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Trump, el cambio climático y las armas nucleares dejan al Reloj del Fin del Mundo más cerca que nunca del apocalipsis

Actualización del Reloj del Fin del Mundo (enero de  2025)

Raúl Rejón

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El Reloj del Fin del Mundo adelantó un segundo sus agujas que ahora marcan 89 segundos hasta la Medianoche, “lo más cerca que estuvo nunca del apocalipsis incluida la época de la Guerra Fría”, recuerda el boletín de científicos atómicos encargados de este indicador.

Este reloj refleja “metafóricamente” cuánto queda para poder “evitar una catástrofe para la humanidad”. Creado en 1947 por un grupo de científicos que participaban en el Proyecto Manhattan –la creación de la primera bomba atómica–, la Medianoche estaba asociada a una guerra mundial nuclear. Actualmente, esa hora también concierne a la crisis climática o una pandemia.

Entre las razones que hicieron que las agujas avancen (también pueden retroceder si la situación global mejora) están: la falta de respuesta “urgente” a los efectos del cambio climático, los movimientos hacia las armas nucleares, el uso de la inteligencia artificial en campañas de desinformación, la “insuficiente preparación” ante nuevos patógenos y la decisión del nuevo presidente de EEUU, Donald Trump, de retirar a su país del Acuerdo de París y la Organización Mundial de la Salud.

La anterior vez que el reloj se había movido fue en 2023 cuando se colocó en los 90 segundos. Ese era entonces el punto más avanzado en la esfera del reloj que se había alcanzado. En 2024, no hubo cambios, ni hacia delante ni hacia atrás, según informó la Universidad de Chicago hace solo una semana.

Sin embargo, el inicio de este 2025 hizo patente que “el mundo no hizo suficientes progresos respecto a los peligros existenciales que amenazan a toda la humanidad”, justificó el profesor de Astronomía de la Universidad de Chicago y director del departamento encargado del reloj, Daniel Holz.

El boletín que informa de la evolución de estas agujas insiste en que su objetivo no es “atemorizar a la población sino impulsarla hacia la acción”. “Cualquier movimiento hacia la medianoche debería tomarse como una indicación de peligro extremo y alerta”, remató Holz.  

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