A finales de marzo de 2020, sin que hubiera unanimidad, parecía haber un consenso sanitario extendido en la sociedad. El Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) era apoyado y respetado, y la agenda estaba escasamente desarrollada en temas e intensidad de las controversias. Sin embargo, con el tiempo, la sociedad comenzó a buscar la recuperación de la normalidad, y las discusiones en torno a las restricciones fueron ganando espacio en el debate público.