El alerta de Kicillof y tres datos en rojo

Funcionó, hasta acá, como un oráculo estadístico: marcó, con días o semanas de anticipación, cómo se comportaría la curva de casos en la provincia de Buenos Aires. Predijo escaladas, mesetas y descensos, por lo que se convirtió en un insumo de Axel Kicillof y su equipo a la hora de proyectar lo que ocurriría con el Covid-19. Son los llamados al 148, el teléfono Covid-19, que recibe consultas, registro de síntomas y pedidos de testeos. El 22 de marzo, hace una semana, se registraron 2.500 llamados mientras el último domingo, la cifra trepó a 3.800 comunicaciones.

Hace dos semanas empezó a dar indicios preocupantes y hace 5 días marcó una estampida que explica, junto al dato de los casos confirmados, la decisión de Kicillof de apurar medidas de restricciones a la nocturnidad, las reuniones sociales y las actividades recreativas.

El salto fue tan grande que en el gobierno dudan, incluso, de que la proyección esta vez no sea exacta como en otras ocasiones. “Creemos que se sumaron las llamadas por vacunación y eso pudo hacer que se desvirtúe el indicador, que no sea tanto como aparece”, confiaron a elDiarioAR desde el gobierno bonaerense.

La curva registrada en los últimos días es explosiva y si anticipa lo que vendrá, como ocurrió en el pasado reciente, presenta un panorama grave porque refleja que en una semana aumentaron más de 50% las consultas. Este lunes, aunque el corte de casos fue más largo -sumó confirmaciones de las últimas 29 horas, no de 24 como es habitualmente- en la provincia se informaron 6.456, mientras que en CABA la cifra fue de 2.109 y en Córdoba hubo 1.078.

En rigor, en la comparación día a día de la última semana, los saltos son todavía mayores: el último domingo, en la provincia de Buenos Aires se informaron 216% mas de casos que el domingo anterior, mientras que sábado-sábado fue 167% y viernes a viernes, 160%.

Pero hay un indicador más preocupante y que es, a simple vista, más sólido que las proyección de los llamados y la comparación día a día, que podrían estar alteradas por cargas inusuales o variaciones de otro tipo.

Ese dato en rojo es la media de los últimos siete días. En la provincia de Buenos Aires, en la semana que va del 22 al 28 de marzo, el promedio diario fue de 4.125 casos. Está casi en los niveles del rebrote de enero, que en la primera semana del año fue de 4.510. Esos registros sobre sobre el total provincial, la suma del conurbano y el interior, que suelen tener comportamientos diferentes.

Pero al refilar por regiones, el panorama muestra una gravedad mayor: discriminado solo el Gran Buenos Aires, los 40 distritos del AMBA bonaerense -sin CABA-, en esta última semana el promedio fue de 3.450 casos. El número está por encima de los 2.969 de la primera semana de enero, en pleno rebrote de verano, y está muy cerca de los 3.569 de la última semana de septiembre del 2020, el mes de los picos más altos en la provincia de Buenos Aires.

La combinación de esos tres datos en rojo explican la reacción de Kicillof y opera como una advertencia genérico, para Horacio Rodríguez Larreta pero, también, para Alberto Fernández.

PI