Cinco claves para entender el segundo “impeachment” contra Trump y lo que viene ahora
Tras el asalto al Capitolio protagonizado la semana pasada por una turba de simpatizantes de Trump, los demócratas de la Cámara de Representantes cumplieron el miércoles su promesa de comenzar un histórico segundo impeachment contra el presidente.
La Cámara votó a favor del impeachment por 232 votos contra 197. El proceso se traslada ahora al Senado, donde aún no se sabe si algún republicano unirá su voto al de los demócratas para condenar a Trump por sus incendiarias declaraciones antes del ataque.
Hay signos de una profunda división entre los conservadores
Algunos de los miembros más destacados de la cúpula republicana no están rechazando la iniciativa demócrata. Todo lo contrario. La congresista por Wyoming Liz Cheney, que preside la Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes, fue una de los diez congresistas republicanos que votó a favor del proceso de destitución contra Trump.
Mitch McConnell, el senador republicano de mayor rango en el Senado, dijo el miércoles a sus colegas que todavía no sabía cuál sería su voto. En privado, McConnell dejó a sus socios con la impresión de que está contento con la iniciativa de los demócratas de hacer un segundo impeachment a Trump.
En otros lugares, los legisladores novatos están peleándose unos con otros. La congresista por Carolina del Sur Nancy Mace tuvo un acalorado intercambio con la congresista por Georgia Marjorie Taylor Greene, que defendió la teoría de la conspiración QAnon, según Axios. Mace responsabilizó a Greene y a otros partidarios de QAnon del ataque al Capitolio.
Una pregunta que se repite entre los miembros del Congreso es si sufrirán alguna represalia los diez republicanos de la Cámara que se distanciaron del partido y votaron por el impeachment de Trump. Algunos legisladores lo apoyan en privado, pero temían que un voto a favor los ponga en peligro físico, a ellos o a sus familias, por la furia que eso pueda generar entre los simpatizantes de Trump.
El impeachment más bipartidista en la historia de Estados Unidos
A diferencia del último impeachment demócrata contra Trump, en esta ocasión hay un mayor nivel de apoyo de los dos partidos. El congresista Kevin McCarthy, líder de la minoría y el republicano de mayor rango en la Cámara de Representantes, dijo durante un discurso el miércoles que Trump era parcialmente responsable del ataque contra el Capitolio de la semana pasada.
Diez republicanos de la Cámara de Representantes se unieron a los demócratas para votar en favor de la destitución de Trump. No está claro cuántos republicanos están dispuestos a condenar a Trump en el Senado, donde hace falta una mayoría de dos tercios. La potencial disposición de McConnell para condenarlo sugiere que los senadores dispuestos a votar en contra del presidente podrían ser más de uno o dos.
Todo eso hace que sea muy diferente a la última vez en que Trump se sometió a un proceso de impeachment, cuando la división del voto coincidía prácticamente en su totalidad con la pertenencia al partido. Trump no fue condenado en esa ocasión.
La mayoría de los republicanos se negó a reconocer errores propios
En el debate del miércoles se repitieron dos patrones en la argumentación republicana: desviar la atención y denunciar. Los republicanos denunciaron una y otra vez el ataque de la turba de la semana pasada.
“La violencia no tiene lugar en nuestra política. Punto. Condeno totalmente los actos de violencia sin sentido de la semana pasada y reitero firmemente el llamamiento a mantener la paz en las próximas semanas”, escribió la presidenta del Comité Nacional Republicano, Ronna McDaniel, en un comunicado.
Incluso Trump publicó una declaración diciendo que quería una transición y una inauguración pacíficas para el presidente electo Joe Biden.
Los republicanos también llamaron hipócritas a los demócratas por ignorar, con sus palabras, el daño infligido durante las protestas de Black Lives Matter del verano pasado. “Los demócratas apoyan la violencia cuando esta apoya su causa”, dijo Greene durante un discurso. “Los demócratas dejarán a todos sin armas siempre y cuando ellos tengan guardias armados”.
No se sabe qué va a pasar en el Senado
No se sabe qué va a pasar en el Senado. “[No he] tomado una decisión final sobre mi voto y me he propuesto escuchar los argumentos jurídicos cuando sean presentados en el Senado”, escribió McConnell en una carta a sus colegas.
En el primer impeachment contra Trump, solo el senador por Utah Mitt Romney se unió a los demócratas en el voto contra el presidente. En esta ocasión, es concebible que más republicanos se unan a los demócratas, aunque hacen falta 17 para obtener una condena.
En otro comunicado tras la votación de la Cámara de Representantes, el propio McConnell escribió que el juicio no podría comenzar antes de que Biden jure el cargo el 20 de enero, en desacuerdo con una declaración de Chuck Schumer, su homólogo demócrata.
“Un juicio en el Senado puede comenzar de forma inmediata si el actual líder de la mayoría del Senado acuerda convocar a la Cámara Alta para una sesión de emergencia, o puede comenzar después del 19 de enero. Pero no se equivoquen, habrá un juicio político en el Senado de Estados Unidos; habrá una votación para condenar al presidente por altos crímenes y por delitos menores; y si el presidente es condenado, habrá una votación para impedir que vuelva a presentarse”, escribió Schumer en un comunicado.
Las preocupaciones de los demócratas por la seguridad parecen bien fundadas
Periodistas y legisladores notaron el aumento de las fuerzas de seguridad en torno al Capitolio. El congresista por Massachusetts Seth Moulton subrayó en su discurso que había más soldados estadounidenses patrullando el Capitolio que en Afganistán.
En general, hay mucha preocupación por la posibilidad de otro ataque. Autoridades del Servicio Secreto y de la Oficina Federal de Investigación informaron a Biden sobre sus preocupaciones en materia de seguridad respecto a la toma de posesión. Según un informe del periódico The Boston Globe, durante el ataque de la turba al Capitolio la congresista por Massachusetts Ayanna Pressley se dio cuenta de que habían arrancado los botones de emergencia de su oficina.
Traducido por Francisco de Zárate
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