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ESTADOS UNIDOS

Trump firma junto a Musk un decreto para facilitar la purga de las agencias federales

Elon Musk junto a Trump durante la firma del decreto en La Casa Blanca

Antònia Crespí Ferrer

Washington —
12 de febrero de 2025 10:40 h

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Más recortes. Más asalto a la Administración de EEUU. Es lo que firmó este martes el presidente de EEUU, Donald Trump, junto a su mano derecha, Elon Musk, en el Despacho Oval junto a uno de los hijos del dueño de X y Tesla.

Elon Musk respondió a las preguntas de los periodistas mientras Trump firmaba un decreto para acelerar el trabajo del multimillonario en su campaña para desmantelar las agencias federales. Musk, que no tiene un cargo electo, sino es asesor de gobierno, atacó a los funcionarios diciendo que son una “cuarta rama no elegida” por los ciudadanos. La imagen del propietario de X y SpaceX en el corazón de la Casa Blanca es la síntesis de cómo se está orquestando desde dentro el asalto al sistema democrático norteamericano.

Musk, que llevaba la gorra negra con el lema MAGA, insistió en que los trabajadores federales deben rendir cuentas y que el déficit debe ser abordado. A su lado, Trump le pidió a su mano derecha que explicara a los periodistas algunas de las cifras “locas” que el grupo de trabajo DOGE (Departamento de Eficiencia Gubernamental, en sus siglas en inglés) ha encontrado durante sus incursiones en los diferentes departamentos.

El propietario de X afirmó, sin pruebas, que algunas personas se están “enriqueciendo a costa de los contribuyentes”.

El asesor del presidente estadounidense insistió en la legitimidad de las acciones del DOGE, muchas de las cuales van en contra de la legalidad vigente. “El pueblo votó a favor de una reforma gubernamental importante y eso es lo que el pueblo va a tener”, ha dicho Musk, quien ha insistido: “De eso se trata la democracia”. El multimillonario ha insistido en que las acciones del DOGE son una cuestión de “sentido común” y no una medida “draconiana”. Musk está intentando aplicar a los trabajadores federales el mismo manual que utilizó para los despidos masivos de Twitter cuando compró la plataforma.

Musk, supervisor de las contrataciones

La orden, bautizada como 'Implementación de la Iniciativa de Optimización de la Fuerza Laboral del Departamento de Eficiencia Gubernamental del Presidente', ha sido publicada por la Casa Blanca después de la signatura. El decreto otorga más poder a Musk y le concede la última palabra en la contratación de nuevos empleados. En el texto, Trump establece que las agencias federales tendrán que recibir la aprobación del DOGE para poder contratar más trabajadores. Solo se salvarán de la tutela del grupo de trabajo aquellas agencias involucradas con la inmigración y la aplicación de la ley. 

“El plan requerirá que cada agencia contrate no más de un empleado por cada cuatro empleados que se vayan, de acuerdo con el plan y cualquier exención aplicable y detalles proporcionados en el mismo”, expone el documento publicado por la Casa Blanca. Además, también estipula que el DOGE deberá librar “un informe mensual de contrataciones” realizadas.

Trump también exige a los responsables de las agencias colaborar en los recortes de la plantilla. “Los jefes de agencia deberán emprender de manera inmediata los preparativos para iniciar reducciones a gran escala de la fuerza laboral”, expone el texto. El presidente pide que cumplan con unas órdenes de dudosa legalidad, pues los funcionarios tienen una serie de derechos y protecciones. Por lo que no se les puede despedir tan fácilmente. 

Otra cuestión es el futuro de los empleados federales externalizados vía empresas contratistas. Cuando se empezó el desmantelamiento de la agencia de cooperación humanitaria USAID, estos fueron los primeros en caer. De hecho, en el decreto el magnate urge a “priorizar” los recortes por “todas las oficinas que realicen funciones no mandatadas por estatuto o por otra ley [...] incluidas todas las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión de la agencia” así como todas aquellas “iniciativas u operaciones de las agencias” que su administración “cierre”. 

Conflicto de intereses

Los conflictos de intereses es algo que hace tiempo persigue a Musk. El multimillonario rechazó este martes las acusaciones sobre la existencia de estos, asegurando que intenta ser lo más transparente posible. “La transparencia es lo que genera confianza”, ha dicho. Este mismo martes se ha sabido que habrá opacidad sobre su declaración de intereses y patrimonio, algo fuera de lo habitual.

 El lunes, el congresista demócrata Adam Schiff exigía que Musk diera explicaciones sobre los posibles conflictos de intereses al estar liderando recortes en agencias que, o bien supervisan sus agencias, o bien tiene algún tipo de contrato. Durante los últimos años, tanto SpaceX como Tesla han recibido millones de dólares en contratos y subsidios federales. 

Por otro lado, Musk también ha tenido encontronazos con algunas de las oficinas de la administración, como la Administración Federal de Aviación (FAA) que regula las empresas SpaceX y Starlink, ambas propiedad del multimillonario. 

En reiteradas ocasiones, Musk se había quejado públicamente sobre la agencia por las multas a sus empresas SpaceX y Starlink. El pasado mes de setiembre, la FAA lo multó con 633.000 dólares por lanzar misiones con cambios no aprobados. También multó a Starlink, después de que la subsidiaria de SpaceX no presentara datos de seguridad antes de lanzar satélites en 2022. Finalmente, las presiones de Musk lograron que el entonces director de la FAA, Michael Whitaker, dimitiera el mismo día que Trump era investido. 

Mientras Musk insistía en la “transparencia” del DOGE, Trump lo respaldó diciendo que no había ningún problema y que, si creyera que hay algún conflicto de interés, no le dejaría hacer lo que está haciendo.

Trump recurrirá las decisiones judiciales

La batalla entre los jueces y el gobierno de Trump ya ha empezado con bloqueos cautelares a muchos de los tijeretazos administrativos. Ante esto, el presidente ha expuesto que esperaba que los tribunales le permitieran hacer aquello para lo que había sido elegido y ha dicho que algunos jueces tienen “inclinaciones”. Después de poner en entredicho la autoridad de los jueces, el republicano ha dicho que recurrirá las decisiones judiciales y que si necesita ir al Congreso para obtener el apoyo, lo hará. Trump cuenta con mayorías ajustadas en el Senado y la Cámara de los Representantes. 

En los últimos días, los colaboradores del DOGE (conocidos como muskovitas) se han extendido a lo largo de toda la administración: dentro del departamento del Tesoro, de Educación, la agencia de cooperación internacional USAID y las agencias que supervisan los programas sanitarios de Medicare y Medicaid.

En el Tesoro, los muskovitas lograron acceder al sistema de pago, que incluye información sensible como el número de la Seguridad Social de miles de estadounidenses.

La semana pasada, dos jueces federales bloquearon el acceso de Musk a los sistemas de pago del Tesoro. En el caso más reciente, el juez federal de Manhattan no solo denegó el acceso al líder del DOGE, sino también a todos sus trabajadores. Además, el magistrado ordenó al grupo que “destruyan de inmediato todas y cada una de las copias de material descargado de los registros y sistemas del Departamento del Tesoro”.

La reacción de Musk a la orden del juez no se hizo esperar y el domingo publicó en X: “¡Un juez corrupto protegiendo la corrupción! ¡Necesita ser destituido AHORA!”.

Asimismo, Trump se sumó a las críticas y dijo a los periodistas a bordo del Air Force One, rumbo al Super Bowl el domingo, que estaba “muy decepcionado” con la decisión del juez, pero que aún “nos queda un largo camino por recorrer”.

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