Empujado por los intendentes que lo apoyan, Kicillof define si desdobla la elección y se enfrenta a Cristina
Durante la cumbre que compartió con 35 intendentes el último martes en Villa Gesell, Axel Kicillof evitó pronunciarse sobre la posibilidad de desdoblar la elección bonaerense. Sin embargo, muchos de los presentes coincidieron en que lo vieron dispuesto a avanzar con su proceso de autonomía; el mismo que lo llevó en 2024 a tensar al máximo su relación con Cristina Fernández de Kirchner.
En rigor, la cumbre en sí fue leída como un paso más en la construcción del “axelismo”, un modismo que irrita al Instituto Patria. Si el acto del Día de la Lealtad de 2024 en Berisso operó como el kilómetro cero de la construcción de este grupo, la reunión del martes sirvió para volver a mostrar músculo político en un año electoral que resultará clave para el gobernador.
Un intendente que participó de la reunión del último martes en el Hotel Intersur de la ciudad balnearia confió a elDiarioAR que, luego del extenso discurso del gobernador, el tema central del encuentro fue el debate sobre la posibilidad de desdoblar la elección. El propio Carlos Bianco, mano derecha del gobernador, admitió que “todos los que se expresaron vieron con buenos ojos la posibilidad de un desdoblamiento”. Si bien no habló sobre la posición de Kicillof, el hecho de reflejar ese acuerdo entre los intendentes propios no es ingenuo, ya que abre la puerta a una discusión que tanto Cristina como Sergio Massa quieren obturar.
Entre los presentes en Gesell estuvieron Jorge Ferraresi (Avellaneda), Fabián Cagliardi (Berisso), Mario Secco (Ensenada), Julio Alak (La Plata) y Fernando Espinoza (La Matanza), representantes de un grupo que pregona la necesidad de que el gobernador de un paso al frente y se diferencie del kirchnerismo. Varios de ellos quieren incluso forzar una ruptura con el Instituto Patria para evitar que quieran incidir en el armado de las boletas en sus distritos, sobre todo ante la posibilidad de que Cristina encabece la lista de diputados nacionales. Por eso, más allá de que este año por la implementación de la Boleta Única de Papel (BUP) las elecciones serán concurrentes —es decir, habrá dos urnas en la Provincia— agitan el desdoblamiento.
En La Plata son más cautos. “Estamos igual que el año pasado. Hasta que no se defina qué va a pasar con las PASO son muchos los escenarios”, dijeron a este medio. Kicillof no puede decidir qué pasa con las primarias. El tema se debatirá la próxima semana en el Congreso, y —de aprobarse— posiblemente la Legislatura trate una ley en espejo para suspenderlas en la Provincia. Luego tendría autonomía para definir la fecha electoral, aunque sabe que cualquier movimiento en esa dirección lo llevaría a un conflicto —o acaso a la ruptura final— con el kirchnerismo y el massismo, claves para avanzar con cualquier proyecto propio en la Legislatura, donde el gobernador está en franca minoría.
Los intendentes ven con buenos ojos la suspensión de las PASO porque creen que los beneficia la fragmentación opositora y que además será un paso necesario para que Kicillof se anime a desdoblar. El problema, en caso de que no haya internas, será llegar a un acuerdo entre los distintos sectores. Algunos directamente no lo ven posible: “En la elección provincial vamos a un quiebre inevitable. Lo mas probable es que haya dos espacios separados, uno referenciado en los intendentes y Kicillof, el otro en La Cámpora y Cristina, y cada uno presente una oferta electoral”, admitió uno de ellos a elDiarioAR. La idea que toma fuerza desde los últimos meses de 2024 es que si Cristina decide encabezar podrían definir ir sin un candidato propio a la elección de diputados nacionales y concentrarse en los comicios bonaerenses, para fortalecerse en la Legislatura y en los municipios.
Mientras tanto, con Ferraresi y Secco a la cabeza, los intendentes empujan su armado propio bajo el manto de “Axel Conducción” y planifican una seguidilla de actos en febrero para demostrar su músculo político: el 8 en Mar del Plata, el 15 en Junín y el 22 en San Nicolás, aunque las fechas de los dos últimos aún se deben confirmar.
El posible quiebre con Massa y Cristina
Algunos intendentes leyeron, entre líneas, nuevas señales de independencia en el discurso de Kicillof. Según ellos, con el discurso terminaron de ratificar que el vínculo con Cristina está roto, más por omisión que por sus menciones, aunque el gobernador se encargó de aclararles que el encuentro no era “en contra de nadie”. También hubo algunos signos de fricción con Sergio Massa, quien busca posicionarse una vez más como un garante de la unidad peronista, aunque lo hace moviéndose cerca de Cristina. El malestar se reflejó en algunos comentarios al pasar de Kicillof, como cuando afirmó que hizo todo lo posible porque el candidato presidencial del Unión por la Patria (UP) ganara la elección, aunque sintió que ese accionar no fue del todo recíproco.
“Axel planteó que hará todo lo que está a su alcance para poner una barrera a Milei y escuchó nuestras sugerencias de que la mejor estrategia sería desdoblar”, resumió un intendente, y agregó: “No quiere tomar la decisión ahora y va a intentar patearla. Por eso nos dijo que el tema de las PASO deberá definirse en la Legislatura y que a partir de eso habrá que analizar distintos escenarios”. Sin embargo, en algún momento deberá definir la fecha y la ley lo apura: debe hacerlo al menos 120 días antes de la fecha en que defina hacer la elección. De suspenderse las primarias, hay quienes confían en que el gobernador se verá envalentonado para desdoblar.
En el kirchnerismo son insistentes en que, más allá de quién sea candidato, no es conveniente provincializar la campaña. Si bien se cuidan de no acusar a Kicillof de tener una mala gestión, repiten que tanto la agenda mediática como política se hará eco de casos de inseguridad y hechos puntuales para atacar al gobernador, distorsionando el debate. Entre los intendentes kicillofistas admiten esa dificultad, aunque también consideran que Milei llegará bien posicionado y que será complejo pararse enfrente con una marca nacional, hoy devaluada por la experiencia fallida del Frente de Todos.
Kicillof dilata un pronunciamiento sobre el tema. Sabe que, si desdobla, la decisión será tomada como algo más que un gesto de autonomía: será un paso fundamental para iniciar una construcción política propia, pero desataría la furia de Cristina. Si adelanta los comicios y hace una buena elección, quedará posicionado para 2027, aunque también anticiparía su quiebre sin retorno con el kirchnerismo.
LA/JJD
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