La circulación vehicular sobre la Autopista Ricchieri estuvo completamente cortada a la altura de la General Paz desde las 10.30, debido a una protesta de vecinos de La Matanza.
Unos 40 manifestantes acusan a la policía de robar dinero de una casa durante un allanamiento y para hacer oír su reclamo decidieron bloquear el tránsito en ambos sentidos de forma total por casi cuatro horas. Desde el Ministerio de Seguridad se acercaron hasta el lugar donde le prometieron al damnificado una reunión para mañana a las 9 de la mañana con el fiscal que lleva adelante el caso y acompañarlos en este proceso.
Los vecinos de un barrio lindero a la autopista reclamaban que en un allanamiento por una causa en la que se investiga una venta de drogas, la policía se llevó dinero de las casas que tenía como destino una importante operación de una joven discapacitada. De acuerdo a los testimonios que dieron los manifestantes ante las cámaras de televisión, le habían dado cinco días a la policía para que regresen la plata que supuestamente se habían llevado de los allanamientos y en caso de que no la devuelvan en ese plazo iban a realizar el corte. Y así fue.
Esta situación provocó no sólo dificultades en el acceso al aeropuerto de Ezeiza, sino importantes demoras sobre la avenida General Paz ya que el corte se produjo en la subida hacia la Ricchieri, mano al Riachuelo. El embotellamiento fue de más de 8 kilómetros.
Debido a esta situación, efectivos de la Gendarmería se apostaron a la altura del km 14 de la Ricchieri ordenando el tránsito.
Hubo tensión entre los manifestantes y los automovilistas. A uno de ellos, que iba a bordo de un Volkswagen Gol, lo dejaron pasar por un sector reducido que estaba contra guardarrail. En cambio, al conductor una camioneta Toyota Hilux le impidieron el paso con la colocación de más neumáticos en el fuego. El hombre, dispuesto a “pasarles por arriba” -como dijo frente a las cámaras de TV- estaba tan nervioso que estalló en llanto frente a los periodistas.
El caso quedó a cargo del Juzgado Federal Número 2, de la doctora Constanza Pagani, que hasta el momento no tomó ninguna medida al respecto.
Alrededor de las 13, todo era más caótico. Un automovilista le pidió ayuda a los periodistas que cubrían el corte porque una mujer se habían descompensado y necesitaba hidratarse. Inmediatamente, una cronista le dio su botella de agua mineral. El enojo de la gente también se hacía sentir con bocinazos.
Una de las opciones para los conductores que venían por la Ricchieri y se dirigían hacia la Ciudad de Buenos Aires era bajar en el Mercado Central y desviarse por la calle 27 febrero. Las demoras arrancaban en el empalme con la Autopista Ezeiza-Cañuelas.
NB