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Elecciones 2025

La Justicia trabaja para que no se repitan malas experiencias al estrenar la boleta única: “Se necesita mucha capacitación”

El 1 de octubre de 2024, la Cámara de Diputados convirtió en ley el cambio al Código Electoral para que los cargos nacionales se elijan a través de la boleta única de papel, que reemplazará a la tradicional boleta partidaria, que se utiliza en la Argentina desde hace más de un siglo.

Juan José Domínguez

25 de marzo de 2025 17:46 h

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Faltan 7 meses y 1 día para las primeras elecciones legislativas con Javier Milei en la Presidencia de la Nación. Pero este, aunque es relevante, no es el dato más importante de estos comicios sino que serán los primeros en 113 años (desde que debutó la ley Sáenz Peña) en que el sistema será distinto del de todas las votaciones anteriores de cargos nacionales (presidente, diputados y senadores): la boleta única.

Este instrumento viene a reemplazar a la sistema de siempre: la boleta partidaria, que es donde un partido o un frente electoral mostraba a sus candidatos y, por lo tanto, en el cuarto oscuro teníamos, en muchos casos, un despliegue ingente de papeles en los pupitres. Ahora será distinto: cada elector recibirá de las autoridades de mesa, el día de la votación, un solo papel grande, con toda la oferta de candidatos ahí mismo, y deberá marcar su decisión con una lapicera; y luego, al igual que con la boleta tradicional, introducirla en una urna al salr del cuarto oscuro.

Eso, aunque parezca sencillo de explicar, no será nada fácil de implementar en todo el territorio nacional, tratándose la elección de un acto masivo. Por eso, la Cámara Nacional Electoral (CNE), la máxima autoridad judicial del país con competencia electoral, ya empezó a trabajar para lograr el objetivo central para el 26 de octubre: que la implementación de la boleta única sea lo menos engorrosa posible y que no se repitan las experiencias de algunos distritos como Santa Fe, que la estrenó el 24 de julio de 2011, con el mismo objetivo con que se argumentó en el Congreso la necesidad de jubilar la boleta partidaria —hacer el proceso más transparente, evitar el robo de boletas, facilitar la elección para los votantes y terminar con el “negocio” de los patidos políticos, a quienes el Estado les pagaba por la impresión de las boletas—, pero con serios problemas en el conteo de votos.

El temor para las próximas elecciones nacionales es similar. Tras las elecciones santafesinas de 2011, se reportó que aproximadamente 200.000 votos no fueron contabilizados inicialmente, lo que generó incertidumbre sobre los resultados y se realizó un recuento definitivo que duró varios días, cuando lo normal es que la población sepa quién ganó y quién perdió ese mismo día o a lo sumo de madrugada.

Este proceso en esa provincia puso en discusión la eficacia del nuevo sistema de boleta única y evidenció los desafíos que supone su puesta en funcionamiento. El resultado final confirmó la victoria del socialista Antonio Bonfatti, quien obtuvo el 39,68% de los votos. El macrista Miguel del Sel sorprendió al alcanzar el 36,08%, mientras que el kirchnerista Agustín Rossi quedó en tercer lugar con el 22,76%.

La CNE hizo saber este martes en un comunicado que “está trabajando, en los aspectos que son de su competencia (para diferenciarse de la Dirección Nacional Electoral, DINE, que ahora depende de un gobierno impredescible en lo institucional, como lo es el de Milei), en la implementación de la boleta única, que se utilizará por primera vez a nivel nacional para las elecciones legislativas de este año”.

Este viernes, por la mañana, la CNE “se reunió con representantes de los partidos políticos de orden nacional y también lo hará el próximo jueves con las organizaciones de la sociedad civil, a fin de recabar sus propuestas para la puesta en marcha del nuevo sistema de votación”, dice el comunicado.

Según pudo saber elDiarioAR de fuentes de la CNE, “se necesita mucha capacitación” para la implementación de la BUE. La semana pasada, las autoridades de la Cámara, cuyos jueces son Santiago Corcuera, Alberto Dalla Via y Daniel Bejas, se entrevistaron con autoridades de la Vicejefatura de Gabinete del Interior. Se trató de una reunión preparatoria en vistas a las elecciones y del nuevo sistema de votación.

Del encuentro convocado por el tribunal, participaron los tres camaristas y, por el Poder Ejecutivo (que se encarga a través de la DINE de la organización de la votación y del escrutinio provisorio, mientras que la CNE se encarga del escrutinio definitivo, que es el que conforma oficialmente los resultados), el vicejefe de Gabinete del Interior, Lisandro Catalán; la subsecretaria de Asuntos Políticos, Giselle Castelnuovo; la jefa de la DINE, María Luz Alegría Landívar, y el secretario de Provincias y Municipios, Javier Ricardo Milano Rodríguez.

Una ventaja con que cuentan tanto el Gobierno como la Justicia para la implementación de la boleta única este año es la suspensión de las PASO, aprobada por ley, ya que en vez de organizar dos elecciones tendrán a cargo solamente una.

La CNE publicará en las próxima semanas el cronograma electoral y, mientras tanto, hizo saber que continuará con la capacitación que se requiere para la ciudadanía, partidos políticos y autoridades de mesa.

El posible impacto de la boleta única en los resultados

Además de los eventuales inconvenientes operativos y para el conteo de los votos, la boleta única también puede tener un impacto en los resultados, ya que a la boleta partidaria se le atribuyen, entre otros factores, el llamado efecto arrastre de lo apellidos y de los sellos fuertes de las boletas. En cambio, en esta nueva pepeleta donde posiblemenete se mezclen los Carrió con los Milei y los Kirchner, así como el PJ con La Libertad Avanza y la UCR o el PRO, “posiblemente haya mucha más provincialización de los comicios, además de más fragmentación”, dijo a elDiarioAR la politóloga Nayet Kademian de la consultora Zubán Córdoba, en esta nota.

A su vez, Facundo Cruz, consultor y analista político, señaló que este instrumento “es un nuevo cambio a la lógica electoral que probablemente aliente a una aún mayor fragmentación”. “Hay que mirar por ejemplo las primeras elecciones en Santa Fe, con la implementación de la boleta única, para ver qué tamaño puede llegar a tener las boletas únicas en las provincias o bien qué tan fragmentada puede estar la oferta política hacia el electorado”, señaló.

Con la cuenta regresiva en marcha, el país se encamina hacia una experiencia inédita en su historia electoral. La boleta única promete mayor transparencia, pero también pone a prueba la capacidad del Estado para informar, formar y garantizar una elección confiable. Lo que está en juego en el país no es menor, aunque tampoco es nuevo: otra vez, la confianza.

JJD

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