La sesión de Diputados terminó con un escándalo tras las piñas entre Zago y Almirón

La sesión especial en la Cámara de Diputados concluyó hoy estrepitosamente en medio de un escándalo que tuvo como clímax la pelea a puños entre los diputados Oscar Zago, del MID, y Lisandro Almirón, de La Libertad Avanza (LLA). Una cuenta pendiente de la interna libertaria, que el oficialismo arrastraba desde que Zago era aún jefe del bloque, derivó así en un caos de trompadas, pecheadas, insultos y agresiones en el recinto que boicotearon el intento de Unión por la Patria de avanzar con la remoción de las facultades extraordinarias del presidente Javier Milei.
El cruce ocurrió cuando, ya al final de la sesión opositora por el caso Libra, Victoria Tolosa Paz (UxP) intentó asestarle un último golpe al Gobierno: el emplazamiento de las comisiones para tratar un proyecto que le quitase las facultades delegadas al presidente (que el Congreso le entregó a Milei con la aprobación de la Ley Bases). Para eso el peronismo necesitaba sostener el quórum, que había empezado a debilitarse luego de que se aprobase la emergencia en Bahía Blanca. La Libertad Avanza, el PRO y la UCR comenzaron a levantarse, pero había un puñado de figuras oficialistas que se mantenían firmes en sus sillas: Marcela Pagano, Rocío Bonacci y el titular del MID, Oscar Zago, con el resto del bloque.
Este puñado de libertarios, todos enemistados con Karina Milei, buscaban sostener la sesión porque después se trataría una moción para ratificar las autoridades de la comisión de Juicio Político. El peronismo ya había perdido la votación para impulsar el juicio político a Milei, pero quería, al menos, intentar confirmar las autoridades de la comisión. Era un tema delicado para LLA: la última vez que la comisión intentó reunirse para designar a Pagano en la presidencia de la comisión, hace un año, Martín Menem había tenido que intervenir para suspenderla. ¿El motivo? Karina Milei no quería que Pagano presidiera la comisión. Este episodio derivó, semanas después, en que Zago -que defendía la presidencia de Pagano- fuera expulsado del bloque que, hasta entonces, presidía.
El caos se desató cuando el oficialismo se percató que ni Zago ni Pagano ni Bonacci se estaban levantando para vaciar la sesión. En ese momento, Almirón agarró del brazo a Zago para levantarlo a la fuerza y ahí empezaron las trompadas. Zago se le fue encima, Almirón respondió y toda LLA se metió en la pelea interna (literal).
En simultáneo, a unos metros, Lilia Lemoine fue a apurar a Bonacci y Pagano. Las filmaba y gritaba “están dando quorum”. Arrancaron los gritos y los insultos y, en un momento, Bonacci le tiró el agua que tenía en el vaso para que dejara de filmar.
Menem, frente a la situación, aprovechó para levantar la sesión y evitar, así, que UxP consiguiera el número para avanzar con la quita de las facultades delegadas del presidente. El peronismo reclamaba que había quórum para votar y, cuando vio que Menem levantaba unilateralmente la sesión, salió también en manada a cruzarlo. Se levantaron Máximo Kirchner y todo UxP, exigiendo que continuará la sesión.
No hubo manera. Pese a los gritos y las advertencias, Menem decidió levantar igual la sesión. A la salida, el peronismo estaba furioso y repetía lo que Germán Martínez, titular de la bancada, le había gritado a Menem en el recinto: “No vas a volver a reelegir para ser presidente de la Cámara de Diputados”.
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