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“Akelarre de queers”: cómo una campaña de fake news colocó a una agencia informática de EEUU en el punto de mira de Elon Musk

Un grupo de manifestantes protestan contra Elon Musk en Santa Mónica (California) el 15 de marzo de 2025.

Nick Robins-Early

19 de marzo de 2025 10:27 h

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Los funcionarios de una oficina pública bastante desconocida que ofrecía servicios tecnológicos y de consultoría a los estadounidenses estaban en el trabajo el pasado 3 de febrero cuando Elon Musk escribió por primera vez un mensaje en X (antes Twitter) sobre la unidad que los albergaba: “Este grupo ha sido borrado”.

El hombre más rico del mundo respondía así al mensaje en X de un activista de extrema derecha que afirmaba falsamente que la 18F, una oficina dependiente de la Administración General de Servicios (GSA, por sus siglas en inglés), era en realidad una célula de extrema izquierda. El activista acusaba a esta unidad de servicios tecnológicos de crear un programa para que los funcionarios preparasen las declaraciones de la renta de los ciudadanos.

En realidad, esta unidad había impulsado una plataforma para que los ciudadanos pudieran presentar ellos mismos de forma gratuita sus declaraciones, en un país en el que, por las complejidades del sistema, muchos ciudadanos se ven obligados a contratar a un abogado o asesor para que se la haga. Era una de las varias afirmaciones falsas sobre la oficina que circulaban por X, red social propiedad de Musk a la que parece dedicar gran parte de su día.

La publicación de Musk desencadenó de inmediato mucha confusión. Más que una conspiración radical de izquierdas, la 18F es una unidad que colaboraba con agencias gubernamentales y las asesoraba para desarrollar soluciones de software que les permitan ser más eficaces. Extrabajadores y un funcionario que todavía trabaja en la GSA describen la 18F como una unidad de negocio centrada en la prestación de servicios tecnológicos y la mejora de la eficiencia dentro de la administración; exactamente la labor que supuestamente desempeña el “departamento de eficiencia gubernamental” de Musk (DOGE).

En el momento en que Musk pidió la supresión de la 18F, las agencias que cooperaban con la unidad en proyectos de tecnología civil que ya estaban en marcha y que serían clave para actualizar sus operaciones se quedaron sin respuestas. ¿Seguirían recibiendo esa ayuda? ¿Qué quería decir Musk con “borrado”? ¿Qué pasaría con las herramientas tecnológicas que estaba creando la 18F? Según tres extrabajadores, el personal no obtuvo una respuesta clara de los nuevos dirigentes de la GSA, alineados con Musk, y no sabía qué respuesta dar a las demás agencias.

La confusión duró semanas, hasta que sobre la 1 del sábado 1 de marzo los trabajadores de la 18F recibieron un correo electrónico en el que se les comunicaba el despido y el cierre de la oficina “con instrucciones explícitas de los máximos responsables de la Administración y de la GSA”. Unos 90 empleados de la 18F fueron despedidos de forma fulminante y a todos ellos les fueron bloqueados inmediatamente sus dispositivos.

Las fake news y posterior desmantelamiento de la unidad de servicios tecnológicos se ajustan a un patrón común del modo en que Musk parece absorber y contribuir a difundir las falsedades que circulan por Internet. También refleja la influencia de los medios de comunicación y activistas de extrema derecha sobre Musk, que no duda en convertir en blanco de ataque y eliminar agencias gubernamentales que cree que no encajan con su visión ideológica del mundo.

La semana siguiente al desmantelamiento de la unidad de servicios tecnológicos, el recién nombrado jefe de los Servicios de Transformación Tecnológica de la GSA, que tenía bajo su mando la 18F, convocó una reunión para explicar la decisión. Thomas Shedd, un exingeniero de software de Tesla de 28 años y aliado de Musk explicó que había mandado personalmente el correo electrónico que informaba de los despidos masivos. En la reunión con su equipo, explicó que la 18F se cerró porque las tarifas por hora de los empleados eran demasiado altas y que contratar a consultores externos sería menos costoso.

Shedd no ha respondido de forma directa a una petición de The Guardian para que exponga su versión para este artículo. En su lugar, un portavoz de la GSA remitió la respuesta siguiente: “Tras una revisión exhaustiva de la unidad 18F, la dirección de la GSA, con el consentimiento del Gobierno y siguiendo todas las directrices de la Oficina de Gestión de Personal (OPM, según sus siglas en inglés), determinó que la unidad de negocio no estaba alineada con las órdenes ejecutivas presidenciales ni con las actividades clave o requeridas por ley”.

El portavoz también argumentó que la unidad informática no era sostenible desde un punto de vista económico. Según exempleados, esta explicación malinterpreta el funcionamiento de la 18F y su estructura de costes, e ignora que la unidad a menudo ahorraba dinero a las agencias al desaconsejarles contratos costosos e innecesarios con proveedores privados. Los exempleados de la unidad y un empleado en activo de la GSA alegan que los despidos tienen una motivación política. Un empleado de la GSA, que ha hablado de forma anónima por miedo a represalias, ha señalado que la única razón que ve para que se elimine la 18F antes que otras oficinas es “contentar a Elon Musk”.

Una unidad discreta, pero muy útil

La 18F es bastante desconocida por el público, a pesar de que a lo largo de los años ha trabajado con muchas agencias gubernamentales y ha contribuido a crear servicios que han sido ampliamente utilizados. La unidad ayudó, sin hacer ruido, a crear docenas de servicios en distintas oficinas, incluido el sistema gratuito de presentación de impuestos Direct File de la Oficina de Recaudación de Impuestos [equivalente a la Agencia Tributaria de España]. Muchos proyectos de software de esta unidad de servicios tecnológicos, como la racionalización de la web meteorológica del gobierno para facilitar su uso en caso de desastres naturales, tenían por objetivo mejorar la eficiencia de los servicios gubernamentales y reducir el coste para el contribuyente.

Al afirmar que había “eliminado” la 18F, Musk reprodujo un mensaje en X del 3 de febrero del activista de derechas Alex Lorusso, productor del influencer conservador Benny Johnson, que interactúa frecuentemente con Musk en la red propiedad del magnate. Lorusso, que fue expulsado de Twitter en 2020 por violar las reglas sobre manipulación y contenido basura de la compañía, es uno de los varios influencers de derecha a los que Musk incentivó regularmente en X, y el Gobierno de Donald Trump ha amagado con reclutarlo. Trabajó como consultor de plantilla para el comité de acción política que creó Musk durante la campaña presidencial y es un gran admirador del multimillonario. La primera publicación de su perfil en X, anclada en la parte superior para que a nadie se le escape, es una foto suya de 2023 sonriendo y en compañía de Musk.

El post de Lorusso afirmaba que la 18F “pone a los funcionarios del gobierno a preparar las declaraciones de la renta de los ciudadanos” y sugería que era una “oficina informática de extrema izquierda”. Sus afirmaciones fueron corregidas más tarde por otros usuarios de la red en una nota de la comunidad. En ella se explicaba que la oficina había ayudado a crear un servicio que permitía a los estadounidenses presentar sus declaraciones de la renta de forma gratuita a través de Internet, un popular proyecto piloto que ahorró unos millones en tasas fiscales y que se iba a ampliar a todo el país.

Una mentira leída por 13,5 millones de personas

La publicación de Lorusso, como la de Musk, se hacía eco de otro mensaje en X de otra figura conservadora de los medios de comunicación. Luke Rosiak, redactor del sitio de noticias conservador Daily Wire, había publicado en un largo hilo el 31 de enero contra la 18F. En su escrito la tildaba de “agencia de extrema izquierda” y “akelarre de transexuales y queers que se contratan unos a otros”. El hilo incluía los perfiles de varios exempleados de la 18F que utilizaban el pronombre “ellos” (they) en sus perfiles, así como pantallazos de la campaña de recaudación colectivade un empleado para un tratamiento médico de afirmación de género. También se basó en artículos publicados en 2023 por Rosiak sobre la GSA y la 18F, en los que sugería que las políticas de discriminación positiva en la contratación, para fomentar la diversidad, habían provocado importantes fallos de seguridad en la unidad. Los exempleados han señalado que esta afirmación es falsa. El primer comentario de Rosiak sobre la unidad informática recibió más de 13,5 millones de visitas. Musk lo replicó en su cuenta.

Los exempleados de la 18F afirman que el ataque de Rosiak contra la unidad informática contenía afirmaciones falsas. El redactor del Daily Wire afirmaba que el organismo puso en peligro la seguridad de un millón de estadounidenses porque se negó a insertar software de reconocimiento facial en el sitio web gubernamental login.gov por motivos de “equidad racial”. Según un exempleado, la afirmación confunde distintas unidades de la GSA y desconoce las cuestiones de seguridad en torno al reconocimiento facial, además de culpar a la 18F de decisiones que se tomaron desde otras unidades de negocio.

Según un informe del inspector general de 2023, es cierto que la GSA tuvo que responder a un escándalo cuando el exdirector de Servicios de Transformación Tecnológica, Dave Zvenyach, tergiversó el nivel de seguridad con el que funcionaba login.gov. Sin embargo, login.gov es desde hace años una entidad separada de la 18F, con otros trabajadores. Según un exempleado de la 18F, sí se realizó una prueba de equidad racial de la tecnología de reconocimiento facial, pero porque el software en cuestión destacaba negativamente por reconocer peor los rostros de personas no blancas y, por tanto, utilizarlo como herramienta de verificación de identidad habría creado problemas de seguridad para los usuarios.

“Creo que a la gente hiperpolitizada le es imposible concebir que los funcionarios dejen de lado sus ideas cuando trabajan para el gobierno”, dijo un exempleado de la 18F en respuesta a las agresivas críticas de los conservadores contra esta unidad informática.

The Guardian contactó al Daily Wire para conocer su versión de los hechos. Un portavoz señaló que el reportaje de Rosiak sobre la 18F “habla por sí mismo”. Tras los despidos masivos, algunos exempleados crearon un sitio web en el que intentan responder a los argumentos de grupos de derechas que afirman que la unidad era una facción izquierdista dentro del gobierno. En la web también llaman la atención sobre la gran cantidad de proyectos que han llevado a cabo a lo largo de los años. Otros exempleados señalaron que los despidos son una muestra de que Musk y la administración Trump atacarán a otras agencias basándose en motivos ideológicos, más que en el contenido de su trabajo.

“Éramos la prueba viviente de que los temas de conversación de la administración Trump se basan en falsedades. Los servicios gubernamentales pueden ser eficientes”, indicó Lindsay Young, exdirectora ejecutiva de la 18F, en un mensaje en LinkedIn.

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