No habrá cierre total de fronteras. Pero sí, un esquema más rígido del tránsito migratorio con Brasil. Frente al rebrote en ese país, y la presencia de la cepa de Manaos, considerada más contagiosa, el gobierno prepara un formato para reducir la cantidad de vuelos a y desde ciudades brasileñas, además de fijar un régimen más estricto para el cumplimiento de la cuarentena de 7 o 10 días obligatoria.
No es un dato menor: según datos a los que accedió elDarioAR hay 7.500 argentinos “en tránsito” en Brasil, por turismo, razones laborales o comerciales, que salieron en las últimas semanas y, se presume, que en su mayoría deberán regresar al país en los próximos días. Un cierre total significaría, entre otras cuestiones, volver a desplegar un operativo de repatriación.
Por semana, hay 28 vuelos que unen Ezeiza con distintas ciudades de Brasil. Esa frecuencia es la que el gobierno quiere, en principio, reducir para llevarla a una cantidad “imprescindible” y de ese modo achicar los riesgos del ingreso de la nueva cepa. La restricción afectará otros destinos: también se reducirá la frecuencia desde y hacia México, Perú, Ecuador y Colombia, entre otros países de la región. Además, continúan cerrados los vuelos a y desde Reino Unido y restringidos los destinos al resto de Europa.
Este miércoles, en una entrevista con América 24, el jefe de Gabinete Santiago Cafiero descartó que esté en estudio el cierre total de fronteras. En el gobierno evalúan, así y todo, medidas para reforzar los controles, entre ellos la posibilidad de reducir la cantidad de vuelos que hay desde y hacia Brasil.
Sigue vigente, en paralelo, la disposición que concentra los vuelos del exterior en Ezeiza, medida destinada a evitar la dispersión del ingreso desde el exterior, que aplica la Dirección de Migraciones que depende del Eduardo “Wado” De Pedro, ministro del Interior.
Restricciones vigentes:
El miércoles a la noche, en una reunión en el ministerio de Salud se analizó qué tipos de medidas tomar a partir del viernes que vence la extensión del DISPO y, en simultáneo, las restricciones que rigen para la circulación hacia y desde el exterior del país. En estas horas, el gobierno firmará el decreto que extiende la Emergencia Sanitaria que el año pasado aprobó el Congreso y que contempló la extensión por decisión del Ejecutivo sin tener que volver al parlamento.
El vencimiento de la emergencia fue el factor que hizo que la última etapa del DISPO sea de 12 días y no, como las dos anteriores, de un mes, que fue lo que ocurrió en enero y en febrero. Una vez que se extienda la emergencia, se podrá avanzar con las medidas de extensión del DISPO y, en paralelo, las decisiones administrativas (DA) que regulan la cuestión migratoria.
Alertas
Esta semana, el ministro de Salud bonaerense Daniel Gollán planteó la necesidad de establecer más restricciones fronterizas mientras que algunos infectólogos, entre ellos Hugo Pizzi, asesor de Nación y las provincias de Córdoba, pusieron el foco en las fronteras.
“No hay ninguna duda de que la frontera es una bomba de tiempo”, advirtió Pizzi al canal TN y dijo que “el grave problema que hay es el hecho incontrastable de que las fronteras argentinas son muy porosas”. Es la misma advertencia que hacen los gobernadores de provincias como Misiones y Formosa. Esta última justifica en ese riesgo sus restricciones internas que generaron marchas y represión la semana pasada.
Por su parte, en conferencia de prensa por el reporte de COVID-19 en provincia de Buenos Aires, Gollán manifestó que “hay preocupación por tres variantes” de la enfermedad, al mencionar las cepas sudafricana, británica y la de Manaos. Aclaró que “en América no hay registro de ingresos ni circulación comunitaria en ningún país de la cepa sudafricana” pero que “la famosa cepa inglesa o británica llegó a tener cuatro o cinco detecciones en nuestro país, aunque no logró expandirse”.
PI