Ofrecen 5 millones de pesos de recompensa “a quienes brinden datos útiles sobre el paradero” de Marita Verón
Con el objetivo de obtener información para esclarecer la desaparición de Marita Verón, se ofreció una recompensa de 5 millones de pesos, luego de que la madre de la joven tucumana, Susana Trimarco, diera a conocer que su hija habría estado en una clínica sindical tiempo después de haber sido vista por última vez.
La medida fue adoptada a través de la Resolución 562/2023 del Ministerio de Seguridad, publicada este miércoles en el Boletín Oficial y en respuesta a una solicitud del fiscal federal de Tucumán José Agustín Chit.
“Ofrézcase como recompensa, dentro del territorio de la República Argentina, la suma de 5.000.000 de pesos, destinada a aquellas personas que, sin haber intervenido en los hechos delictuales, brinden datos útiles que permitan dar con el paradero de María de los Ángeles Verón o lograr la detención de quienes hubiesen tomado parte en la ejecución de los delitos vinculados a su desaparición y/o sus encubridores”, señala el texto difundido.
Quienes cuenten con información podrán comunicarse telefónicamente con el Programa Nacional de Recompensas a través de la línea gratuita 134.
En la conferencia de prensa que brindó la presidente de la Fundación María de los Ángeles, el abogado de Trimarco, Carlos Garmendia, contó que una persona se acercó a brindar “información de que en determinadas circunstancias de un conflicto gremial se manifestaba que existía una carpeta con documentación y fotografías que acreditaba que Marita estaba muerta, que estaba siendo usada para extorsionar en cuestiones gremiales”.
“Es Luz y Fuerza y otros gremios pequeños. Son todas personas mafiosas”, remarcó la madre de la joven tucumana.
Marita Verón desapareció el 3 de abril de 2002 en San Miguel de Tucumán y, en base a los esfuerzos de Trimarco, se pudo revelar una importante red de trata de personas liderada por Rubén “La Chancha” Ale.
El principal acusado de la desaparición de la joven murió en junio pasado cuando cumplía con una condena de diez años de prisión (aunque había sido beneficiado con la domiciliaria): sin embargo, la pena había sido impuesta por delitos de “lavado de dinero proveniente de la usura, la extorsión, la explotación económica del ejercicio de la prostitución y el comercio de estupefacientes, y por asociación ilícita en carácter de jefe” y no por el caso de Marita Verón.
Con información de agencias.
IG
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