Una de las enfermeras contó cómo fue el rescate de bebés prematuros del Penna: “Nuestra prioridad siempre son los pacientes”

Luciana, una de las enfermeras del Hospital Penna de Bahía Blanca, donde el viernes fueron rescatados los bebés que estaban en neonatologia en medio del temporal, relató a La Brújula 24 cómo fueron esos momentos que conmovieron a todo el país.
“Nosotras no dimensionamos lo que hacemos porque es cotidiano. Como equipo, nos miramos y ya sabemos lo que hay que hacer. Nuestra prioridad siempre son los pacientes, no hay otra opción”, aseguró.
Contó que ella estaba de turno nocturno. La alerta ya estaba vigente y a las 3.40 la lluvia comenzó a intensificarse: “Salí un poco más tarde porque mis compañeras no podían llegar. Algunas venían llorando y con ataques de pánico. Salimos a tomar el colectivo y Laínez ya era un río”.
Por eso, decidió regresar al hospital y allí, junto a otras colegas, bajaron al subsuelo, donde el agua ya les llegaba a la cintura. “En neo el agua nos llegaba a la cintura y las chicas estaban moviendo a los bebés”.
Los recién nacidos eran alrededor de doce, algunos en cunas y otros más delicados que dependían de oxígeno. “Subimos a despertar a las mamás que estaban en la residencia para que bajaran a buscar a sus hijos. Los que podían, se quedaron arriba con ellas. Los más complejos, de un kilo o kilo doscientos, los llevamos a Pediatría, al primer piso, donde había algo de agua, pero menos. La bebé más chiquita empezó a perder temperatura, así que la mantuvimos en contacto piel a piel”, relató Luciana.
El rescate en sí fue muy complejo, según su testimonio. “Primero nos iba a buscar un camión del Ejército, pero como tardaba, salimos en el auto del jefe de servicio, aunque no pudimos pasar por el nivel del agua. Finalmente, logramos trasladar a los bebés en un camión militar y el auto de otro médico. Fueron momentos muy duros, sin comer nada en todo el día, sin saber cuánto tiempo más íbamos a estar ahí”, recordó.
La enfermera también contó cómo el temporal afectó a su propia familia. “Pude ir caminando a mi casa, que está cerca del Canal, y el agua había llegado a un metro y medio. Mis cuatro hijos estaban en casa, mi marido en White, donde no podía salir porque el agua le llegaba al hombro. Mi hija de nueve años se desmayó; me enteré estando en el hospital y no pude hacer nada”. A pesar de todo, valoró la solidaridad que surgió en medio del desastre: “Ayer recibimos colchones, sábanas, ropa. La gente se portó increíble”.
Con información de La Brújula 24
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