Maradona: los audios que expusieron la preocupación de Cosachov a Luque por quedar “cubiertos legalmente”

El 3 de noviembre de 2020, contra toda advertencia hecha por el equipo médico de la Clínica de Olivos, operaron a Diego Maradona por el hematoma subdural. La decisión la tomó el neurocirujano, médico personal y amigo del exfutbolista, Leopoldo Luque. Hacia el 10 de noviembre, cuando el paciente ya se había recuperado de la cirugía, hubo una reunión en el sanatorio en la que se propusieron tres opciones: internarlo en una clínica de manera voluntaria, en un neuropsiquiátrico o en una casa, donde estuviera atendido por médicos las 24 horas. Dos objetivos: que se recuperase de la intervención y rehabilitarlo a Diego del consuumo problemático de alcohol. De acuerdo con las declaraciones de Dalma, Jana y sus tías, quien insistió con la internación domiciliaria fue Luque. Los argumentos: por voluntad propia no iba a querer, compulsivamente sería un escándalo. Las hijas confiaron y dieron el okey para que trasladaran al padre a la casa del Tigre el 11 de noviembre. Salió de Olivos con un “alta de externación”, que no es lo mismo que “alta médica”. Catorce días después, Maradona murió.
En la audiencia número doce del juicio en que se busca evaluar las responsabilidades médicas respecto del fallecimiento del exfutbolista, la Fiscalía expuso al Tribunal del TOC3 de San Isidro algunos audios. En uno, la psiquiatra Agustina Cosachov le dice a Luque: “(...) Nada más te quería llamar para conversar un poco, que esta psiquiatra me tiró algunos tips que me parecen que están buenos respecto de algo que tenemos que poner en la historia clínica antes de que se vaya Diego, que lo podés escribir vos porque ponen mucho 'médico de cabecera, médico de cabecera' como para quedar vos protegido legalmente (...) En la historia clínica ponen que la decisión de la internación domiciliaria es de la familia y los médicos de cabecera y lo ponen mucho, como que nosotros nos negamos a la propuesta que ellos hacían (N. de la R.: en la Clínica de Olivos sugerían esperar la evolución del paciente), que nosotros y la familia nos negamos. Ella me sugirió (...) que legalmente nos convenía a nosotros hacer una última devolución diciendo que la familia, frente a las distintas opciones terapéuticas, es la familia quien comprendiendo y entendiendo los riesgos de las opciones se ponen de acuerdo y optan por la internación domiciliaria (...) porque legalmente nosotros así estamos más cubiertos porque todo el tiempo dice 'médicos de cabecera y la familia, médicos de cabecera y la familia'.”

Cosachov se refería a la sugerencia que le había hecho una colega, Ana Marcela Waisman Campos, veinte años como psiquiatra, a la que habían convocado para hacer una interconsulta post cirugía mientras Diego estaba internado en la Clínica de Olivos. El audio sigue así: “Ella me sugirió eso como muy enfáticamente como para antes de que se vaya [Maradona] quede aclarado eso, porque está muy lavamanos en la historia clínica, queda muy aclarado como que nosotros fuimos los que decidimos y la familia también, pero como que un poco nos empernaron (...)”. No se expuso la respuesta de Luque a ese audio de Cosachov en el que manifiesta su preocupación por quedar cubiertos legalmente. Al caso, ellos y Carlos Díaz, psicoanalista, eran —para todos— los médicos de cabecera.
Ana Marcela Waisman Campos declaró como testigo al Tribunal y, claro, tuvo que oír ese audio. El abogado defensor de Luque, Julio Rivas, la interrogó: “¿Usted hizo esa sugerencia para la protección legal?”. Esto respondió Waisman: “Las palabras que usó la doctora [Cosachov] no son las que yo uso. Nosotras hablamos de criterios médicos. La internación domiciliaria es un criterio médico. Pero no hablamos de protección legal”. Rivas volvió a la carga: “Pero dice que usted hizo mucho hincapié, enfáticamente, en que queden protegidos legalmente”. La psiquiatra explicó: “Dije que tiene que quedar muy claro cuál es la decisión de los médicos, de la familia y el paciente”.
Waisman tiene un punto: nunca pudo hacer la interconsulta para la que la convocaron porque Maradona se negó. La psiquiatra recreó aquella escena. Contó que entró en la habitación, que Diego estaba dormido “o dormitando” y que luego de presentarse, Maradona —en un leve abrir de ojos— dijo: “No, no quiero”. Recordó que en la habitación estaba una de las hijas pero no pudo precisar quién. Waisman, entonces, se retiró de la clínica. De todas maneras, siguió en contacto con Cosachov. “Eran diálogos entre psiquiatras. Hablamos de opciones, abordajes y criterios médicos como habitualmente se hace entre colegas. La intención era que yo pudiera volver a evaluarlo pero fue dado de alta, así que eso no ocurrió”, dijo Waisman. Hay otros audios. En uno Cosachov le dice que nota en Maradona “estabilidad, mejor ánimo y que se había logrado el no consumo [de alcohol]”. Ese es del 17 de noviembre. En el audio del día siguiente, Cosachov ya hablaba de estado depresivo.

Parte de la querella apretó a Waisman. La pinchó, fueron incisivos. La declaración de la psiquiatra duró tres horas. Ella se mantuvo en su posición: que no pudo evaluar al paciente y que por eso la interconsulta no sucedió, que no tuvo contacto con la familia ni con nadie del equipo médico salvo con Cosachov. Aquella visita a la Clínica de Olivos, Waisman la cobró igual. La pagó Swiss Medical. Hay otro chat entre ellas. Es del 27 de octubre, dos días después de la muerte de Maradona. Cosachov escribió: “Marcela, ¿vos pensás que puede ser llegar un problema que le encuentren estos fármacos?” y le reenvía una nota publicada en Infobae con detalles de la autopsia. “No recuerdo”, dijo Waisman sobre ese intercambio.
¿“Cuidado domiciliario” es igual a “internación domiciliaria”?: para Swiss Medical no
Diego Maradona salió de la Clínica de Olivos con un “alta de externación”. El acta dice, claramente, que “no se encuentra de alta médica”. Dice, también, que la propuesta de Swiss Medical es continuar el tratamiento psiquiátrico, clínico, de rehabilitación y toxicológico bajo la modalidad de internación en un centro de rehabilitación con un equipo de psiquiatría de apoyo, por lo que Swiss Medical gestionó la institución de rehabilitación y los pofesionales con el objetivo de acordar la mejor estrategia terapeútica. “Esta propuesta no es aceptada por la familia”, afirma el acta.
La Clínica de Olivos, en ese último informe, aclara que los médicos tratantes —Luque y Cosachov— prescribieron el seguimiento y la atención médica domiciliaria del paciente. “Y solicita a Swiss Medical acompañamiento con cuidados domiciliarios consistentes en: asistencias diaria de enfermería y acompañante terapeútico”, sigue. Para la empresa de salud privada, el seguimiento queda a cargo de Luque y Cosachov, y de los profesionales elegidos por el paciente y la familia. La prepaga sólo respondería a los requerimientos asistenciales que el cuadro implicara. Aquí entra en escena una de las imputadas, Nancy Forlini, médica y coordinadora de la empresa de salud privada Swiss Medical.

Enrique Barrio, empleado en Swiss Medical desde 1996, coordina el servicio de Cuidados Domicialiarios. “Cuando ingresa un pedido para un paciente, nosotros buscamos disponibiidad con otros prestadores para brindar ese servicio”, explicó, sencillamente, su función. En cuanto a jerarquía, está a la par de Forlini. Ambos son administrativos. Forlini era el nexo entre Luque y Cosachov, y la mesa operativa que coordinaba Barrio.
Respecto de la solicitud de Maradona, Barrio dijo que “era un pedido de cuidados domiciliarios. Solicitaron distintas prestaciones. Desde Cuidados Domiciliarios solo debíamos proveer enfermeros 24 horas, una silla higiénica. Kinesiólogo no quisieron. Y un médico clínico que haría una visita por día, pero después lo cambiaron a una visita semanal”. Fernando Burlando, abogado de Dalma y Gianinna quiso saber quién había pedido ese cambio en particular. “Forlini habló con Luque y ahi se hizo el cambio”, respondió Barrio. “¿Pero fue Forlini o Luque?”, insistirá más tarde Eduardo Ramírez, abogado de Diego Junior. “Los administrativos no hablamos con los médicos”, devolvió Barrio. Esa modificación se hizo el 11 de noviembre, cuando Maradona se instaló en la casa del Tigre.
Barrio enfatizó: “Armar una terapia intensiva en una casa nosotros no lo hacemos. Sí cuidados domiciliarios. Para Swiss Medical deberían estar bajo ”techo médico“. Desde el 96 jamás hemos aportado un monitor, por ejemplo”. Fue una respuesta a Mario Baudry, abogado que representa a Dieguito Fernando. Con esa respuesta, parte de la querella se asegura lo que afirman los hijos de Maradona: que Luque les prometió un tipo de internación que no se cumplió. Barrió señaló que el dispositivo alrededeor de Maradona era de “cuidados domiciliarios intensivos”. ¿La diferencia? Enfermeros las 24 horas. Y acá entra en escena Mariano Perroni, coordinador de los enfermeros, empleado en la empresa Medidom. Su tarea era asegurar que en la casa de Tigre se cumplieran los turnos de doce horas de cada enfermero.
En un audio, que también se expuso en la audiencia de ayer, Perroni le dice a Cosachov: “Yo aporto para que no sea desprolijo, y pensando a futuro, en un caso de urgencia no estamos bien parados. No puede ser que no haya una vía, un suero si está un enfermero. Ya lo informé a Forlini, le dije que tiene que haber un kit, porque va a llegar antes una información verbal que una ambulancia (...) No cuesta nada estar preparados. Nada, ojalá que nadie se ofenda con las ideas que yo tiro y me vuelen”. Ese audio fue enviado el 13 de noviembre pasadas las once de la noche. Cosachov prometió que hablarían al día siguiente.
VDM/JJD
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