El papa Francisco nombró a Jorge García Cuerva como nuevo arzobispo de Buenos Aires
El papa Francisco nombró a monseñor Jorge Ignacio García Cuerva como nuevo arzobispo de Buenos Aires. Tiene 55 años y se desempeñaba a la fecha como obispo en Río Gallegos. El Sumo Pontífice decidió aceptar la renuncia presentada por el cardenal Mario Poli, que cumplió 75 años el 29 de noviembre del año pasado y ayer encabezó el Tedeum que contó con la presencia del presidente Alberto Fernández. Poli será administrador apostólico de Buenos Aires.
Nacido el 12 de abril de 1968, García Cuerva había sido nombrado obispo auxiliar de Lomas de Zamora el 20 de noviembre de 2017 y luego obispo de Río Gallegos desde el 3 de enero de 2019. Además, el nuevo arzobispo porteño es miembro del Dicasterio para los Obispos desde el 20 de julio de 2021 y Comisario Pontificio del Instituto de derecho diocesano Miles Christi desde noviembre de 2022.
García Cuerva ingresó en 1986 a la carrera de Derecho en la Universidad de Buenos Aires, al tiempo que comenzó a misionar en los barrios populares de El Palito y El Garrote, en la localidad de Tigre. El 14 de marzo de 1989, García Cuerva ingresó al seminario de la Diócesis de San Isidro. Fue ordenado sacerdote el 24 de octubre de 1997 en la Catedral de San Isidro por el entonces obispo Jorge Casaretto.
Como parte de su formación sacerdotal, realizó estudios de Filosofía y Teología en el Instituto de San Agustín y, por la Pontificia Universidad Católica Argentina, obtuvo el grado de Bachiller en Teología, y los siguientes títulos de posgrado: Licenciatura en Teología (2003), con especialización en historia de la Iglesia -Tesis: “La Iglesia en Buenos Aires durante la epidemia de fiebre amarilla de 1871”-; y Licenciatura en Derecho Canónico (2016) -Tesis: “Exequias eclesiásticas y cementerios en el derecho canónico”. Por la Universidad Católica de Salta, Argentina, obtuvo el grado de Abogado (2009).
Tras su ordenación sacerdotal en 1997, fue incardinado en la Diócesis de San Isidro, donde inició su ministerio en los barrios populares del conurbano y fue vicario parroquial de la Iglesia Nuestra Señora de la Cava, ubicada en La Cava, localidad de Beccar, una de las mas conocidas villas de emergencia.
En 2006 pasó a ser párroco de la Iglesia Santa Clara de Asís en la localidad de El Talar, partido de Tigre, en los barrios populares San Pablo y Almirante Brown; y en 2014 volvió a La Cava como párroco.
Fue miembro de la Comisión Nacional sobre la Drogodependencia de la Conferencia Episcopal Argentina (hasta el año 2013).
En la diócesis de San Isidro fue vicepresidente de Cáritas ( 2012-2017.); asesor de Derecho Canónico (desde 2016); y promotor de Justicia en el Tribunal Interdiocesano de San Isidro-Merlo-Moreno.
En el ámbito de la Pastoral Carcelaria, fue capellán de unidades carcelarias en la provincia de Buenos Aires (desde el 2011); delegado diocesano de la Pastoral Penitenciaria (desde 1997); delegado regional de la Pastoral Carcelaria, y representante de América Latina y el Caribe ante la Comisión Internacional de la Pastoral Penitenciaria Católica (ICCPPC) en 2010 y 2017.
Con información de agencias
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