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Aprobaron de manera express del proyecto para demoler parte del Luna Park

El Luna Park.

elDiarioAR

19 de febrero de 2025 23:56 h

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En una resolución veloz y sin modificaciones, la Comisión Nacional de Monumentos aprobó el proyecto de demolición parcial y ampliación del Luna Park, uno de los recintos más emblemáticos de la Ciudad de Buenos Aires. La iniciativa, impulsada por el Arzobispado porteño y el empresario Diego Finkelstein, avanza a pesar de las restricciones patrimoniales que protegen al estadio, declarado Monumento Histórico Nacional en 2007.

El dictamen, fechado el 6 de enero, generó un fuerte rechazo entre especialistas en patrimonio y urbanismo. La normativa vigente impide modificaciones estructurales de este tipo, pero el proyecto prevé elevar la capacidad del estadio de 8.400 a 13.000 espectadores mediante la construcción de una nueva estructura independiente.

DF Entertainment, la empresa de Finkelstein, administra el Luna Park bajo una concesión de 40 años firmada con el Arzobispado. Al tomar el control del estadio, la firma pagó un millón de dólares a la Iglesia y debe abonar un canon anual del mismo monto.

La aprobación del proyecto estuvo marcada por la intervención de la presidenta de la Comisión Nacional de Monumentos, Mónica Capano, y del vocal Juan Vacas, quien además ocupa el cargo de subsecretario de Paisaje Urbano en el gobierno de Jorge Macri. Su doble rol avivó las críticas, ya que la administración porteña había rechazado inicialmente la viabilidad de la iniciativa.

El proceso se resolvió en apenas dos meses, un tiempo inusualmente corto para un trámite de esta magnitud, y en pleno receso de verano. Organizaciones como la Fundación Ciudad y Basta de Demoler denunciaron la falta de transparencia y reclamaron acceso a la documentación oficial, sin obtener respuesta. Advierten que la modernización del estadio es posible sin comprometer su valor histórico ni vulnerar la normativa vigente.

De Lectoure al Arzobispado: la herencia que define el destino del Luna Park

En 2013, tras la muerte de Ernestina Devecchi, viuda de Tito Lectoure, el histórico estadio pasó inesperadamente a manos de la Iglesia Católica. Sin hijos ni herederos directos, Devecchi legó el Luna Park al Arzobispado de Buenos Aires y a la Congregación Salesiana, que desde entonces controlan Stadium Luna Park SA, la sociedad propietaria del recinto.

El 23 de octubre pasado, esta sociedad firmó una carta de intención para concesionar el estadio por 20 años, con posibilidad de prórroga por otros 20, a Live Nation Entertainment y DF Entertainment. El acuerdo prevé ampliar la capacidad del estadio a 14.030 espectadores, superando incluso la cifra anunciada en la resolución de la Comisión de Monumentos.

El proyecto contempla la construcción de un edificio independiente dentro del perímetro actual y la elevación del techo en cuatro metros para alojar nuevas gradas. También se prevé la restauración de fachadas y la reconfiguración de los accesos, una medida que genera resistencia, ya que implicaría modificar las icónicas entradas del estadio.

El Luna Park no es solo un escenario de espectáculos: allí fue velado Carlos Gardel, se organizó el mayor acto nazi en Latinoamérica, se conocieron Juan Domingo y Eva Perón, se disputaron memorables peleas de boxeo y se celebraron recitales históricos. También fue la sede del último acto político de Néstor Kirchner y la presentación del último libro de Javier Milei.

MM con información de la agencia NA.

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