En lo que va del año 190 mujeres fueron asesinadas en un contexto de violencia de género
Entre el 1 de enero y el 31 de diciembre del año pasado hubo un total de 226 víctimas directas de femicidios, de acuerdo con el Registro Nacional de Femicidios de la Justicia Argentina (RNFJA), elaborado por la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Todas las víctimas comparten una característica: haber sido asesinadas por razones machistas y misóginas en un contexto de violencia de género. De ellas, 219 son mujeres cis y 7 son mujeres trans/travestis. Sumando las 26 víctimas de femicidio vinculado (por ejemplo, personas que fueron asesinadas por el femicida al intentar impedir el crimen o personas por cuyo vínculo familiar o afectivo con la mujer también resultaron asesinadas, con el objeto de castigar y destruir psíquicamente a la mujer) para 2022 hubo un total de 252 víctimas letales de la violencia de género.
Además del registro público de femicidios, se cuenta el del Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano”, coordinado por la Asociación Civil Casa del Encuentro, según el cual hasta el 30 de julio de este año se cuentan 190 víctimas de femicidios, directos y vinculados, perpetrados en un contexto de extrema violencia.
¿Esto significa que en siete meses se registraron ya el 75% del total registrado el año pasado? Desde el Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidades aseguraron en diálogo con elDiarioAR que el registro de la Corte es el único oficial, y que hay que esperar al año que viene a que se publiquen los datos del 2023. Sin embargo, la cifra publicada por el Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano” es un dato preocupante.
En más de la mitad de los casos el victimario es la pareja o la expareja de la víctima
De estas 190 mujeres y diversidades asesinadas de acuerdo con el Observatorio, 96 fueron víctimas de su pareja o ex pareja. Entre ellas, se encuentra María Speratti Aquino, quien fue asesinada por Gabriel Alejandro Nuñez, su exmarido, el 16 de marzo de 2023.
Al igual que otras 33 mujeres asesinadas este año, María ya había denunciado previamente en la Justicia al agresor, en julio del 2021. A sus compañeras del grupo de víctimas de violencia de género de la organización Shalom Bait, ONG con sede en Chacarita fundada hace más de 20 años, les hablaba constantemente de su lucha con “la gente de la Justicia”. “Vivo atemorizada”, “El Estado me vuelve a violentar una y otra vez”, son algunas de las confesiones que le mandó María a sus compañeras antes de ser asesinada a balazos frente a sus dos hijos en su casa de la localidad de Cañuelas cinco meses atrás.
Entre el intento de asesinato en julio del 2021 y el día que efectivamente la mató a balazos, en marzo del 2023, María no vio a su agresor, sostiene Rocio Speratti en diálogo con elDiarioAR. Lo que sí hizo fue ir a la Fiscalía para intentar cambiar la carátula de su causa, que estaba titulada como “lesiones leves” a “intento de homicidio agravado por el vínculo”. Nunca lo logró.
María es la cara visible de un sistema que violenta y discrimina a las mujeres. Según el RNFJA, el promedio a nivel nacional en el año 2022 fue de 0,96 femicidios cada 100.000 habitantes. En el 59% de los casos, el agresor era pareja o ex pareja de la víctima. Al menos 38 de esas mujeres habían denunciado al sujeto activo (quien cometió el delito) y 14 de ellas tenían medidas de protección vigentes al momento del hecho. En todos esos casos, la Justicia falló al otorgar protección.
Aunque estas mujeres se habían animado a denunciar a sus parejas o ex parejas, hay un universo también que no se anima a contarlo. “Por eso, lo primero que hay que buscar es romper el aislamiento, situación de soledad en la cual se encuentran producto de la misma dinámica de violencia”, comenta Fernanda Tarica, quien preside Shalom Bait. “Luego, se busca la ‘desculpabilización’, que las mujeres entiendan que no fue su responsabilidad”. El promedio de edad de las mujeres que asisten a Shalom Bait, que actualmente son unas 200, es de 35-40 años. Este rango etario coincide con la edad promedio de las víctimas de femicidio del 2022, que fue de 40,8.
Acompañar
Según el registro oficial, el número de víctimas directas de femicidios viene manteniéndose más o menos estable desde 2017, con un leve descenso entre 2019 y 2022, cuando el número de víctimas pasó de 260 a 226. Eso significa una reducción del 13,1% en el número de víctimas en los últimos tres años, sin todavía tener los datos claros de qué sucederá en 2023.
Aunque la reducción es leve, coincide con los años donde se empezaron a implementar políticas para abordar y reducir la violencia de género por parte del Ministerio de las Mujeres, Géneros y Diversidad. Entre ellos, el más significativo fue el programa Acompañar, que consiste en un subsidio que se les entrega a las mujeres durante un periodo de seis meses para que puedan salir de las situaciones de violencia en las cuales se encuentran inmersas.
¿Es Acompañar, el programa “estrella” del MMGyD, el responsable del leve descenso en la cantidad de víctimas de femicidio de los últimos años? Agustina Rossi, integrante del Area de Politicas del Equipo Latinoamericano de Justicia y Genero (ELA), asegura, luego de un exhaustivo estudio que hizo esta organización sobre la implementación del programa, que el Acompañar efectivamente brindó mayores recursos a las beneficiarias, siendo una ayuda significativa para mujeres y diversidades que se encuentran en una situación muy crítica.
“La violencia económica es la forma de violencia más extendida. Muchas mujeres quieren salir del círculo de violencia y no saben cómo porque no pueden alquilar, o comprar un candado para protegerse. El Acompañar les brinda esa posibilidad”, comenta Rossi, aunque asegura que la recomendación desde ELA es que el programa se mantenga por un periodo mayor de tiempo. El Acompañar, al igual que las organizaciones de la sociedad civil, es una puerta para romper el aislamiento.
Hoy en día, son beneficiarias del programa Acompañar 318.174 mujeres, casi tres veces más que en 2021, cuando recibían el subsidio 118.565 personas. A pesar de que el beneficio triplicó su alcance en solo dos años, la caída en la tasa de femicidios fue considerablemente menos marcada para ese mismo periodo. “Porque la violencia de género tiene muchas aristas, no solo la económica”, comenta Rossi. Entre ellas, Rossi comenta que sería fundamental garantizar el patrocinio jurídico gratuito: que las mujeres cuenten con juristas que puedan llevar su causa de manera gratuita.
AS/JJD
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