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En la Catedral Metropolitana

“¿Qué auto? Yo me vuelvo en subte”, entre anécdotas y homenajes, una misa interreligiosa recordó al papa Francisco

Buenos Aires, 24 de mayo de 2008. El arzobispo de Buenos Aires y cardenal primado, Jorge Bergoglio, viaja en subte linea A en el trayecto Plaza Miserere - Plaza de Mayo.

Facundo Lo Duca

22 de abril de 2025 20:02 h

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“¿Qué auto? yo me vuelvo en subte”. Sorprendido por la pregunta, así de llano contestó el entonces arzobispo de Buenos Aires, Jorge Begoglio cuando el rabino Diego Elman le ofreció acompañarlo hasta su coche luego de haber participado de un evento de Janucá en una sinagoga. El propio Elman le contó la anécdota a elDiarioAR luego de participar en oración interreligiosa que este martes se ofreció en la Catedral Metropolitana para homenajear al papa Francisco.

Elman recordó que conoció a Bergoglio cuando era cardenal de Buenos Aires: “Él estuvo con nosotros tres meses antes de ser papa. Lo invitamos a un evento de Januncá en una sinagoga. Eso pinta mucho a su esencia”, señala el rabino. 

Las velas derretidas en las escalinatas de la Catedral Metropolitana cortan el paso. El altar improvisado que empezó el lunes temprano en un sector de la entrada principal, tras conocerse la muerte del Papa Francisco, ahora toma la forma de un verdadero punto de encuentro para fieles y seguidores que quieren dejar un mensaje de despedida. Como si fuera la calle la que habla por Francisco, las cartas –pegadas en la ancha columna del medio de la última iglesia que dirigió en el país–, reflejan el verdadero sentimiento que generaba en sus fieles. Por eso esta tarde de martes, durante una misa interreligiosa, líderes y congregaciones de diferentes cultos no dudarán en definir a Francisco como un hombre que nunca escondió sus intereses por la ayuda a los más necesitados y, según lo definio José María Cuerva, arzobispo de Buenos Aires y anfitrión de la celebracion, “como Dios”, nunca miró con los ojos, “sino con el corazón”.

Por la colectividad judía, el rabino Daniel Goldman fue en primero en hablar en la misa. “Despedir a un hombre de la magnitud del papa Francisco excede a cualquier vocablo que se pueda decir o escribir”, sostuvo Goldman. El rabino resumió a Francisco en tres acciones puntuales. En primer lugar, destacó su compromiso con los migrantes, ni bien asumió su papado. “Lo primero que hizo fue dirigirse a la isla Lampedusa (Italia) y definió su postura a favor de los refugiados que se escapaban de hambrunas y persecuciones en barcazas peligrosas”, comentó Goldman. La segunda acción que destacó Goldman fue su compromiso con el dialogo interreligioso. “Vemos en Francisco al gran guía de nuestras religiones, uniendo puentes sin ningún atisbo espurio”, destacó. El tercer gesto que lo conmovió fue su compromiso con el medio ambiente. “Un verdadero planteo ecológico se convierte siempre en un planteo social. El amor a la tierra, como quien la habita, es un camino que todos deberíamos recorrer”, finalizó.

“No era normal lo que generaba en otras iglesias”, destaca un sacerdote de la religión africanista de La Plata, quien prefiere no revelar su identidad. “Somos once religiones en La Plata y todos pensamos lo mismo de él. Su pasión y amor por la creación del hombre”, finaliza el sacerdote. 

Desde la comunidad islámica, el sheij Salim Delgado y Omar Abboud apuntaron a la solidaridad del Papa y su compromiso “genuino” por los más pobres. Los islámicos, además, recordaron la visita de Francisco a Jerusalén para que cesen los conflictos armados entre Israel y Palestina. “También recordamos los llamados diarios que hizo en los últimos meses a la parroquia de la sagrada familia en Gaza”, comentó Delgado. Y pidió: “ojalá que el mundo que dejó atrás se haga eco de su llamado por un mundo mejor”.

En representación de la iglesia armenia, Kissag Mouradian, destacó su deseo “por la paz entre los seres humanos” y que siempre pedía que recen por él. “En esos rezos encontraba la paz que tanto buscaba”, afirmó Mouradian.

Entre los asistentes no sólo había líderes de iglesias. Después del traspie que ayer sufrió la vicepresidenta Victoria Villarruel –quien fue insultada al término de una misa en la Basílica de San José de Flores– varios funcionarios estuvieron tambien presentes. Además del jefe de gabinete, Guillermo Francos, también estuvieron el canciller, Gerardo Werthein, y el secretario de Culto y Civilización, Nahuel Sotelo.

FLD/MG

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