No sé si es Baires o Madrid: de Nathy Peluso a Serrat pasando por Calamaro en los escenarios porteños

“No sé si es Baires o Madrid”, aquella línea que escribió Fito Páez para la canción Pétalo de sal -el track número 5 de El amor después del Amor- y que volvió años más tarde a su discografía como título de un exquisito disco en vivo grabado en la capital española, nos sirve también para contar de forma precisa y sintética lo que será la cartelera musical porteña de los próximos días. A partir del 17 de noviembre, Buenos Aires va a tener en uno de sus principales escenarios no solo a dos grandes e influyentes músicos españoles sino también a algunos argentinos que fueron adoptados por el público y la comunidad musical del país ibérico y que son tan parte de la vida de ellos como de la nuestra. En un lapso de doce días, el Movistar Arena verá pasar dos funciones de Nathy Peluso, dos de C. Tangana, dos de Andrés Calamaro y cinco de Joan Manual Serrat. El barrio de Villa Crespo será en este tramo del año el epicentro mundial de la música en español. La de ambos lados del atlántico y también la que compartimos. La de ayer, la de hoy y la de siempre.

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Esta maratónica serie de shows arranca con Nathy Pelusso, un talento argentino que, como Lionel Messi, emigró de muy chica a España y forjó allí, en pocos años, una carrera sólida y aún sin techo. Desde la aparición del tema Corashe -uno de sus primeros hits-, la cantante articuló un modo de pronunciar y encadenar las palabras sumamente personal, que se convirtió en un efectivo gancho para atraer nuevos oyentes y en una marca de su música. Esa singularidad estilística, que aparece en cada nuevo lanzamiento e incluso se filtra en su forma de hablar en las entrevistas, le valió no pocas críticas de usuarios de redes sociales en nuestro país. Se gesta y se potencia dentro de ese maremágnum de opiniones que es Twitter la mala costumbre de exigir muestras de argentinidad a las figuras que nacieron aquí pero hicieron su carrera y triunfaron en el extranjero. Lo sabe Messi, lo sabe Nathy y no hay mucho que se pueda hacer.

Cuando se baje del escenario del Movistar Arena Nathy Peluso, inmediatamente se sube Serrat para comenzar una serie de conciertos que serán -se supone- su despedida definitiva de la Argentina. La relación del prolífico cantautor con nuestro país es de larguísima data y hasta hay un libro que da cuenta de la intensidad del vínculo. Serrat en Argentina. 50 años de amor y aventuras, de Tamara Smerling (publicado en 2019 por Planeta) cuenta los detalles de cada visita, desde la primera en el 69, antes de editar su disco debut, cuando se presentó en el programa de TV Sábados de la bondad y sus históricos conciertos del 83, luego de estar prohibido por la dictadura, hasta los shows más cercanos compartidos con su colega y compatriota Joaquín Sabina. Con 78 años, Serrat se dispone a escribir ahora, en estas cinco funciones, la última página de su romance con Buenos Aires.

Luego de las dos primeras funciones de Serrat, llega el turno de quien es tal vez el artista más influyente de España en la actualidad. C tangana canceló a último momento su participación en el último festival Lollapalooza de Buenos Aires y se guardó para poder dar un show completo en un contexto más adecuado. El concierto del Movistar Arena (22 y 23 de noviembre) que sirve como presentación del disco “El madrileño” es una de las propuestas más originales de música en vivo que veremos pasar por Buenos Aires. La puesta en escena remite y lleva a un nivel aún más alto lo que fue el Tiny Desk realizado por C. Tangana durante el confinamiento: el escenario se convierte en un típico bar madrileño, los músicos ejecutan sus instrumentos y cantan sentados en las mesas mientras un camarero va llenando las copas a todos durante todo el tiempo que dura el espectáculo.

Giras y discos como los de C.Tangana y Rosalía -quien ya pasó por Buenos Aires en agosto- dan cuenta de un presente inmejorable de la música española. Si en los años en que el rock mandaba, desde Argentina se miraba con cierta desconfianza a la música español por estar muy aferrada a los géneros, por ser muy “cuadrada” y menos volada que la nuestra, hoy España se ha instalado definitivamente a la vanguardia de la música hispana. El disco que viene a presentar C. Tanagana es un sofisticado experimento de influencias, que abreva en casi todos los géneros tradicionales como el bolero, la bachata, la bossa nova y la rumba flamenca para mezclarlos con los modos de producción y las formas interpretativas del rap.

Entre la extensa nómina de invitados que tiene C. Tangana en su disco El madrileño aparece Andrés Calamaro como el único representante argentino. La figura de Calamaro es tan grande en España como lo es aquí en Argentina. Los Rodriguez, la banda que lideró allí junto a Ariel Rot, desde comienzos de los 90, fue una verdadera revolución para la música española y una condición necesaria para el salto que pegó su carrera solista a partir de Alta Suciedad. A Andrés le toca subirse al escenario del Movistar Arena inmediatamente después que C. Tangana (los días 24 y 27de noviembre), luego de tres años sin tocar en Buenos Aires. La proximidad de los shows de uno y alienta la posibilidad de algún cruce en el escenario para hacer Hong Kong, el tema que interpretan juntos en El Madrileño y que han compuesto a seis manos junto al uruguayo Jorge Drexler.

Para completar este panorama de encuentros musicales Argentina-España, fue anunciada en los últimos días la visita para marzo de 2023 de Joaquín Sabina. Con 73 años y tras haber atravesado todo tipo de problemas de salud, el cantautor vuelve al país a recibir el cálido abrazo del público y sus amigos músicos de Buenos Aires en el marco de una gira que se llamara, de forma más que atinada, “Contra todo pronóstico”.

En aquel disco en vivo de Fito de 2008 llamado No se si es Baires o Madrid, Sabina fue el invitado más esperado de la noche. El encuentro sobre el escenario de estos dos íconos de la música en español venía a borrar definitivamente los malestares que habían quedado tras la grabación del disco compartido Enemigos íntimos. La versión que hicieron esa noche en Madrid del tema Contigo es uno de los momentos más felices de aquel registro en vivo y la mejor muestra de lo que pasa cuando la música argentina y la española se miran de frente.