El aporte al medio ambiente de los cartoneros
No hay trabajo que contribuya más al cuidado del medio ambiente que el trabajo que hacemos los cartoneros y cartoneras. Sé que no es algo que asociamos necesariamente, no es que vemos un cartonero laburando en la calle y pensamos “mira cómo recicla y recupera material esa persona”, pero es así. Cada cartonero recicla en promedio 100 kilos de basura por día que no van a entierro o a los basurales a cielo abierto. Al principio yo no lo veía así tampoco y durante muchos años no tuve ni idea de que lo que hacía para vivir tenía algo que ver con el medio ambiente y honestamente tampoco me importaba.
Desde los 13 años, llevé residuos que juntaba desde Capital hasta Lomas de Zamora, salía todos los días para poder vender el material y así ayudar a la economía de mi familia en un principio y sostener la economía de mi propia familia que formé después.
En ese momento no había cooperativas ni organización, lo que juntábamos lo guardábamos en nuestras casas y separábamos todo ahí para después venderlo. Por eso el gran cambio en nuestras vidas fue dar el salto organizativo y empezar a trabajar en cooperativas.
Imaginate lo que significó para nosotros tener un lugar de trabajo donde guardar y separar el material. Para empezar, nuestras casas ya no estaban llenas de basura todos los días y la separación y venta de residuos se hacía en grupo, lo que aumentaba los ingresos de todos y nos permitía tener una economía más planificada y no del día a día.
Creo que nunca pensé en la relación entre nuestro trabajo y el medio ambiente hasta que escuché al Papa hablando del cuidado de la casa común y del peligro de una crisis medioambiental. Ahí empecé a leer y a informarme y me di cuenta de dos cosas: que el trabajo que hacemos es fundamental en la reducción de residuos que se sino se entierran en rellenos sanitarios y generan contaminación, y que las consecuencias de la crisis medioambiental nos afectan principalmente a los sectores populares. Si te ponés a pensar, somos nosotros los que vivimos en las orillas de los riachuelos contaminados por las grandes empresas o encima de enormes basurales. Somos los y las más afectados por esa contaminación y nuestros hijos crecen con niveles de plomo en sangre y otros metales que los afectarán de por vida.
Cuando entendí esto me di cuenta que reciclar no solo es nuestro trabajo sino que también es una necesidad enorme en términos de la salud de los nuestros.
Según la FACCyR, que es nuestra federación nacional de cartoneros y cartoneras, nuestro sector recupera unas 10 toneladas diarias de basura.
Según la FACCyR, que es nuestra federación nacional de cartoneros y cartoneras, nuestro sector recupera unas 10 toneladas diarias de basura.
Este circuito de recuperación de materiales no solo genera un impacto muy positivo en el medio ambiente, sino que también ayuda a la higiene urbana y genera muchísimos puestos de trabajo. Se estima que hay unas 200.000 personas trabajando como cartoneros y cartoneras y sólo 15.000 están agrupadas en algunas de las 120 cooperativas que tiene la FACCyR. El resto está trabajado por cuenta propia en la más absoluta informalidad y precariedad.
En este sentido, para nosotros es fundamental que cada municipio implemente políticas de reciclado con inclusión social, reconociendo el trabajo de los y las recuperadores y acompañándolos con la infraestructura necesaria para que el trabajo se desarrolle en condiciones dignas.
También estamos promoviendo una Ley de Reciclado de Envases. Hoy las grandes empresas producen toneladas diarias de residuos que no se reciclan y terminan en los rellenos sanitarios o basurales del país. Esta Ley obligaría a las empresas que generan estos envases a pagar una tasa que recauda el Estado y esa plata se destinaría a desarrollar sistemas de reciclado con inclusión, generando menos impacto ambiental y una gran cantidad de puestos de trabajo para miles de personas.
La preocupación por el cuidado de nuestra tierra viene creciendo en la sociedad. Esta pandemia puso en evidencia muchas cosas, la enorme estructura desigual de nuestro país y la fuerte crisis medioambiental que genera nuestra forma de producción son algunas de ellas.
Me parece muy importante que se instale la agenda del medio ambiente y que tomemos conciencia de lo importante que es el cuidado de nuestros recursos. Pero estoy convencida de que el cuidado ambiental tiene que venir con una agenda de dignidad para los y las más desprotegidos, para los últimos de la fila. No creo en un ambientalismo sin justicia social.
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