Expulsión de la diputada Arrieta del bloque oficialista

Milei mira de reojo al Congreso y se desentiende de las peleas internas en La Libertad Avanza

La expulsión de la diputada Lourdes Arrieta del bloque libertario de la Cámara baja no parece inquietar de más al Gobierno. “No nos metemos, más allá de que nos pueda parecer más o menos desafortunado lo que ha ocurrido”, repetían este martes en los pasillos de la Casa Rosada, despegándose del inédito escándalo que por estas horas envuelve a la bancada oficialista y que tuvo como origen la visita de seis de sus miembros a la cárcel de Ezeiza, el 11 de julio pasado, en solidaridad con militares condenados por delitos de lesa humanidad, entre los que se encontraba Alfredo Astiz.

Cerca de Javier Milei sostuvieron que el affaire Arrieta es “un tema del Poder Legislativo”, aunque aclararon que respetan que la diputada tenga “su agenda”. “Tiene la decisión de denunciar lo que crea conveniente y tiene la decisión de hacer con su vida lo que le parezca mejor”, señaló el lunes en su habitual conferencia de prensa matutina el vocero presidencial Manuel Adorni. Así y todo, el portavoz dio a entender que la denuncia judicial que presentó la diputada contra varios de sus ahora excompañeros de bloque no tenía ningún tipo de fundamento.

La decisión de correr a Arrieta de la bancada oficialista se terminó de cocinar el lunes en la cúpula de La Libertad Avanza en Diputados, integrada por el titular de la Cámara baja, Martín Menem, y el jefe de bloque, Gabriel Bornoroni. Era una medida que ya había trascendido el jueves luego de la escandalosa reunión del día anterior, en la que la diputada salió a los gritos y envuelta en llanto acusando por maltrato a sus compañeros. Sin embargo, el pulgar hacia abajo del Gobierno contra la legisladora terminó de decantar por sus manifestaciones públicas del fin de semana.  

En el Gobierno se muestran conformes con haber aprobado la ley Bases, pero resignados ante la posibilidad concreta de futuros reveces en el Congreso. Los sucesivos traspiés legislativos del oficialismo evidenciaron un escenario adverso que podría terminar de coronarse este jueves, si es que el Senado vota definitivamente a favor del rechazo al DNU que otorgó $100.000 millones de fondos reservados para la SIDE, que ya fue tratado la semana pasada en la Cámara de Diputados.

Pero las turbulencias puertas adentro del bloque libertario no son exclusivas de la Cámara baja, sino que se extienden también a la bancada oficialista del Senado. Es que la diputada Arrieta no sería la única en caer en desgracia. También está en la cuerda floja el senador díscolo de La Libertad Avanza, Francisco Paoltroni, principal opositor a la postulación del juez Ariel Lijo a la Corte Suprema de Justicia. El formoseño podría ser corrido próximamente del bloque luego de sus furiosos embates contra el asesor presidencial Santiago Caputo.

“A Milei lo han convencido de que Lijo servía para algo. Esta es la responsabilidad de este personaje”, lanzó Paoltroni el miércoles de la semana pasada, día en que el polémico magistrado de Comodoro Py se presentó ante los miembros de la Cámara alta. Pero este lunes sus críticas fueron todavía más allá y apuntaron directamente al Presidente. “No es mi jefe, es un socio político con el cual firmamos un acuerdo”, sostuvo el senador, que ya se siente con un pie afuera del espacio.

En medio de todo ese bullicio, las miradas vuelven a posarse sobre el jefe de Gabinete, Guillermo Francos. Ronda la pregunta de si se pondrá una vez más al frente de la negociación política con el Congreso. Allí, desde mediados de julio, el Gobierno intenta avanzar con la discusión de la reforma electoral, que tendría entre sus ejes principales la eliminación de las PASO y la implementación de la boleta única de papel, en reemplazo de la tradicional boleta partidaria. Francos delegó esas tratativas en sus dos funcionarios de mayor confianza, José Rolandi y Lisandro Catalán, quienes tomaron la posta de la interlocución con el Parlamento. Sin embargo, la oposición acabó por tomar la iniciativa y dejó al oficialismo en offside

En Balcarce 50 no ignoran que Francos sigue siendo un jugador irremplazable en las filas libertarias. El lunes, sin embargo, hubo críticas internas al jefe de Gabinete debido a la triple derrota sufrida por La Libertad Avanza en el Congreso la semana pasada, que empujará al Presidente a firmar su primer veto en los próximos días. Las intrigas palaciegas en el Gobierno se parecen cada vez más a una pelea de todos contra todos. Un clima de tensión del que a Milei no parece interesarle formar parte, aunque lo afecte directamente.

PL/JJD