Karla Sofía Gascón, la primera mujer trans en ganar en Cannes: “Nadie nos tiene que decir lo que hacer con nuestros cuerpos”
Cuando Karla Sofía Gascón era pequeña, la primera película que le impactó fue El retorno del Jedi. Se construía sables láser con fluorescentes y jugaba a ser Jedi. Nunca lo hubiera creído si le hubieran dicho que muchos años más tarde (ahora tiene 52) estaría sentada al lado de George Lucas minutos antes de lograr el premio a la Mejor interpretación femenina de Cannes por Emilia Pérez, el musical narco trans de Jacques Audiard en el que da vida al personaje que da nombre a la película.
El premio es colectivo junto a las otras tres actrices de la película, Zoe Saldaña, Selena Gómez y Adriana Paz. La última vez (y la única) que una actriz española ganó el premio a la mejor actriz de Cannes fue, también, de forma conjunta. Fueron las mujeres de Almodóvar en Volver las que hicieron historia al lograr que el jurado pidiera permiso para que todas pudieran recibir el galardón: Blanca Portillo, Lola Dueñas, Yohana Cobo, Chus Lampreave, Carmen Maura y Penélope Cruz. En otro guiño que une ambos acontecimientos históricos, Karla Sofía Gascón también es de, parafraseando el discurso de Cruz en los Oscar, “un lugar llamado Alcobendas, donde esto no era un sueño muy realista”.
Ser quien continúa ese legado de actrices españolas alegra mucho a Gascón, pero deja claro que no sustituye a nadie, sino que se agrega a esa lista. “Somos gente que trabajamos y que queremos hacerlo lo mejor que sabemos, y que damos todo nuestro cariño y nuestro amor por nuestro trabajo. Fíjate, con 52 años a la vejez, viruela, como dicen”, lanza la actriz minutos después de lograr el premio y lograr emocionar a todos con su discurso contra los discursos de odio contra las mujeres trans (ella es la primera actriz del colectivo en lograrlo).
Ante todo el Palacio de los Festivales de Cannes, la actriz dejó un discurso de esos que se queda grabado en la memoria.“A todas las personas trans que estamos sufriendo el odio y viendo cómo nos denigran. Esto es para vosotras. Mañana esta noticia estará llena de comentarios de gente terrible diciendo cosas terribles de nosotras. Quiero mandar un mensaje de esperanza para todas nosotras. Todos tenemos la oportunidad de cambiar a mejor. Así que a ver si cambiáis, cabrones”, dijo dejando a todos con las lágrimas en los ojos .
Karla Sofía Gascón es expansiva, charlatana y espontánea. Tanto que cuando aparece entre los aplausos de la prensa española lo primero que pide es sentarse porque le pusieron “los zapatos de Sandokán”. Más tranquila vuelve a subrayar las cosas que dijo en su discurso. “Es que cuando subes al escenario y tienes la posibilidad de decir un mensaje tan profundo, que puede ayudar a tantas personas en este mundo… Este premio es para mí, pero también para todas esas personas que luchan por ser ellas mismas y por ser mejores personas, porque nadie nos tiene que decir lo que tenemos que hacer con nuestros cuerpos”.
Hasta ahora lo único que me habían dado eran patadas, entonces con cualquier cosa que me den yo estoy feliz
Pide que este premio sea un punto de inflexión, porque “ya está bien de tanto dolor”. “Lo dije el otro día aquí mismo. Ya está bien de tener a ciertas personas denigrándonos y actuando con violencia. Ojalá este premio sirva para que, aunque sea una sola, haya una familia que tenga a uno de sus hijos en esta situación y no le echen de su casa ”, añade en plena resaca de un momento que sabe que va a recordar toda su vida. “Hasta ahora lo único que me habían dado eran patadas, entonces cualquier cosa que me den yo estoy feliz”, dijo otra vez con humor pero también quitándole importancia. Ella ya sabe lo que es triunfar. En México actuó en la película más taquillera de su historia, Nosotros los nobles, “y pasó exactamente lo mismo”. “La gente venía y me decía que la había visto dos veces, nos mandó una carta el presidente…y esto es un poco revivir lo mismo pero en Francia”, recuerda.
El activismo de Karla Sofía Gascón tiene una meta, y es que la etiqueta trans deje de utilizarse porque ya no haga falta: “Estoy un poco harta, sí. A veces me toman mal, incluso en el grupo al que pertenezco, pero sí creo realmente que está bien usarlo cuando hay algo que ensalzar. Usarlo así me parece maravilloso porque ensalza una minoría que está vilipendiada, que está machacada. Pero lo sabéis vosotros, que mañana, cuando empecemos a leer las noticias o Twitter o X, como se llame ahora, todo serán insultos”.
“Me dirán que le estoy quitando un premio a una mujer y otras muchas cosas absurdas. Y yo ya he discutido mucho. Me tiré discutiendo en un país durante años porque soy muy guerrillera, pero en esta ocasión esto habla por sí solo. No tengo por qué ponerme a discutir ya con nadie, que cada uno haga lo que le dé la gana y que tomen como ejemplo lo que he dicho al final del discurso cuando recogía el premio, que creo que realmente hay una esperanza para que puedan cambiar ese odio y esa maldad que tienen para crear algo bonito”, zanja.
Como para todas las actrices españolas, el sueño de que un día la llame Almodóvar sobrevuela su imaginación, y aunque intenta no contarlo, la emoción le puede y confiesa a la prensa que le dijeron que quería hablar con ella: “Pero cómo no tengo su teléfono pues habrá llamado y habrá hablado con mi hija, que es quien lo tenía. Ojalá podamos trabajar juntos o por lo menos saludarnos, porque para mí es un ídolo. Uno de los libros que escribí se lo dediqué a él, porque ha sido una inspiración para mí. Lo que ha hecho por España, y sobre todo por las personas diversas, que no somos diversas porque somos iguales que todo el mundo y parece que somos bichos raros, es algo maravilloso”.
JZ/CRM
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