La Corte Suprema de Justicia de la Nación ratificó la condena de seis años de prisión para Ricardo Jaime, exsecretario de Transporte durante los primeros años del kirchnerismo, por su responsabilidad en la Tragedia de Once, en la que murieron 51 personas y más de 700 resultaron heridas en 2012.
La condena a Jaime, dictada en un juicio oral y público, fue por administración fraudulenta, y aunque en una primera revisión de la Cámara de Casación se había elevado a ocho años, finalmente se fijó en seis años al excluir el delito de estrago.
El fiscal Raúl Pleé intentó que la pena se incrementara a ocho años bajo el argumento de que Jaime tenía “posición de garante” en el sector transporte, pero la Corte Suprema rechazó el recurso.
La decisión judicial fue firmada por tres de los cuatro miembros de la Corte: Horacio Rosatti, Carlos Rosenkrantz y Ricardo Lorenzetti, mientras que Juan Carlos Maqueda se excusó por su relación con Jaime en el pasado.
Jaime, quien fue secretario de Transporte entre 2003 y 2009, mantuvo una relación cercana con empresarios del sector, quienes, según se probó en los tribunales, lo beneficiaron económicamente mientras él ocupaba un cargo público. Este enriquecimiento ilícito, sustentado en coimas de concesionarios del transporte, fue el origen de su fortuna, aunque desde 2016 hasta marzo de 2023 estuvo preso por múltiples casos de corrupción, incluyendo la compra irregular de trenes a España y Portugal.
Jaime fue el primer exfuncionario kirchnerista en reconocer que había recibido sobornos, lo cual derivó en varias condenas por corrupción. Además de su responsabilidad en la Tragedia de Once, Jaime aún enfrenta otros procesos judiciales pendientes.
La Tragedia de Once fue un accidente ferroviario ocurrido en Buenos Aires el 22 de febrero de 2012. Ese día, un tren de la línea Sarmiento, que conecta distintas zonas del conurbano bonaerense con la capital, chocó contra la barrera de contención de la estación de Once debido a una falla en los frenos, resultando en 51 muertes y más de 700 heridos. Este incidente se considera uno de los desastres ferroviarios más graves en la historia de Argentina.
La tragedia fue atribuida a una combinación de negligencia, falta de mantenimiento y corrupción en el sistema ferroviario argentino. Durante la investigación, se descubrió que tanto los propietarios de la concesionaria como funcionarios públicos sabían sobre el mal estado de los trenes y la infraestructura, pero no tomaron medidas adecuadas para prevenir el accidente.
El impacto de la tragedia provocó conmoción nacional y generó la indignación de la sociedad —a pocos meses de que Cristina Fernández de Kirchner resultara reelecta presidenta de la Nación en primera vuelta, con el 54% de los votos—, que exigió reformas en el sistema ferroviario y la rendición de cuentas de los responsables. En 2015, varios funcionarios y empresarios involucrados fueron condenados, incluyendo al exsecretario Jaime y al empresario Claudio Cirigliano.
JJD