Piden prisión preventiva y juicio para el policía acusado del femicidio de Úrsula Bahillo

elDiarioAR

2 de marzo de 2021 15:01 h

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Un fiscal pidió la prisión preventiva y que sea sometido a juicio el policía Matías Ezequiel Martínez, detenido por el femicidio de Úrsula Bahillo, la joven de 18 años asesinada de 15 puñaladas hace 22 días en la localidad bonaerense de Rojas, informaron fuentes judiciales.

El fiscal Sergio Terrón hizo la presentación ante el Juzgado de Garantías 3, a cargo de María Laura Durante, por el delito de “homicidio doblemente calificado, por tratarse de una mujer cometido por un hombre mediando violencia de género (femicidio) y por mediar alevosía”, que prevé prisión perpetua.

Úrsula fue hallada el lunes 8 de febrero cerca de las 20.30 asesinada a puñaladas entre unos pastizales en un campo ubicado a la altura del paraje Guido Spano, a unos 13 kilómetros de Rojas, en el noroeste de la provincia de Buenos Aires, y en ese mismo lugar la policía apresó a Martínez herido.

El femicidio fue descubierto tras un alerta al 911 de un tío del imputado, quien refirió que creía que su sobrino había matado a una joven porque le confesó en un llamado que “se había mandado una cagada”.

Al llegar al lugar, la policía encontró a la chica asesinada y al hombre malherido, ya que después del crimen se clavó el arma homicida en el abdomen, adentro de su auto.

Martínez intentó escapar a pie por los pastizales, pero fue reducido y quedó detenido.

Úrsula había denunciado en varias oportunidades a su exnovio por amenazas y violencia de género e incluso el policía tenía una medida de restricción perimetral que había violado dos días antes del crimen.

Hace unos días, el peritaje de los teléfonos celulares de Úrsula y del policía Martínez, detenido por el femicidio, reveló que el acusado engañó a la víctima el día del crimen al pedirle un encuentro para aclarar algunas “cosas”, informaron fuentes judiciales.

Para los investigadores, ese peritaje es “clave” para determinar la presunta premeditación, ya que al encuentro que pactó con la víctima fue armado con una cuchilla de carnicero con el que finalmente la asesinó.

La información surgió de chats entre la víctima y el presunto femicida que los peritos informáticos pudieron extraer de los dos smartphones hallados en la escena del crimen.

Voceros judiciales informaron que, de acuerdo a lo recabado, Martínez le había pedido a la joven encontrarse personalmente el 8 de febrero, ya que tenía supuestas intenciones de aclarar algunas “cosas” con la joven y charlar acerca de las denuncias que le había realizado.

“Se ve que él (Martínez) ya tenía un plan premeditado porque fue con un cuchillo, así que ya él había planificado lo que pasó”, indicó a Télam una fuente con acceso al expediente.

Este dato era de suma importancia para la investigación, ya que el fiscal que instruye la causa, Sergio Terrón, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 5 del Departamento Judicial de Junín, aguardaba establecer si el encuentro entre ambos había sido concertado de alguna manera, tal como finalmente ocurrió.

El imputado fue sometido a un examen mental obligatorio, y de acuerdo a lo que le adelantó el médico psiquiatra al fiscal Terrón, el policía está en condiciones de afrontar un juicio y es plenamente consciente de lo que hizo, por lo que descartaban una posible inimputabilidad.

Precisamente, el lunes 22 de febrero, el policía bonaerense que estaba de licencia con carpeta psiquiátrica fue condenado a cuatro años de prisión efectiva por un hecho de violencia de género cometido en 2017 contra una expareja.

Los detalles del escrito del fiscal Terrón

Fuentes judiciales informaron que el representante del Ministerio Público aseguró en el escrito que “el mismo día del hecho, en horas de la mañana, el imputado Martínez fue convocado a la Ayudantía Fiscal de Rojas para ser notificado de la imposición de un perímetro que le vedaba acercarse a Úrsula Bahillo y, como bien consta en el acta de procedimiento, tenía en su poder al momento de su aprehensión”

“Que dicha restricción no fue un obstáculo para concertar un encuentro con la víctima en horas de la tarde. (...) Que dicho encuentro al que accedió la víctima, debe hacerse insoslayablemente desde una mirada de perspectiva de género, entendiendo que una mujer manipulada que no puede romper una telaraña de amenazas y violencia, acude a hablar con el imputado para aclarar la situación que estaban viviendo y por la que lo había denunciado”, sostuvo Terrón.

Según la acusación, con Úrsula a bordo, el sospechoso se alejó al paraje Guido Spano, distante aproximadamente a 10 kilómetros de la ciudad de Rojas, “siendo un lugar con frondosa arboleda, con un río en las proximidades, totalmente inhóspito”.

“Allí, con la víctima a su merced, sin posibilidad de ser auxiliada por persona alguna, realizó el feroz ataque (...) con el cuchillo –secuestrado en autos- que tenía en su poder y había llevado con dicho propósito, ocasionándole una muerte brutal a esta joven de apenas 18 años de edad”, indicó la fiscalía.

Tras el femicidio, Martínez llamó “reiteradamente a su tío, luego de las 20, pidiéndole que vaya solo (¿buscando su colaboración o complicidad tal vez para deshacerse del cadáver?), no sin antes montar una 'mise en scène' para hacer creer que existió un ataque previo de la víctima o, tal vez, una tentativa de suicidio”.

“Lo que sí puede afirmarse es que lejos estuvo su proceder y su intención de pedir ayuda por su herida, ya que ante el arribo de su tío, al que fue guiando con sucesivas llamadas, y advirtiendo la presencia de personal policial, no tuvo ningún impedimento físico para emprender una carrera de 1.000 metros hasta ser aprehendido”, analizó Terrón.

Con estos datos y otros elementos obtenidos durante la investigación, el fiscal solicitó a la jueza Durante la conversión en prisión preventiva de la detención y que la causa sea elevada a juicio oral.

Con información de agencias.

IG