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Informe especial
ASBESTO

“Con la denuncia contra ejecutivos de Metrovías busco una condena ejemplar”, afirma la viuda de un trabajador del subte

Carolina Castellano junto a su esposo, Jorge Pacci, fallecido por un cáncer directamente relacionado al asbesto. Gentileza Carolina Castellano.
23 de septiembre de 2023 00:37 h

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Carolina Castellano estuvo 32 años casada con Jorge Gabriel Pacci, fallecido en marzo de 2021 a los 55 años de un cáncer de pleura. Pacci trabajaba en el subterráneo de Buenos Aires cuando le diagnosticaron la enfermedad. La pleura, la membrana que recubre los pulmones, presentaba un mesotelioma maligno, un tipo raro de cáncer, directamente relacionado con la exposición al asbesto. Pacci murió nueve meses después del diagnóstico.

En diciembre de 2021, Castellano presentó una denuncia penal contra cinco de los principales ejecutivos de la empresa Metrovías (hoy, Emovia), la concesionaria del servicio de subterráneo en la Ciudad y empleadora de Pacci entre 2013 y 2021.

En el expediente, Castellano es querellante y acusa a los ejecutivos de homicidio culposo, como informó la cadena de noticias CNN en Español en marzo último

El asbesto o amianto es un mineral que fue utilizado durante décadas como aislante del calor y del frío y, en particular, en la fabricación de trenes. Desde hace casi 20 años, esta sustancia fue prohibida en más de 50 países, incluida Argentina, por considerarse cancerígena. Su relación directa con el tipo de cáncer que padeció Pacci es sostenida por el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos, entre otras instituciones médicas de renombre a nivel mundial y así lo confirmaron también tres especialistas médicos consultados por elDiarioAR.

-¿Cómo era Jorge?

-Jorge era un hombre muy sano, muy vital. Tenía muchas ganas de vivir. Le gustaba mucho hacer deporte. Practicaba kung fu y le apasionaba la guitarra. Era muy responsable, muy familiero. Como trabajador era sumamente responsable. Era un orgullo para él haber entrado en Metrovías. Tenía un buen sueldo, trabajaba de lunes a sábado, seis horas por día. Después el trabajo se quedó con su vida. 

-¿Qué tipo de trabajo hacía?

-En 2013, ingresó en el taller Rancagua, de la línea B, para hacer limpieza de las formaciones. Estuvo allí hasta 2015. Después, pasó a los molinetes, a las estaciones, ya en control de evasión. En el taller Rancagua, estuvo en contacto con los CAF 5000, que son los trenes que se compraron al metro de Madrid en 2011, que después salieron de circulación porque tenían asbesto. También estuvo en contacto con los Mitsubishi, que después se demostró que tienen asbesto en el techo del salón de los pasajeros, en el techo de las cabinas, de las estufas de las cabinas. O sea que él estuvo en contacto con las formaciones que tenían asbesto.

-¿Cómo era la limpieza de los trenes que realizaba en el taller?

-Sé que limpiaba las formaciones a puertas cerradas, que limpiaba los ventiladores donde se descubrió que había asbesto. En el Rancagua es donde arreglaban los trenes, que tuvieron que sufrir un proceso de adaptación para poder circular en el subte. Entonces, él trabajaba de noche, después de que los mecánicos realizaban las tareas de mantenimiento y todo el ambiente estaba contaminado (de partículas de asbesto), (debido a que) habían manipulado piezas, cortado y arreglado piezas con asbesto de las formaciones. Al trabajar de noche el nivel de circulación de oxígeno era incluso menor, sumado a que en Metrovías no funcionaba la ventilación forzada.

En la Ciudad, el subte es propiedad de la empresa pública Sbase, que depende del Ejecutivo porteño, y el servicio está concesionado a una privada, Emova, antes Metrovías. Los trenes son propiedad de Sbase. Los CAF 5000, CAF 6000 y Nagoya 5000 fueron adquiridos por el entonces jefe de Gobierno porteño Mauricio Macri en 2011 y 2013. Los dos primeros, al metro de Madrid; los Nagoya, al metro de Tokio. 

El asbesto se detectó en los trenes CAF 5000, CAF 6000, Mitsubishi, Nagoya 5000 y Fiat, fabricados antes de la prohibición, tanto fuera como dentro del país. También se detectaron en talleres e instalaciones de la red. En resúmen, Metrovías y Sbase admitieron haber extraído hasta el momento al menos 90 toneladas de piezas o material con asbesto o en contacto directo con asbesto de las líneas A, B, C, E y Premetro, de acuerdo a la información confirmada por ambas empresas.

Metrovías (hoy Emova) y Sbase comenzaron un proceso para erradicar este mineral de la red de subte en 2019, que aún se encuentra en curso.

Castellano también inició una demanda civil contra la empresa que opera el servicio del subterráneo por la presunta responsabilidad en la muerte de Pacci.

-¿Cómo se enteran que él estaba enfermo?

-Empezó con un dolor en la región del tórax derecho y todo el pecho inflamado, con un dolor muy fuerte. Fuimos a la guardia y ahí nos indicaron que había que operarlo porque tenía derrame pleural. El cirujano de tórax directamente me dijo “es un cáncer sumamente agresivo y va a ser inoperable”. No entendíamos nada. Un hombre joven, sano, que nunca fumó, que tenga cáncer de pulmón. Primero fue la negación, pensar “está equivocado, no puede ser”. Hasta que nos dieron la biopsia y ahí salta que es mesotelioma pleural maligno. Cuando empiezo a averiguar me doy cuenta de que es una enfermedad por exposición al asbesto y me caen todas las fichas. Este cáncer es muy raro, no responde a la quimioterapia. Jorge llegó a ser quimioterapia, pero no dio resultados. Es sumamente agresivo. Desde que nos enteramos de la enfermedad hasta que Jorge murió pasaron nueve meses.

-¿Nadie en la familia fumaba?

-Nadie en la familia. Yo nunca fumé en mi vida. 

-¿Alguna vez su esposo le dijo si la empresa o alguien le había advertido sobre la presencia de asbesto en los trenes CAF 5000, CAF 6000 o Mitsubishi?

-No, nunca me comentó. No, yo no sabía ni lo que era el asbesto. 

-En 2019, se empezó a analizar a los mecánicos que trabajaban en el taller. ¿Por qué no se le realizaron los estudios médicos a Jorge, como sí se realizó a otros trabajadores, si él había trabajado en el taller Rancagua?

-Jorge no fue incluido en el RAR, que es el Registro de Agentes de Riesgo. No lo incluyeron, a pesar de que estuvo en contacto con los CAF 5000 y otros trenes en forma directa y la empresa tenía que cumplir con la normativa de tomar a todos los empleados posiblemente expuestos y seguirlos de cerca. Él no tuvo esa suerte. 

Emova respondió a elDiarioAR que debido a que existen causas judiciales en curso, ni la empresa ni los ejecutivos denunciados responderían consultas ni darían su versión de los hechos. 

“La causa más frecuente del mesotelioma de pleura es la exposición al asbesto y por eso la enfermedad se asocia directamente a este mineral”, afirmó a elDiarioAR el doctor Carlos Silva, jefe de Oncología Hospital Británico y académico.

Sé que limpiaba las formaciones a puertas cerradas, que limpiaba los ventiladores donde se descubrió que había asbesto.

-¿Qué dijo la empresa cuando informaron el diagnóstico?

-La empresa estuvo enterada desde el primer momento. El médico laboral me llamaba y me decía que estaba rezando para que mi esposo no sufriera tanto. Cuando yo le mandé la biopsia, el médico laboral tuvo que haberse dado cuenta enseguida de qué tipo de cáncer era porque es una enfermedad que está listada en la Superintendencia de Riesgos del Trabajo (SRT). Pero intentaron que no me diera cuenta. Intentaron hacerse los distraídos. Por suerte no lo lograron. Pero la empresa no lo incorporaba al Registro de Agentes de Riesgo (RAR). En el contexto de extrema debilidad física y emocional que tenía, Jorge tuvo que hacer el reclamo a la Superintendencia. No podía ni caminar al correo para firmar la carta documento. Cuando la Superintendencia hace el reclamo de Jorge a la ART Galeno, en octubre del 2020, cuatro meses después de que a él se le declare la enfermedad, Metrovías lo incluyó como empleado expuesto al riesgo, cuando ya se estaba muriendo.

elDiarioAR se comunicó con ART Galeno pero la empresa respondió que no haría declaraciones sobre el caso.

-¿Por qué decidió denunciar a los ejecutivos de Metrovías penalmente?

-Con la denuncia penal busco justicia y tener un poco más de paz, un poco más de consuelo, que los responsables paguen, que haya una condena realmente ejemplar y que esto sirva de precedente para el resto. Porque todo el personal jerárquico de Metrovías, a sabiendas de que Jorge había trabajado en lugares expuestos al asbesto, estuvieron siempre ausentes, desde el primer momento. Lo dejaron librado a su propia suerte. Violaron todas las obligaciones que tenían, por eso la denuncia penal es por homicidio culposo por negligencia, por no haber cumplido con los deberes y obligaciones que tienen como empleadores y por negligencia profesional. Desde el presidente hasta el resto de los ejecutivos denunciados siguen en sus puestos. Esto es Argentina. Siguen en sus puestos teniendo unos 4.000 empleados a su cargo. Es como si esta muerte no hubiera pasado. Todo sigue igual.

-¿Qué más le dijeron los médicos sobre cómo se genera esta enfermedad? ¿Cuántos años tarda en manifestarse y por qué se termina acelerando en el caso de Jorge?

-Lo que me dijeron es que no iba a vivir más de un año, que una vez que este cáncer se declara ya es irreversible. 

-Inició también una demanda civil contra Metrovías, hoy Emova. ¿Busca una compensación económica también? 

-Sí, hay dos responsabilidades: la penal y la civil. Van por cuerdas separadas.

 -¿La empresa reconoció de alguna manera que Jorge murió por un cáncer por exposición al asbesto?

-La empresa lo reconoce cuando en octubre, el jefe de Seguridad de Higiene lo incorpora al Registro de Agentes de Riesgo (RAR) por directivas de la Superintendencia de Riesgos del Trabajo. Además, Metrovías admitió que en el taller Rancagua había asbesto.

-¿Cree que habría una posible responsabilidad política en la compra de los trenes con asbesto, realizada por Sbase y el gobierno porteño entonces a cargo de Macri?

-Yo estoy yendo contra el responsable directo, que es el que no lo cuidó y quien debió hacerlo. Pero la cadena de responsabilidades es muy larga, es muy grande. Y también le estoy pidiendo a la jueza penal que todo aquel que lo sabía y lo ocultó también sea considerado responsable. Pero empecé por acá. Aunque no hay dudas de que ellos son responsables. Hay mucha mano detrás para que esto no se sepa.

-Presentó varios documentos ante la jueza y la fiscalía penal. ¿De qué se tratan?

-Jorge entró sano a Metrovías y eso lo demuestra el examen médico preocupacional que le hicieron en la empresa antes de contratarlo. No tenía ninguna afección pulmonar ni de ningún tipo. Eso quedó documentado. 

-Uno de los ejecutivos de Metrovías presentó un informe sobre lo que se denomina “periodo de latencia”, el tiempo entre el que la persona está expuesta al asbesto y el momento en que se declara la enfermedad. El informe dice que en el caso del mesotelioma de pleura, se necesitan como mínimo 12 años para que el organismo desarrolle la enfermedad. Eso descartaría que Pacci habría enfermado de cáncer de pleura por exposición al asbesto dentro del subte (ya que se le diagnosticó en 2020 y entonces habían pasado solamente cinco desde 2015, cuando ingresó habría estado expuesto en el taller Rancagua)… 

-Pero hay periodos de latencia extremadamente cortos como el de Jorge, y que se apartan de la estadística normal. Seguramente habrá tenido más predisposición que otros para desarrollar esta enfermedad. Luego de que el ejecutivo de Metrovías presentó este informe hecho por un ex perito de la Corte Suprema como “informe independiente”, la jueza también solicitó, a pedido mío, un informe al departamento de toxicología de la Facultad de Medicina de la UBA. La doctora Ana Digón afirmó que existen casos de personas expuestas al asbesto que han tardado apenas cuatro años desde la exposición en desarrollar un mesotelioma de pleura. 

-Es decir que, de acuerdo a ese segundo informe, Pacci pudo haber desarrollado el cáncer aun cuando solo habían transcurrido cinco años desde su exposición en el Rancagua. ¿Pudo Jorge haber estado en contacto con otras fuentes de exposición al asbesto además de los trenes del subte que limpiaba? 

-No, no tuvo contacto laboral con el asbesto en ninguno de sus trabajos, salvo con Metrovías. Creo que está totalmente demostrado. Antes de Metrovías, trabajó 18 años en el Hipódromo de San Isidro y en vigilancia en supermercados, en shoppings, hasta que entró como auxiliar de portería en una escuela. Después entró en Metrovías. 

Silva, jefe de Oncología Hospital Británico y académico, coincide con la postura de Digón y aseguró a elDiarioAR que si bien el promedio del período de latencia es de 22 a 40 años, un tiempo menor de exposición o una cantidad menor de exposición también puede producir un mesotelioma.

-¿En qué estado se encuentra hoy el expediente penal y la causa civil?

-Declararon nuevos testigos, trabajadores mecánicos del taller Rancagua, quienes están también afectados por la exposición al asbesto. En el caso de ellos, tienen placas pleurales, una primera manifestación de exposición. Luego de las testimoniales, debería ordenarse la pericia médica y la fiscalía deberá decidir si imputa a los ejecutivos.

Además de Pacci, otros cinco trabajadores del subte fueron diagnosticados con cáncer de pulmón. Dos murieron, informó la Asociación Gremial de Trabajadores del Subterráneo y Premetro (AGTSyP).

Actualmente, 82 trabajadores del subte fueron diagnosticados con placas pleurales por un equipo interdisciplinario del Hospital Británico, de acuerdo con la información oficial y sindical. Las placas pleurales no implican que los trabajadores afectados desarrollarán un cáncer o una fibrosis, pero sí que deberán controlarse de por vida, explicó a elDiarioAR la neumóloga Lilian Capone, una de las médicas que integra el equipo disciplinario en representación de la UBA y los metrodelegados, nucleados en AGTSyP.

ED/MG

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