Claudio Lozano, del Frente de Todos: “No me parece mal segmentar tarifas, pero más sencillo es bajar subsidios a generadores eléctricos o al oligopolio petrolero”
La lista de candidatos a diputados del Frente de Todos en la ciudad de Buenos Aires, que encabeza Leandro Santoro, incluye diversos referentes económicos disímiles entre sí, como la coalición gobernante. En tercer lugar, Carlos Heller, en quinto, Matías Tombolini. Y el séptimo lugar, el economista Claudio Lozano, director del Banco Nación, el tercer postulante en responder el ping pong de preguntas y respuestas de elDiarioAR.
¿Cómo se baja la inflación? ¿Sirven los controles de precios?
Bajar la inflación requiere: a) desacoplar los precios internacionales de las commodities de los precios internos, b)eliminar las distorsiones que producen en los mercados los procesos de concentración, trasnacionalización y conglomeración; en todos los casos permiten independizar los precios de los costos y c) terminar con la inercia inflacionaria resultante de décadas de inflación. Si los controles están orientados a resolver estos problemas, por supuesto sirven.
¿Cómo se baja el desempleo?
a) Acelerando la tasa de crecimiento ya que el nivel de empleo depende del nivel de actividad. Esto requiere ampliar el mercado interno impulsando la expansión del consumo. Por esto, el ingreso universal para los que están en situación de desempleo e informalidad garantizando que ningún hogar esté bajo la línea de indigencia es funcional a la expansión del consumo, a la ocupación de la capacidad ociosa y a la generación de empleo. b) Eliminar la sobrejornada que hoy desarrollan dos millones de asalariados registrados (diez horas diarias). Cumpliendo la jornada legal crearíamos 660.000 puestos de trabajo. c) Encarando un proyecto de transformación productiva con eje en la sustitución de importaciones y la incorporación de progreso técnico. d) Estableciendo mecanismos que permitan distribuir la renta resultante del cambio tecnológico, reduciendo la jornada en las grandes empresas a seis horas. Esto crearía unos 900.000 puestos de trabajo.
¿Está de acuerdo con cambiar la legislación laboral y cómo?
Todo cambio en las fuerzas productivas requiere modificaciones en las relaciones laborales. Desde una perspectiva de ampliación de derechos supone entender que el cambio tecnológico implica menor consumo de tiempo de trabajo por unidad de producto y exige formación permanente a lo largo de la vida. Por ende hay que reducir jornada laboral y ampliar los tiempos de formación en función de los cambios que se viven. Esa discusión exige nuevos Sistemas de Seguridad de Empleo y Formación financiados por el aumento de la productividad con trabajadores que puedan dividir su jornada en empleo y formación. Acceder a esta no puede ser una opción individual sino un derecho social. Las demandas de flexibilización laboral de un mercado laboral que está hecho goma es el resultado de ciertos sectores dominantes muy ignorantes que pretenden utilizar las relaciones laborales del siglo XIX para la tecnología del siglo XXI.
¿Cómo hacer para que los salarios recuperen poder de compra?
Para que los salarios se recuperen hay que fortalecer la capacidad de negociación de los trabajadores en la sociedad. Un mercado laboral donde la mitad de la población laboral se encuentra en situación de informalidad y desempleo, con 42% de pobres y 11% de indigentes es un mercado que debilita la capacidad de discusión. Cuatro de cada 10 trabajadores tienen ingresos inferiores al salario mínimo vital y móvil. Es decir el mercado laboral opera sin piso. Proponemos establecer un ingreso universal para la informalidad y el desempleo que permita que ningún hogar esté por debajo de la línea de indigencia, reemplazar y universalizar los programas Potenciar Trabajo y Progresar en uno nuevo en base a un salario social de empleo y formación que incorpore a 4 millones de personas en tareas dirigidas a construir infraestructura social, urbanizar barrios populares, garantizar una red pública de cuidados, desarrollar experiencias de soberanía alimentaria y programar el desarrollo de ciudades sustentables, desarmando conurbanos invisibles y repoblando el país. Este salario social sería equivalente al mínimo. Ambas cosas, el ingreso universal y el salario social, implican una inversión de 2 puntos del PBI. Dos puntos financiables que permitirían establecer un umbral de dignidad para la sociedad y un piso para el mercado laboral equivalente al salario. En este marco, hay que asociar estas definiciones con la decisión pública de inducir aumentos salariales en el marco paritario y garantizar una estrategia antiinflacionaria.
¿Hay que devaluar el tipo de cambio oficial o bajar el paralelo, y cómo? ¿Cuánto debería durar el cepo?
No hay razón alguna para devaluar, hay que mejorar la regulación de los dólares paralelos legales, blanqueando quiénes son los que ahí intervienen y el tipo de operaciones que realizan. Y hay que avanzar sobre el control del comercio exterior para poder administrar el ingreso y egreso de divisas, supervisando de manera directa los saldos excedentarios en divisas de las 50 empresas que los manejan. Hay que replantear también la estructura del sistema financiero. Tenemos aún la ley de entidades financieras de la dictadura militar.
¿Qué partidas del gasto público deberían bajar?
Hay que revisar el endeudamiento y su peso en el gasto (hoy es un 13%, equivalente al de la Seguridad Social) y estamos con la deuda con acreedores privados reestructuradas. Hay que revisar el gasto tributario (exenciones y regímenes promocionales) y revisar los subsidios.
¿Hay que reducir el empleo público? ¿Por qué?
El tema no es el empleo público. Puede haber problemas en algunas áreas, pero hay muchas donde falta gente. La discusión es sobre el Estado que necesitamos para la sociedad que queremos. Hay que discutir roles, funciones, calidad de las prestaciones públicas, áreas donde debiera intervenir y no interviene. Y en ese contexto la carrera administrativa, los distintos escalafones y la formación que necesitan los trabajadores.
¿Hay que privatizar empresas públicas? ¿Cuáles?
Hoy no hay que pensar en privatizar, excepto en transferirle parte del pago del endeudamiento a quienes especularon y fugaron divisas. Sí hay que dar pasos para que el Estado ocupe el centro y la coordinación del proceso de inversión. Energía, comercio exterior y finanzas son áreas donde el Estado debe avanzar. Puertos, ferrocarriles, industria naval, hidrovía y flota son espacios que requieren de mayor injerencia del Estado.
¿Hay que subir o bajar impuestos? ¿Cuáles?
La Argentina requiere una profunda reforma tributaria que reorganice el vínculo impositivo entre Nación, provincias y municipios. La dirección es mayor progresividad, lo cual implica coordinar administrativamente un padrón de grandes contribuyentes y de multimillonarios. En ese marco hay que ir por la renta vigente en sectores como petróleo, agro, pesca, finanzas, mercados oligopólicos, precios de transferencia, etc. Reformar Ganancias, Bienes Personales, herencia en dirección a los multimillonarios y bajar la presión sobre el consumo y la producción. En la Argentina, el 66% es impuesto sobre el consumo y el trabajo; el 23%, sobre los ingresos; el 4%, sobre los patrimonios y el resto viene de los derechos de exportaciones e importaciones.
¿Le parece bien el endeudamiento que tomó Mauricio Macri? ¿Cómo podría haberse evitado?
El endeudamiento es un problema político y no financiero. Fue una deuda tomada sin evaluar nuestra capacidad de repago, violando todos los criterios jurídicos administrativos y constitucionales de nuestro país y violando todas las misiones, funciones y el propio estatuto del FMI. Fue un crédito para sostener a un aliado regional en declive y el monto y los vencimientos se fijaron para garantizar el control sobre el gobierno siguiente. Si Macri no hubiese existido, el endeudamiento tampoco.
¿Qué condiciones aceptaría en un programa del FMI y cuáles no?
Quita de capital equivalente por lo menos al excedente de crédito que el FMI otorgó violando su responsabilidad, plazos acordes a la necesidad de reconstrucción productiva de la Argentina y nulas condicionalidades en materia de política económica. El FMI debe asumir su corresponsabilidad en la crisis argentina y si no, la Argentina debe llevar al seno de las Naciones Unidas el caso de su endeudamiento como muestra de la desastrosa perfomance del organismo y la necesidad de que si fue un crédito político, requiere una solución política. Es preferible no pagar y seguir discutiendo antes que aceptar un mal acuerdo.
¿Le parece bien proteger a la industria con los aranceles actuales y licencias no automáticas? ¿por qué?
Sí, por supuesto, son instrumentos lógicos en el marco de cualquier estrategia industrial. “Juntos por el Despido” no los acepta porque no promueve una estrategia industrial.
¿Está de acuerdo con que el país firme tratados de libre comercio con otros países, como hizo con la Unión Europea?
El criterio es firmar en función de favorecer el desarrollo del país. Tanto el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas) en su momento como la Unión Europea, e incluso el Acuerdo Estratégico con China merecen profundas discusiones. La Argentina es uno de los pocos países en el mundo con historia, experiencia y tradición industrial. No podemos regalarla.
¿Qué productos y servicios debe producir la Argentina y cuáles no?
La Argentina debe reconstruir su patrón productivo con eje en la sustitución de importaciones y el desarrollo tecnológico. Hay un piso potencial de sustitución con proveedores hoy ya existentes que es del orden de los 11.000 millones de dólares. Hay sectores involucrados intensivos a escala y que se destacan por su elevada productividad (productos de caucho y plásticos y material de transporte). Otros basados en ciencia cómo químicos, farmacéuticos y maquinaria herramientas. Hay que reconstruir el complejo ferroviario y el complejo naval. Sólo para dar una idea, hoy YPF podría sustituir el 35% de lo que importa.
¿Qué obras de infraestructura deberían hacerse?
Hay que garantizar la infraestructura para el acceso a los servicios básicos de agua, energía eléctrica, calefacción, conectividad, comunicación en general a toda la ciudadanía. Hay que reconstruir y modificar de raíz el sistema energético terminando con nuestra extrema dependencia de hidrocarburos y abriéndonos a las energías limpias. El litio, las baterías y el ferrocarril asociado a un nuevo plan de transporte serían importantes en la nueva agenda.
¿Cómo lograr el acceso a la casa propia? ¿Cómo se resuelve la dificultad para alquilar?
El problema de la vivienda y el alquiler supone la existencia de una política habitacional que potencie la intervención del Estado en la actividad, generando bancos de suelo y de inmuebles y poniendo en marcha programas de construcción de viviendas tendientes a reducir el déficit habitacional. En ese marco hay que regular el mercado de alquiler, para lo cual hay que blanquear su funcionamiento. En este sentido debe haber una actitud firme y clara de la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos), que debe considerar que todo aquel que tiene una vivienda que no es para su uso, la tiene alquilada, percibe una renta y, por tanto, la misma debe considerarse a la hora del pago de Ganancias. Se trata de evitar la acumulación de viviendas ociosas. También entendemos que los programas de construcción de viviendas deben asociarse a un redespliegue territorial de la población. Tratando de desarmar conurbanos invivibles y construyendo ciudades sustentables. Resolver viviendas y mejorar la situación de los inquilinos exige terminar con un mercado inmobiliario que en realidad es un refugio de valor y, por lo tanto, donde prima la especulación y no la prioridad de eliminar el déficit habitacional.
¿Deberían aumentar las tarifas de energía y transporte para las clases media y altas? ¿Por encima de la inflación, como con Macri?
No me parece mal segmentar el esquema tarifario. No obstante, un camino más sencillo es bajar los subsidios a los generadores (eléctricos) o al oligopolio petrolero. Y acomodar la estrategia poniendo como referencia los costos de producción local y no los precios internacionales. La estrategia de Macri de alimentos caros y tarifas energéticas caras daba como resultado salarios baratos que solo consumían lo esencial y achicaban el mercado interno, y costos altos de la energía que elevaban los costos de producción. Ambas cosas combinadas con la apertura al ingreso de producción importada constituyen el escenario propicio para la desindustrialización. Nuestro objetivo en materia de precios es otro. Alimentos baratos para salarios altos que expandan la demanda industrial y tarifas energéticas baratas que reduzcan costos de producción. Esto en el marco de la administración del comercio exterior propicia el país industrial.
¿Qué medidas se podrían adoptar a favor de las pymes?
Algunas ya las venimos tomando. Desde que asumimos en el Banco Nación, el 78% de los préstamos asignados, todos con tasas preferenciales, tuvieron por destino las pymes. Más allá de esto, requieren un tratamiento integral de carácter impositivo, tecnológico y de regulaciones comerciales y financieras que eviten las asimetrías con el capital concentrado. A la vez deben ser integradas en el plan de reindustrialización, siendo beneficiadas por el compre estatal e induciendo la progresiva sustitución de las importaciones que hoy desarrollan las principales empresas del país.
Ante la crisis climática, ¿cuáles cree que son los sectores de la economía que hay que impulsar y, en oposición, cuáles cree que deberían ser relegados.
Ante la crisis climática hay que replantear el rumbo productivo del país. Megaminería a cielo abierto, fracking, agronegocio y feedlot presentan y promueven serios problemas ambientales. Modificar la matriz energética reduciendo el consumo de hidrocarburos y favoreciendo el de energías limpias y renovables.
¿Qué opina del impacto ambiental del fracking, la minería a cielo abierto, la fumigación con agroquímicos, la deforestación para la agricultura y la ganadería o las industrias que contaminan ríos como el Riachuelo?
Veo a la Argentina en serios problemas ambientales que obligan a replantear la orientación productiva. Hay que dejar de pensar en obtener dólares rápidos sobreexplotando naturaleza para pagar la deuda y poner el esfuerzo en el impulso a un programa de sustitución de importaciones en clave de incorporación de progreso técnico.
AR
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