El pedido por la deforestación cero en el Gran Chaco Americano llegó al subte porteño
¿Sabías que los bosques del Gran Chaco Americano tienen los minutos contados?, con esa pregunta Periodistas por el Planeta (PxP) está realizando una acción en el subterráneo de la Ciudad de Buenos Aires para llamar la atención sobre el estado de destrucción del ecosistema más biodiverso de la Argentina, a los que por la sistemática deforestación les queda efectivamente muy poco tiempo.
Jugando con la idea del lapso que hay para que venga el próximo tren es que PxP ideó esta campaña “Minutos contados”. Con ese fin, se colocaron afiches en los túneles y estaciones, así como videos en las pantallas de los andenes, para resaltar diversos peligros que representa la desaparición de estos bosques. A saber:
- Argentina está perdiendo los pulmones que le permiten respirar para plantar soja.
- Se están reemplazando árboles únicos y centenarios por una planta transgénica.
- Están eliminando la segunda masa boscosa más importante del continente, después de la Amazonía, para la cría de ganado vacuno.
- Por la pérdida de hábitat, animales únicos, como el yaguareté, el pecarí y el tatú carreta, están en riesgo de extinción.
- Las comunidades originarias del Gran Chaco son desplazadas cada día de sus lugares ancestrales por el negocio agroganadero.
- Cuando desmontan el bosque se violan leyes, mientras los funcionarios miran para un costado. La deforestación y la corrupción van de la mano.
Para enterarse más sobre la situación de los bosques del Norte de la Argentina, en los afiches, se puede escanear un código QR que lleva a la página www.Deforestacióncero.com.ar.
Antecedentes de la deforestación en Argentina
Desde la aprobación de la soja RR, en 1996, la Argentina perdió aproximadamente 14 millones de hectáreas de bosque, principalmente en cuatro provincias: Salta, Chaco, Santiago del Estero y Formosa. Enormes superficies de monte milenario fueron reemplazadas por cultivos anuales que se convierten en forraje para alimentar animales de crianza industrial, principalmente en países de la Unión Europea, China y el Sudeste Asiático. De esta forma, se está reemplazando un tejido que tiene incontables años de evolución por un monocultivo que se utiliza para alimentar unas pocas especies, como vacas, pollos y cerdos. En el camino, se producen, además, cuantiosas emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el cambio climático, ya que cuando se corta la madera se pierde todo el dióxido de carbono (el principal gas de efecto invernadero) que estaba almacenado en los troncos y los suelos.
PP
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