Perro Negro, la historia que se aloja en cada uno
Para atrás y para adelante. Escribir. Toda persona tiene derecho a escribir su diario, en cada uno se aloja la historia. Eso intenté hacer con Perro Negro, mi segundo libro, después de Del Derrumbe a la Ilusión. Soy periodista político, pero siempre quise ser autor, escritor. Me siento realizado con Perro Negro, pero voy por más. Como Georg Christoph Lichtenberg, quien serializó su vida en cuadernos. Volumen 1, 2, 3, 4. Y así. Porque, repito, toda vida tiene derecho a ser contada.
En este trabajo hay una mirada retrospectiva, esas historias que no le pasan solo a uno, les suceden a casi todos. Están algunas historias políticas vividas en primera persona (al fin estuve 21 años al frente de la Sección Política del Diario La Capital), hay momentos del aquí y ahora y algunas ideas absorbentes. Ya lo dijo Spinetta: la vida es una mancha de tinta. Sin más pretensión que la de contar historias en forma micro, porque la literatura es el arte de podar palabras, Perro Negro salió a la calle. Gracias a la Universidad Nacional de Rosario, que le puso pilas al asunto, a Fabián Casas, quien escribió el prólogo, y muchos más.
MM
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