podía causarle”, dijo a elDiarioAR un dirigente que estuvo varias veces en contacto con Fernández en los últimos días. “Sabemos que es antipático no creerle a una mujer que dice que le pegaron y más cuando existe una asimetría de poder como la que había entre ellos, pero hay cosas que no nos cierran. Si Alberto es culpable lo deberá determinar la Justicia luego de evaluar las pruebas que él presente”, se expresó una mujer cercana al expresidente.

Enseguida hubo pases de factura hacia la “doble vara” del kirchnerismo, impiadoso hacia Fernández, con quien arrastra diferencias no saldadas desde la gestión. “¿Qué dijeron de (Fernando) Espinoza y (José) Alperovich?”, sostuvo la misma fuente en referencia a la denuncia al intendente de La Matanza por abuso sexual y la condena a 16 años de cárcel al exgobernador de Tucumán por violar a su sobrina en reiteradas oportunidades.

Alberto, que prepara su defensa judicial, les dijo a sus allegados que no hablará más por los medios porque quiere manejarse por una vía formal. El impacto en su entorno, que venía de dar respuestas sobre la causa de los seguros, esta vez fue letal. Al expresidente le quedaba, todavía, el respeto de algunos de sus pares latinoamericanos y europeos, algo que a partir de ahora se pondrá en duda.

Las reacciones más fuertes en el peronismo

Las primeras en manifestar su repudio fueron mujeres kirchneristas. La línea de La Cámpora la anticipó la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, que antes de que la propia Yáñez hiciera su denuncia declaró a Página 12: “Dado el perfil de Alberto Fernández, hombre varón cis que evidenció no poder asumir la conducción política de una mujer como Cristina Fernández, y que siempre se preocupó por saber si iba a estar herido en su masculinidad, tiene todas las características de poder haber ejercido violencia de género”. Esas declaraciones fueron hechas durante el viaje a México que compartió con Cristina y -por el verticalismo del espacio- se asume que la exvicepresidenta las conocía de antemano.

El frente de mujeres de La Cámpora publicó este miércoles un comunicado demoledor. “No podemos no remitirnos a la violencia ejercida por él mismo contra Cristina, así como contra mujeres de su entorno cercano a quienes responsabilizó por situaciones que se le cuestionaron públicamente a él”, sostuvieron desde la agrupación. “Te creemos y acompañamos”, fue el mensaje dirigido a Yáñez.

La reacción más formal ocurrió esta misma tarde, cuando el bloque de Diputados de Unión por la Patria (UP) presentó un proyecto de repudio. Los legisladores de ese espacio solicitaron que la Cámara baja “se pronuncie con firmeza ante la gravedad que implica la denuncia”. La iniciativa llevó entre sus firmas la de Eduardo Valdés, amigo personal del expresidente, aunque no la de Máximo Kirchner.

La senadora Juliana Di Tullio, amiga de Cristina, apuntó contra la “hipocresía” de los que “caranchean” con la noticia porque Fernández es peronista. “Si fuese de otro espacio político dormirían como bebés”, apuntó contra quienes hicieron un uso político del tema, aunque aclaró: “Le creo a ella. Punto”. También se mostró muy dura la exlegisladora porteña Ofelia Fernández, quien escribió en su cuenta de X: “De cualquier golpeador diría primero que es un hijo de puta. De Alberto Fernández creo también que es un psicópata por haber usado durante años al feminismo y a sus militantes”.

Las mujeres del Frente Renovador (FR) conducidas por Malena Galmarini también afirmaron que “la violencia de género existe y no tiene color político”.

La palabra de las exfuncionaras

La periodista Sandra Borghi aseguró el martes en TN que, según sus fuentes, la exprimera dama se acercó en su momento a la “ministra de Mujeres” cuando había sido golpeada y la funcionaria le respondió: “No puedo hacer nada, ya va a pasar”. Si bien la periodista no aclaró de qué funcionaria hablaba, las dos que tuvo Fernández en su mandato salieron a despegarse de la acusación y a solidarizarse con Fabiola.

 “Fabiola nunca me comentó esta situación. Nadie puede dudar de lo que habría hecho en ese caso; como cuando se violaron derechos de mujeres indígenas y presenté mi renuncia”, escribió Elizabeth Gómez Alcorta en un largo descargo en sus redes sociales. En tanto, Ayelén Mazzina, quien la reemplazó en el cargo en 2022, también afirmó que Fabiola Yañez “nunca” se comunicó con ella por un hecho privado y que sólo se conocieron en “ámbitos institucionales”.

En medio del silencio de los exfuncionarios más cercanos a Fernández, que piden ser cautos y esperar a que actúe la Justicia, decidió hablar su exministra de Trabajo Kelly Olmos. “Nunca me lo hubiera imaginado en una actitud violenta porque no tiene esas características”, señaló la dirigente peronista en diálogo con Radio Con Vos, donde también afirmó: “Lo que siento es una terrible tristeza, honestamente. De toda mi experiencia militante con Alberto, nunca me lo hubiera imaginado. De todos modos, me parece que la denuncia es muy relevante y, sin lugar a dudas, hay que investigarla”.

DM/LA