Una hija de Alice Munro asegura que su padrastro abusó de ella y que su madre no hizo nada
Andrea Robin Skinner, una de las hijas de Alice Munro, denunció que su madre hizo caso omiso a los abusos sexuales que sufrió cuando era una niña a manos de su padrastro, Gerald Fremlin, el segundo esposo de la escritora canadiense, que falleció el pasado 13 de mayo.
En un artículo publicado en el periódico The Toronto Star pocas semanas después de la muerte de la premio Nobel de Literatura 2013, Skinner describe cómo, cuando tenía nueve años y fue a pasar el verano de 1976 con Alice Munro, Fremlin abusó sexualmente de ella.
Cuando al final del verano Skinner regresó con su padre, Jim Munro, le contó a su madrastra, Carole, lo que había sucedido. Carole se lo contó a Jim Munro, que decidió no decir nada, según cuenta la hija de la escritora considerada una maestra del relato corto.
A pesar de lo sucedido, el padre de Skinner siguió enviando durante años a su hija a pasar los veranos con Alice Munro y Fremlin.
Skinner cuenta cómo el esposo de la escritora aprovechaba los momentos en los que estaban solos para mostrarle sus genitales, realizar comentarios soeces, hablar de otras niñas del vecindario o comentar sobre las necesidades sexuales de su madre.
Cuando tenía 25 años, Andrea Robin Skinner finalmente confesó a su madre los abusos de su padrastro. “Reaccionó exactamente como temía que haría, como si se hubiese enterado de una infidelidad”, dice la hija de Munro, que añade que la escritora abandonó brevemente a Fremlin, no por los abusos sexuales que había cometido su marido sino por haberle sido infiel.
“Me contó (Alice Munro) sobre los otros niños con los que Fremlin mantenía 'amistades', subrayando su propia sensación de que ella, personalmente, había sido traicionada”, señala.
Intenté decirle cómo me había hecho daño el abuso de su marido, ella se mostró incrédula
“¿Se dio cuenta de que estaba hablando a una víctima y que yo era su hija? Si lo hizo, yo no lo sentí. Cuando intenté decirle cómo me había hecho daño el abuso de su marido, se mostró incrédula”, añade la hizo.
Por su parte, Fremlin la acusó de haberlo provocado y chantajeó a la familia con publicar fotografías comprometedoras, según el relato de Skinner.
A pesar de lo sucedido, Alice Munro siguió viviendo con Fremlin hasta que este murió en 2013 porque “lo quería mucho” y porque la “cultura de misoginia” era responsable de que Skinner creyese que la escritora tenía que “negar sus propias necesidades”.
Cuando se convirtió en madre, Skinner cesó su contacto con Alice Munro. Dos años después, en 2004, en una entrevista con The New York Times, Alice Munro expresó su inmenso amor por Gerald Fremlin y afirmó que mantenía una estrecha relación con todas sus hijas.
Fremlin fue acusado de abusar de Skinner en 2005
Cuatro meses después de la publicación de la entrevista, en febrero de 2005, Fremlin fue acusado de abusar de Skinner y fue sentenciado a dos años en libertad condicional y a no mantener contacto con niños menores de 14 años durante ese periodo.
“También quería que esta historia, mi historia, fuese parte de las historias que la gente cuenta sobre mi madre”, explica Skinner en su carta. “Desgraciadamente, eso no es lo que pasó. La fama de mi madre significó que el silencio se mantuvo”, dice.
Skinner aclara que nunca se reconcilió con su madre y que muchos otros la silenciaron. “Los niños son a menudo silenciados. En mi caso, la fama de mi madre significó que el secreto fue más allá de mi familia. Mucha gente influyente se enteró de parte de mi historia y aun así siguieron ayudando, y sumaron, a una narrativa que sabían era falsa”, lamenta la mujer.
“Tiempo” para conocer “el impacto sobre el legado de Munro”
Munro's Books, la librería que fundó Alice Munro con su primer marido, Jim, expresó públicamente su “apoyo incondicional” a Andrea Skinner tras revelar los abusos sufridos y la reacción de su madre. En un comunicado publicado en redes sociales, señalan que la experiencia que relata Andrea les resulta “desgarradora” y que necesitarán “tiempo” para digerir la noticia, así como para ver “el impacto que puede tener sobre el legado de Alice Munro”.
Munro's Books aclara que la propiedad de la librería está desligada de los Munro desde 2014; también adjuntan un comunicado de la propia familia -con la firma de Andrea incluida-, en el que los hermanos Munro defienden la labor de la librería y su reacción “tremendamente positiva” al conocer la historia de Andrea.
Con información de la agencia EFE
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