El Gobierno quiere prohibir lo que ya está prohibido y alienta mitos sobre las infancias trans
Con su anuncio de terminar con “los tratamientos de hormonización y la cirugía de adaptación del cuerpo en menores de 18 años” el Ejecutivo desinforma sobre los abordajes para infancias trans, generando miedo en familias y adolescentes. La ley vigente no promueve la “mutilación” o tratamientos invasivos.
A los 8 años “Facha”, como lo llamaba su familia de chico, escribió en un papel un nombre que no era el que le habían asignado al nacer, la fecha y su lugar de nacimiento y se dibujó a él mismo. Se hizo su propio DNI porque en el que tenía no se reconocía. “Conmigo la cigüeña se equivocó, mamá. Me trajo nena y soy varón”, le decía a su familia. Dos años después, en 2014, pudo acceder a la rectificación de su documento, gracias a la Ley de Identidad de Género. Fue el primer caso que no tuvo que judicializarse. Hoy ya es mayor de edad. Los niños y niñas trans, y sus familias, no piden “tratamientos de hormonización y la cirugía de adaptación del cuerpo en menores de 18 años” como intenta instalar el Gobierno.
“Las infancias trans piden que se les respete, que se les escuche, que validen su existencia. Quieren ir al colegio y les llamen por sus nombres, quieren poder elegir su ropa y corte de pelo. Nada más”, dice a elDiarioAR Manuel Sinde, de El Teje, una organización que acompaña infancias, adolescencias y personas adultas trans, travestis, no binarias y a sus familias. Y agrega: “Pocas veces hablé con une niñe trans de operaciones u hormonas. Necesitan amor y acompañamiento porque el mundo es muy hostil con ellxs. Somos les adultxs quienes les llenamos de preocupaciones y expectativas”.
Tras el anuncio del Gobierno, a Manuel no paran de llegarle notificaciones por Whatsapp. “Desde hace rato estoy contestando mensajes de familias y adolescencias a las que acompaño. Están llenas de miedo, angustia y ansiedad. El Gobierno está desinformando, divulgando que con las infancias se hacen cosas que no son así”, cuenta.
“Acompañamos a más de 30 familias, jamás se mutiló u obligó a algune niñe a someterse a tratamientos. Por el contrario, se les acompaña, escucha y se le brindan herramientas para que a la hora de elegir puedan hacerlo a conciencia, acompañadxs por profesionales de la salud. Como organización nos vemos en estado de emergencia ya que sin Educación Sexual Integral y con estos discursos y comunicados atentan contra la calidad de vida de lxs mas chiquitxs”, dice.
Ni en Argentina ni en otra parte del mundo existen legislaciones que promuevan la “mutilación”, “hormonización” u operación de niños y niñas trans. “La ley de Identidad de Género dice expresamente que las cirugías de reasignación son para mayores de 18 años”, dice María Rachid a elDiarioAR. Hoy es titular del Instituto contra la Discriminación de la Ciudad de Buenos Aires e integrante de la comisión directiva de la Federación Argentina LGBT, pero hace 13 años fue una de la autoras de la Ley 26.743, pionera en el mundo.
El artículo 11 de la normativa, sancionada en 2012, especifica que son “todas las personas mayores de dieciocho años de edad” quienes podrán “acceder a intervenciones quirúrgicas totales y parciales y/o tratamientos integrales hormonales para adecuar su cuerpo, incluida su genitalidad, a su identidad de género autopercibida, sin necesidad de requerir autorización judicial o administrativa”.
Para la legislación argentina, todas las personas de 16 años o más son consideradas como adultas en lo que refiere al cuidado del propio cuerpo. Sobre los “tratamientos integrales hormonales” en menores de 16 años el consentimiento de madres, padres o tutores responsables o la judicialización es un requisito excluyente.
Una de las pocas terapias posibles es el bloqueo o retraso puberal que es un tratamiento reversible que se utiliza hace más de dos décadas para niños y niñas con pubertad precoz y hace relativamente poco se empezó a utilizar en niños y niñas trans. Consiste en la administración de análogos de liberadores de gonadotrofina. Esto revierte y/o detiene la progresión de los cambios propios del crecimiento durante la adolescencia y que no son deseados por quienes están atravesando un proceso de transición. Por ejemplo, puede impedir la aparición de la voz masculina y el incremento del tamaño de la nuez. Y así pueden evitar, en el futuro, cirugías más invasivas como la mastectomía o la maxilofacial. En todos los casos siempre se lleva adelante con asesoramiento familiar y psicoterapia de apoyo. El único objetivo de estos tratamientos es ayudar a los chicos y a las chicas a vivir con el aspecto y rol de género autopercibido.
Las estadísticas de niños y niñas que acceden a estos tratamientos son ínfimas. Por poner la lupa en la provincia más populosa del país, según un relevamiento del Programa Provincial de Implementación de Políticas de Género y Diversidad Sexual en Salud del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires, en el periodo 2022-2023 consultaron al sistema de salud 780 niñeces y adolescencias, de los cuales sólo 49 se encontraban en proceso de supresión puberal en ese período de tiempo. En todos los casos se trataba de adolescentes a partir de los 12 años.
Muchos y muchas de quienes habían hecho consultas sobre estos tratamientos (un 40%) refirieron que después de contar con la información los niños, niñas y adolescentes eligieron no realizarlo.
Rectificación registral de sexo en el DNI
El Gobierno publicó este jueves el Decreto 62/2025 que modifica la Ley de Identidad de Género y, además de “prohibir la realización de intervenciones quirúrgicas de reasignación sexual y tratamientos hormonales en personas menores de 18 años” da marcha atrás con la rectificación registral del sexo para menores.
Aunque la Ley de Identidad de Género permitía que menores de 18 años, con el consentimiento de sus representantes legales y la asistencia de un abogado del niño, solicitaran la rectificación registral del sexo, el decreto introduce restricciones adicionales. Ahora, se requiere una evaluación psicológica y psiquiátrica que determine la capacidad del menor para comprender el alcance de la decisión.
Infancias intersex: las verdaderas infancias mutiladas de las que no se habla
Ale López Bemsch nació en Tucumán hace 35 años y vivió una infancia marcada por múltiples intervenciones quirúrgicas sin su consentimiento: desde que tenía apenas meses de vida hasta su adolescencia. “Las intervenciones médicas que sufrí se llevaron a cabo tanto en hospitales públicos como en clínicas privadas de mi provincia. La realidad es que, hasta el día de hoy, estas prácticas de mutilación genital siguen ocurriendo en todo el territorio argentino y son una realidad preocupante. Generan un profundo sufrimiento físico y emocional, constituyendo experiencias sumamente traumáticas y abusivas. Estos actos son tortura y mutilación, dado que se realizan sin el debido consentimiento informado y vulneran gravemente la integridad corporal de las personas intersexuales”, dice a elDiarioAR.
“El Gobierno de Javier Milei se jacta en afirmar que la ‘ideología de género’ habilita a mutilar a infancias trans, cosa que no es cierto. Lo que si sucede es la mutilacion genital intersexual que nadie nunca habla”, agrega Ale, que es parte de la organización Argentina Intersex.
Entre las prácticas más comunes se encuentra la escisión de un fragmento del clítoris y las vaginoplastias, que son procedimientos quirúrgicos en los cuales se crea una vagina usando parte del colon. Estos procedimientos suelen ir acompañados de tratamientos hormonales y dilataciones vaginales. Las consecuencias de estas cirugías pueden ser severas, incluyendo hemorragias, fístulas, necrosis de tejidos, disminución de la sensibilidad en los genitales y dolor crónico.
En 2023 la periodista y escritora Candelaria Schamun publicó “Ese que fui, expediente de una rebelión corporal”, un libro en el que cuenta en primera persona las intervenciones a las que fue sometida cuando nació para “normalizar” su cuerpo intersex.
Persecución a la población LGBTI+
“Técnicamente no pueden cambiar una ley por decreto pero pueden tomar decisiones de necesidad y urgencia, vía DNU y dependerá del Congreso lo rechace o no”, advierte María Rachid.
Más allá de lo que pase a nivel legislativo, la desinformación y los discursos del odio en voces oficiales ya están en la conversación pública. “La situación actual en Argentina es sumamente preocupante, no solo por la creciente institucionalización de discursos de odio contra la población LGBTI+, sino también por el aumento de la violencia y la discriminación que esto genera hacia la comunidad en general”, dice Ale López Bemsch
El presidente de la Fundación Igualdad, Pedro Paradiso Sottile, coincide: “Es un plan de persecución, de exterminio, de amenaza, de odio hacia la comunidad porque es una política de Estado. Hay que alertarlo y denunciarlo a nivel nacional e internacional de esta manera”.
DTC
Hacete socio, hacete socia
Te necesitamos para seguir
Queremos seguir cubriendo noticias y contando historias que te permitan tomar decisiones informadas. Nos sostiene el aporte voluntario de nuestros socios y socias. Por eso, te pedimos que te sumes: el valor de una membresía es equivalente a un poco más que un café, pero su impacto en la continuidad de un periodismo libre es enorme. Sumate acá ahora.