La población total de la localidad bonaerense de Azul y 5.000 personas más. Eso representan los más de 70.000 muertos por coronavirus que Argentina alcanzó este sábado después de más de un año de pandemia, mientras el país atraviesa la segunda ola en medio de restricciones y el lento avance de la campaña de vacunación.
Con un récord el 5 de mayo de 664 fallecimientos en un día, la cifra total quedó en 70.253. En medio de una segunda ola que empezó en marzo, el pico de casos en 24 horas se registró el 16 de abril, con 29.472. Argentina se ubica así decimotercera en el mundo en cantidad de muertos totales y tercera en la región detrás de Brasil, con más de 430.000, y Colombia, con casi 80.000.
Según un estudio publicado la semana pasada por investigadores de la Universidad Nacional de Tres de Febrero (Untref), el país ya pasó el pico de contagios de la segunda ola al producirse un caso cada 3,16 segundos desde el 1 de marzo pasado.
De acuerdo con un modelo matemático que desarrollaron, que mide el promedio del tiempo que transcurre entre dos infecciones consecutivas en toda la población, en la provincia de Buenos Aires el pico se produjo el 30 de abril con un contagio cada 6,12 segundos. En tanto, en la Ciudad de Buenos Aires el pico se registró el 1 de mayo al producirse un contagio cada 24,51 segundos y poco después Córdoba llegó al máximo con un contagio cada 44,9 segundos.
“Creo que el pico de la segunda ola ya pasó, me sorprende la alta cifra de casos de los últimos días, pero necesariamente tiene que bajar, sobre todo en la zona del AMBA, porque hay mucha inmunidad natural por la cantidad de contagios de las dos olas más las vacunas”, manifestó Ernesto Resnik a elDiarioAR.
El biólogo molecular, que se convirtió en uno de los científicos de referencia durante la pandemia, consideró que el avance de la vacunación representará un fuerte alivio para frenar la cantidad de casos, pero sobre todo de muertes. Y vaticinó que probablemente habrá “olitas”, pero no una como la que pasó. “En la medida en que todavía haya gente para infectarse y el virus esté tan rampante creo que es inevitable que haya brotes”, aseguró.
Además, consideró que “las balas picaron cerca, pero no se llegó a la saturación del sistema de salud”, que fue lo que se vio en otros países del mundo y que provocó numerosas muertes. Resnik destacó en ese sentido la cuarentena estricta aplicada en 2020, que hizo que Argentina tuviera “una curva aplanada”, por lo que “no tuvo muertes por desatención médica”. Y apuntó a otros ejemplos en el mundo donde hubo una fuerte reducción de casos, como el Reino Unido, donde se aplicó una combinación de cuarentena estricta y vacunación masiva.
Vizzotti y las restricciones
La importancia de aplicar restricciones fue defendida esta semana por la ministra de Salud, Carla Vizzotti, ante un plenario de comisiones del Senado para hablar a favor del proyecto de ley enviado por el Gobierno que establece criterios básicos epidemiológicos para mitigar los efectos de la pandemia.
La funcionaria ratificó que “se ha visto una disminución” del crecimiento de casos de Covid-19 en todo el país como consecuencia de las medidas sanitarias adoptadas en todas las jurisdicciones, en referencia a las restricciones adoptadas por el presidente Alberto Fernández, que rigen hasta el 21 de mayo, y por eso consideró que es necesario que el proyecto presentado sea ley lo antes posible.
En su exposición, Vizzotti defendió la cuarentena adoptada la mayor parte del año pasado y las demás medidas “cada vez más específicas y acordes a minimizar el impacto”, que consideró fueron “fundamentalmente para fortalecer el sistema de salud”. En ese sentido, destacó que se aumentó casi en un 50% el número de “camas de terapia intensiva, con respiradores y capital humano capacitado”.
La titular de la cartera de Salud recordó que en las últimas semanas hubo “una curva con un aumento exponencial, muy rápido y acelerado, especialmente en el AMBA”, y que posteriormente se replica en el resto del país, y señaló que este incremento “ha puesto en riesgo el sistema de salud”, registrándose “un pico de casos en la semana epidemiológica número 14” con “un ingreso de personas a terapia intensiva muy importante”. En las semanas siguientes se frenó el crecimiento, pero aún hay tensión en el sistema de salud.
“Vamos a seguir teniendo un número de fallecimientos en las próximas semanas acorde a las personas que se fueron complicando”, pronosticó.
Vacunación
Esta semana llegó al país una nueva partida de 500.000 vacunas Sputnik V contra el coronavirus, con las que la Argentina ya recibió más de 12,6 millones de dosis para inmunizar a su población. Además, está previsto que este mes se reciban casi cinco millones de vacunas de AstraZeneca, de las cuales 3.960.000 corresponden al contrato celebrado el año pasado con la empresa farmacéutica y se sumarán a las 861.000 que llegarán a través del mecanismo COVAX.
De acuerdo con el último informe del Monitor Público de Vacunación, 7.987.177 personas recibieron al menos una dosis de una vacuna contra el Covid-19, mientras que 1.856.618 recibieron las dos.
Vizzotti destacó que ya se vacunó “al 70% de las personas entre 60 y 69 años; al 82,3% de las personas entre 70 y 79 años; y al 74,5% de las personas mayores de 80 años”, y consideró que esto presentó “un impacto positivo en la distribución de la internación en la terapia intensiva y mortalidad en este grupo de edad”.
“Tenemos la perspectiva de que, gracias al trabajo de las jurisdicciones, se pueda escalar muchísimo en la vacunación y ampliar la cobertura de esta población de riesgo. Por eso, necesitamos tener este marco legal y fortalecer muchísimo las medidas de cuidado para la población que todavía no está alcanzada por la vacunación”, sostuvo en el marco de la defensa del proyecto para regular las restricciones ante el Senado, donde se espera que logre la mayoría con relativa facilidad, mientras que en Diputados deberá enfrentar a la oposición, que se manifestó reticente a votar a favor de la iniciativa presidencial.
CB