Trump dinamita la estrategia de los aliados de Ucrania y golpea a sus socios europeos de la OTAN
![Imagen de 2018 del presidente estadounidense, Donald J. Trump, y su homólogo ruso, Vladimir Putin. EFE/ Anatoly Maltsev](https://static.eldiario.es/clip/05ff9fbe-92ce-47df-a9c9-a908f071c46b_16-9-discover-aspect-ratio_default_0.jpg)
Donald Trump dinamitó la estrategia que los aliados de Ucrania llevan defendiendo los tres años que dura ya la guerra. La onda expansiva de su conversación telefónica con Vladímir Putin al margen del resto de socios para iniciar “inmediatamente” las negociaciones de paz y la rebaja previa de las exigencias a Rusia se diseminó en distintas direcciones, pero golpeó especialmente a Volodímir Zelenski y a la UE, que se quedó fuera de juego. Además, los socios europeos de la OTAN sienten en la nuca la presión de Washington, que amenaza con cortar el grifo en materia de seguridad para centrarse en la amenaza que supone China para EEUU, obligándoles a aumentar sí o sí el gasto en defensa.
Si en los últimos 36 meses el mantra para que Ucrania ganara la guerra era la necesidad de unidad de sus socios, esa premisa se rompió. Trump actuó en solitario y en contra del criterio de los gobiernos europeos. Y, si la justificación para gastar miles de millones de euros en la defensa de Ucrania era que llegara en la posición más fuerte posible a la mesa de negociación, el Gobierno de EEUU torpedeó esa estrategia al reconocer que el país tendrá que renunciar a parte de su soberanía e integridad territorial —Crimea y el Donbás— antes incluso de empezar a hablar con Putin.
Así lo interpretan, al menos, la inmensa mayoría de aliados. “No deberíamos quitar nada de la mesa antes incluso de que las negociaciones empiecen. Es jugar en el campo de Rusia. Es lo que quieren. ¿Por qué les damos todo lo que quieren incluso antes de que se inicien las conversaciones?”, se preguntó la alta representante de la UE, Kaja Kallas. La beligerancia de la jefa de la diplomacia europea contra Trump en este asunto choca con la equidistancia que mantuvo en otros asuntos, como la propuesta de desplazar a los palestinos de Gaza.
Esas palabras se produjeron en los márgenes de la reunión interministerial de la OTAN en la que el posible inicio de las negociaciones se llevaron todo el protagonismo. Y también las críticas de los aliados. El ministro alemán, Boris Pistorius, lamentó las “concesiones” de Trump: “Habría sido mejor hablar del posible ingreso de Ucrania en la OTAN o de la posible pérdida de territorio del país solo en la mesa de negociaciones y no quitarlo de la mesa de antemano”.
“Los demás no tenemos que decirle a Ucrania si tiene que hacer cesión de fronteras o lo que tiene que hacer”, señaló Margarita Robles, que como la mayoría de ministros de Defensa europeos han reivindicado que la UE y la OTAN estén involucrados. A última hora de este jueves fue el propio presidente del Gobierno quien reiteró la posición de nuestro país. Tras una conversación telefónica con Zelenski en la que le trasladó su apoyo “en la defensa de la soberanía de su país frente a una agresion ilegal de Rusia”, Sánchez aseguró que “una guerra injusta no puede terminar con un acuerdo de paz injusto”.
“La paz no puede ser un simple alto el fuego”, señaló el presidente del Consejo Europeo, António Costa, que probablemente es el que más se acercó a las intenciones de Trump, según Tatiana Stanovaya, investigadora principal del Carnegie Russia Eurasia Center. “Trump quiere un alto el fuego y algún tipo de acuerdo que deje de lado la cuestión ucraniana durante un tiempo. Pero su visión difiere radicalmente de la de Putin. Para Putin, una solución real significa una Ucrania 'amiga' de Rusia, privada de capacidad militar, con una constitución reformada y que garantice la no pertenencia a la OTAN”, explicó en la red social X.
Trump y Putin, de igual a igual
Además de quedarse con el territorio ocupado y garantizarse que Ucrania se quede fuera de la OTAN, el otro 'premio' que puede lograr Putin de la relación bilateral con Trump es una cuestión simbólica, según el historiador Sergey Radchenko. “Le daría una sensación de grandeza, de reconocimiento por parte del poderoso Estados Unidos como un igual”, señala el profesor del Kissinger Center.
“Cualquier negociación sobre Ucrania sin nosotros no la aceptaremos”, afirmó Zelenski, que queda en una posición de debilidad ante la posibilidad de tener que renunciar ya a la OTAN, y a Crimea y el Donbás. “No se pueden iniciar negociaciones con Putin sin una posición unificada de Ucrania, Europa y EEUU”, ha apuntado el presidente ucraniano. Según Robles, el secretario de Estado de Defensa, Pete Hegseth, “en ningún caso ha dicho que fuera a ser una cuestión exclusivamente de EEUU”.
Zelenski también advirtió a los líderes de que “no se fíen de las afirmaciones de Putin sobre su disposición a poner fin a la guerra”, como dijo Trump tras hablar con él. “Es muy impredecible, pero al final, si queremos tener un acuerdo de paz, le necesitamos porque es el que empezó la guerra”, reconoció el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, que tiene una difícil posición, con la mayoría de estados miembros enfadados con EEUU, pero al mismo tiempo obligado a alinearse con su principal valedor.
Rutte no quiso pronunciarse sobre las críticas de algunos estados miembros a EEUU, pero aseguró que no le sorprende la posición de Trump, teniendo en cuenta lo que defendió durante la campaña electoral. También intentó minimizar la división. “En estas 24 horas, lo que he visto ha sido una tremenda sensación de unidad y de convergencia de puntos de vista, quizá no en todo ni en cada detalle”, dijo en la rueda de prensa posterior a la reunión de los aliados.
El equilibrismo del secretario general de la OTAN
El principal cambio de discurso de Rutte tiene que ver con el futuro de Ucrania en la OTAN. Apenas siete meses después de que los estados miembros estipularan en la cumbre de Washington su “camino irreversible” a la adhesión, el holandés evitó darlo por hecho: “Nunca se ha acordado que las conversaciones de paz terminarían con el ingreso en la OTAN. Eso nunca se ha acordado. Podría ser, pero nunca se ha dicho tan claramente”. “Lo que siempre he dicho es que tenemos que asegurarnos de que sea cual sea el resultado, tenemos que asegurarnos de que Vladímir Putin nunca jamás volverá a intentar atacar Ucrania”, señaló.
En lo que defendió con contundencia a Trump fue en su exigencia de que los países europeos incrementen el gasto en defensa y en el argumento de que EEUU debe centrarse en la amenaza de China en el Indopacífico, que es la razón esgrimida por Hegseth para justificar el abandono de Europa. “Tienen razón. Tienen todo el derecho a estar muy irritados porque decimos que gastar más podría significar ahorrar en otro sitio o aumentar los impuestos... ¿Sabéis qué? Es lo mismo para EEUU”, expresó: “Cuando gastas el 3,5% en defensa, no puedes gastarlo en tus pensiones, o no puedes bajar tus impuestos en esa cantidad”.
Esa parte del golpe para Europa fue menos cuestionada porque, en el fondo, los gobiernos europeos eran conscientes de que eso iba a pasar y llevan tiempo defendiendo la necesidad de reducir su dependencia en materia de seguridad de EEUU. Pero, en medio de una guerra comercial y con las principales economías europeas lastradas, encontrar el dinero es todo un reto.
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