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Fue el 22 de noviembre de 1963

EEUU desclasifica más de mil documentos sobre el asesinato de John F. Kennedy

John F. Kennedy, viaja en un descapotable mientras abandona la pista de la base aérea de MacDill, en Tampa, el 19 de noviembre de 1963, pocos días antes de su asesinato.

Antònia Crespí Ferrer

19 de marzo de 2025 07:48 h

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A las siete de la tarde de este martes, hora de Washington, internet se volvió a llenar de teorías conspiranoicas sobre la muerte del expresidente John Fitzgerald Kennedy. La desclasificación de 1.123 documentos por parte de los Archivos Nacionales convirtió X, que prácticamente es una burbuja trumpista a día de hoy, en un constante torrente de posts sobre lo que habían encontrado los usuarios en su rápida búsqueda. “Otra publicación decepcionante”, comentaba uno de los miles de perfiles.

Los historiadores presidenciales ya habían dicho que no esperaban grandes sorpresas desde que Donald Trump anunció que publicaría los documentos íntegros y sin ningún tipo de censura. El republicano decidió sacar a la luz los archivos que ya había revelado en su anterior mandato con tachones y partes ocultas. Algunos de esos párrafos o palabras que se habían mantenido bajo registro siguieron siendo ilegibles debido a la caligrafía o la mala calidad de los documentos.

La gran mayoría de la colección de los Archivos Nacionales, que contiene más de seis millones de páginas con registros, imágenes, grabaciones de audio y video, y otros elementos relacionados con el asesinato, ya se había publicado previamente. La última gran publicación de documentos fue en 2022, cuando los Archivos Nacionales liberaron casi 13.000 archivos nuevos. Por eso los historiadores presidenciales no esperan encontrar grandes sorpresas en la publicación de este martes, aunque sí que se podría arrojar luz sobre algunos detalles del asesinato del 22 de noviembre de 1963.

Aunque la respuesta inicial a la gran pregunta de quién mató a Kennedy, o si había otras personas implicadas en el asesinato –incluso la CIA misma–, parece que seguirá siendo la misma: Lee Harvey Oswald, el tirador solitario que disparó contra la caravana de Kennedy desde el sexto piso del Depósito de Libros Escolares en Dallas (Texas).

Trump convirtió en una promesa de campaña la desclasificación de los documentos gubernamentales restantes sobre el asesinato de Kennedy y este lunes anunció que iba a cumplirla. “Dije durante la campaña que lo haría, y soy un hombre de palabra”, afirmó Trump este lunes cuando, desde el Kennedy Center en Washington, anunció la publicación de los documentos para este martes.

En enero, Trump firmó una orden ejecutiva para ordenar la publicación de documentos del gobierno federal relacionados con los asesinatos de Kennedy, el exfiscal general Robert F. Kennedy y Martin Luther King Jr. La orden instruía al director de Inteligencia Nacional y al fiscal general a presentar un plan en un plazo de 15 días, un plan para la “publicación completa y total de los archivos relacionados con el asesinato del presidente John F. Kennedy.” A pesar de esta promesa de publicar los archivos sin ningún tipo de censura parece no haberse cumplido. Una revisión inicial de los archivos hecha por el New York Times ha detectado que parte de la información sigue capada.

Encontrar información relevante será una tarea complicada y larga. No solo por el volumen, sino porque los documentos entregados se han publicado de manera desordenada, sin ningún tipo de categorización. La mayoría de los archivos PDF tienen menos de 10 páginas. Además, tampoco se ha especificado cuántos de los documentos ahora desclasificados siguen pendientes de digitalización. Según la página web de los Archivos Nacionales, a partir de este martes, “a medida que los registros se vayan digitalizando, se publicarán en la página”.

Oswald, quien mató a Kennedy el 22 de noviembre de 1963, era un exmarine desequilibrado que se identificaba como marxista. Dos días después de asesinar al demócrata, el propietario de un club nocturno de Dallas, Jack Ruby, disparó y mató a Oswald justo antes de que fuera trasladado a una nueva prisión. La Comisión Warren, que se creó para esclarecer el crimen, concluyó en su momento que Oswald actuó solo. Así como el hombre que le mató después a él.

Por ley, todos los documentos relacionados con el magnicidio debían hacerse públicos antes del 26 de octubre de 2017. Sin embargo, se contemplaban excepciones en caso de que el presidente demostrara que mantenerlos en secreto era necesario para evitar daños graves que superaran el interés público en su divulgación. Cuando llegó el momento de hacerlos públicos, Trump era presidente y decretó que algunos de los archivos continuaran clasificados. Ahora parece que no lo recuerda y no para de mostrarse como un defensor de la transparencia. Trump ha podido desclasificar ahora los documentos porque el expresidente Joe Biden también renovó la clasificación de los registros.

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